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-Una sola gracia sobre eso y duermes en el fondo del abismo- le amenacé nada más salir del baño ya vestida antes de ir casi corriendo a ver qué quería Max de mí- Quiero creer que me has llamado para algo importante

-Jeanine te quiere esta tarde con ella en Erudición. Ve a su oficina, y tarda lo que quieras en regresar pero mañana tienes que estar aquí para seguir entrenando a los iniciados

-¿Voy a necesitar mi fusil y chaleco?- pregunté poniéndome en pie

-Llévatelo por si acaso- asentí y me retiré de la oficina, podría haberme mandado una notita con el aviso por debajo de mi puerta o yo que sé

Volví corriendo, Eric todavía seguía en mi piso- ¿Qué era lo que quería?- preguntó siguiéndome hasta mi habitación. De mi taquilla saqué primero el chaleco que me abroché al instante sin dificultad, y luego revisé con destreza mis armas-¿ A dónde vas con eso?

-A matar a Cuatro-respondí con un tono divertido y el comienzo de una sonrisa, agarré todo lo necesario y cerré la taquilla con llave de nuevo- Me tengo que ir corriendo o no llego al tren a tiempo- dije rápido colgándome a la espalda el fusil

-Me preparo y nos vamos en un coche de Osadía- intentó convencerme parándome- supongo que vas a Erudición

-Sí, pero no sé todavía qué quiere. Quédate aquí y si te cruzas con Cuatro putéale con lo que sea- volvió a cruzarse en mi camino- Eric de verdad tengo prisa

-Vale, vale. Iré a hablar con Max y si me deja cogeré un coche de Osadía para ir allí- me pilló desprevenida que me robase un beso- ¿Tendré que saludar de nuevo a mi suegro no?

Suspiré con impaciencia, no era momento de ese tipo de charla- eso...esto...luego lo hablamos Eric- corrí de mi apartamento lo más rápido posible, tenía tres minutos para llegar a la zona por la que pasaría el tren sino quería esperar al siguiente. Odiaba no saber conducir

Los guardias de Erudición nunca me habían parado, me conocían desde pequeña en la facción por lo que cuando entré y vi a dos hombres uniformados siguiéndome hasta la oficina me resultó preocupante- Leena querida, siéntate- me invitó Jeanine con una sonrisa-¿No ha venido Eric contigo?

Parecía un poco sorprendida así que negué acomodándome el fusil para poder sentarme cómodamente- Prácticamente le he tenido que obligar a quedarse. En tu mensaje no pedías su presencia pero ha ido a pedirle a Max permiso para venir, si mandas un correo llegará en un rato

-Caleb solicita la asistencia de Eric, uno de los líderes de Osadía a Max- Seguramente sería uno de los nuevos trasladados porque aunque no me supiese el nombre conocía al menos de cara a los eruditos

-¿Para qué nos necesitas?- pregunté haciendo un gesto al guardia que estaba más cerca nuestra-¿habéis desarrollado un arma nueva? Déjame verla- le pedí aunque mi tendencia natural era ordenar las cosas así que no parecía tanto una petición al fin de cuentas

El guardia miró a Jeanine pidiendo permiso y esta asintió todavía con la misma expresión- hay un grupo de iniciados que vienen de osadía, como proyecto de iniciación han intentado hacer un arma nueva, al parecer el hermano de uno es parte de los que las fabrican en tu facción. Le enseñó lo básico por lo que han podido realizarlo- seguí dándole un par de vueltas más entre manos hasta que me aburrió. No me duró demasiado la curiosidad inicial

-No me has hecho llamar para distraerme con un nuevo juguete Jeanine- se lo devolví al guardia- no nos habéis informado del motivo de esta reunión y como sabrás Eric y yo somos instructores y mis iniciados están perdiendo entrenamiento- conocía a esa mujer desde hacía años por lo cual era conocedora de las formas más eficaces para que todo fuese mucho más rápido. Que no se fuese por las ramas básicamente

-Max ha contestado, dice que el líder de Osadía Eric ya había salido antes de que nos comunicásemos con él

-Entonces llegará pronto- atajé con sencillez- ahora explícame de una vez de que va todo esto- exigí con poca paciencia

Rodeó su escritorio con paso seguro hasta quedar frente a mí- Hemos estado haciendo un nuevo...trato con Max, digámosle acuerdo- entrecerré los ojos acusadoramente- los divergentes son un peligro para las facciones, todos lo sabemos. Y Abnegación también lo es para el gobierno, son un grupo de mentirosos y manipuladores...¿irónico que la mayoría de divergentes salgan de allí verdad?

-¿Pretendes hacerte con el gobierno en un golpe de estado?- me burlé con sorna- tendrás a tu ejército con los osados si realmente has tenido el apoyo de Max, pero Cordialidad es neutral no participará y tampoco podrás presionarle al fin y al cabo nuestra comida proviene de allí. Y verdad solo aceptará después de un juicio público de los acontecimientos. No puedes hacer un gobierno con eruditos y osados Jeanine

-Por ahora, haré que todas las facciones dependan de nosotros- alguien entró a la oficina  y nos giramos, era Eric con su altanería de costumbre-¡Eric te estábamos esperando!

Me miró pidiendo que le resumiera lo que había pasado, a ninguno de los dos nos hacían gracia los desvaríos de la líder erudita- quiere cargarse a los estirados y de paso supongo que cazar divergentes- mi compañero se tensó a mi lado por esa palabra y se quedó completamente serio. Recordé que su madre era divergente

-Eso es un resumen muy...atrevido- le hizo una seña a uno de los eruditos a nuestra espalda- pero aceptable. Empezaré cazando a divergentes en Erudición y Osadía, y debo comprobar primero que no los haya entre los mandos- nos levantamos de la silla alertas cuando escuchamos a uno de los científicos acercarse, tenía un suero en la mano- venga Leena no te pongas nerviosa, hemos pedido el permiso de Max. Eric no hagas esto difícil

Advertí al erudito que no se me acercase, estaba dispuesta a dispararle si hacía falta- no pienso dejar que me inyecten algo que no sé qué es- gruñí seria intentando no darle la espalda a nadie-¿qué pretendes probar con eso?

-Si no eres una divergente no tienes que temer al suero. Es nuevo, un rastreador, si no nos deja saber dónde estás es porque presentas divergencia

-Nuestros resultados de la prueba fueron Erudición, no somos divergentes- gruñó Eric apartando de un empujón a uno de los guardias- vámonos de aquí Leena- agarré firmemente el fusil cuando me puse de espaldas a Jeanine, apenas me dio tiempo a pegarle con la culata al sentir el pinchazo en el cuello antes de caer al suelo-¡Leena!

Me enteré de lo que pasó luego de quedar inconsciente gracias a Eric que me lo contó. Al parecer después de desmayarme le informaron a Jeanine que no era divergente y Eric furioso me sacó de la sede después de exigir saber qué me pasaría después de que me inyectasen el suero. Me llevó a la enfermería de Osadía y le obligó a una de las enfermeras que me sacara el rastreador del cuello, no era realmente solo un suero. Luego se quedó en mi piso vigilando que la mierda que me inyectaron no me provocase una mala reacción

The other side- Eric CoulterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora