𝐒𝐓𝐑𝐎𝐍𝐆 ──── 𝐂𝐋𝐀𝐑𝐊𝐄 𝐆𝐑𝐈𝐅𝐅𝐈𝐍

16 | Salvar el mundo

—¿Estás lista?—preguntó Clarke acercándose a Dione, la castaña la miró y asintió.

—Claro—Clarke soltó una pequeña risa mientras le quitaba el arma a la castaña—¡Oye!—Dione intentó agarrarla pero Clarke levantó su mano, impidiéndolo.

—¿La quieres de vuelta?—Dione asintió—Pues te va a costar un beso.

Dione se quedó mirando sus ojos y sorprendió a Clarke agarrando su cintura y besándola. Clarke suspiró cuando Dione mordió su labio inferior.

—Espera...—Clarke se alejó y Dione suspiró, cansada.

—Avísame cuando sepas que es lo que te gusta. Porque estoy empezando a cansarme de esto—agarró su arma y caminó hacia la puerta pero Clarke agarró su mano y le dió la vuelta para poder besarla.

Dione trató de no sonreír en medio del beso pero no lo logró, cuando se separaron sus respiraciones eran aceleradas. Se miraron a los ojos pero eso duró poco ya que Dione enredó sus dedos en el cabello rubio de Clarke y volvió a besarla.

Dione metió su mano de golpe en el pantalón de Clarke y ella jadeó, echando su cabeza hacia atrás.

—Para... para...—susurró Clarke agarrando la mano de Dione y alejándola.

—Si quieres que pare...—Dione se acercó hasta que sus labios rozaron—¿Por qué abres las piernas?—volvieron a besarse pero se separaron al escuchar pasos acercándose.

—Nos vamos—dijo Patrick apareciendo por la puerta. Miró a ambas con los ojos entrecerrados y rió mientras se alejaba.

Minutos después Dione tenía la boca tapada por un trapo al igual que Clarke, ambas caminaban junto Roan con sus manos amarradas por él.

—Cuando esto termine, Ontari sabrá que la ayudaron. Tienes mi palabra—murmuró Roan, Dione asintió y miró a Clarke. Las personas empezaron a reunirse alrededor de ellos, mientras otras estaban arrodilladas en el suelo. Vieron una luz desde donde se estaban escondiendo Bellamy y los demás—Aquí vamos. Soy Roan, rey de Azgeda. Y tengo lo que la Comandante busca—levantó su voz, llamando la atención de todos, mostró la Llama. Los que estaban arrodillados se levantaron—No me gusta esto, así que si ella lo quiere, que venga.

Jaha apareció entre la multitud y se acercó a ellos.

—Hola, Dione—saludó Jaha, haciendo que ella rodara los ojos—A tu hermano le dará mucho gusto verte—Dione frunció el ceño y miró disimuladamente hacia donde se suponía que estaban los demás.

—¿Quién eres tú? ¿Dónde está Ontari?

—Ella no vendrá. Pero puedes darme la Llama, me encargaré de que la reciba—Roan escondió la Llama—Sus amigos del túnel no pueden ayudarte. Ahora dame la Llama—las personas empezaron a acercarse y Roan puso un cuchillo en los cuellos de Dione y Clarke.

—Atrás, o ellas mueren.

—Sin teatro. Sabemos que están juntos. Sabemos todo.

—Entonces saben que son las únicas que pueden activar la Llama.

—Es cierto. Las necesitamos vivas—Roan alejó el cuchillo y corrieron por donde vinieron pero Kane se puso delante.

—Pero no te necesitamos—le disparó a Roan y él cayó al suelo de rodillas. Arrastraron a ambas dentro de la torre, subieron en un ascensor y entraron a una habitación donde estaban Abby y Patrick, él tenía golpes y cortes en la cara, sus ojos estaban rojos e hinchados.

—Clarke—susurró Abby acercándose y abrazó a su hija—Te extrañé.

—No tomaremos el chip. Nunca.