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Justo cuando logramos la oportunidad de abandonar Erudición Eric, papá y yo, el bando de Tris y Cuatro atacaron la base. Escondimos a papá en un lugar seguro lejos de los disturbios y disparos

Esperó allí toda la noche hasta que amaneció y todo se calmó. Para cuando llegamos al punto de encuentro que acordamos él ya estaba en el lugar

Antes de llegar a una carretera principal que conectaba Erudición y Cordialidad nos detuvo un convoy-¡Parad de inmediato!-ordenó una voz grave y ronca desde el interior de una de las furgonetas-Eric y Leena, antíguos líderes de Osadía. Traidores eruditos-gruñó y nos tensamos inevitablemente. Todas las puertas se abrieron y por lo menos diez personas nos apuntaban sin titubear

-¿Qué creéis que estáis haciendo?-bufó en voz baja con un tono de advertencia Eric

-No son traidores eruditos - les refutó papá con total tranquilidad. Sonrió por un segundo antes de seguir- Mi hija y Eric fueron los que ayudaron a escapar a Tris y Cuatro de la sede y...

Intenté dar un paso al frente pero el sonido de un arma al quitarse el seguro me frenó. Yo no tenía ese impulso suicida como la estirada-Nosotros permitimos y ayudamos a que mataran a Jeanine

-¡Mentís!-exclamó una chica un par de años menor a nosotros

-No, no lo hacemos

Subió el arma hasta encañonarme claramente y aunque decía toda la verdad cerré los ojos con fuerza. Tenía miedo de que cuando al fin tenía un atisbo de esperanza tras tanta lucha me arrebataran un posible futuro con Eric. Estaba inmensamente aterrorizada

Se me formaba un nudo en la garganta mezcla de nervios y miedo. Eric notó mi cambio de actitud y me pegó a él aunque volvieran a poner todas las armas en nuestra dirección- Si no queréis creernos llevadnos ante Cuatro

-Esposadlos y subidlos en vehículos diferentes- sujeté con fuerza una de las muñecas de Eric, estaba segura de que le clavaba mis uñas pero no era una de nuestras mayores preocupaciones. Nos separaron a la fuerza y no sirvió de nada patalear, gritar a todo lo que daba mi voz su nombre ni cuanto suplicara que no nos separaran, no ahora que lo había vuelto a recuperar.

Me tiraron de cara al suelo con una fuerza impresionante. Noté el sabor metálico de la sangre en mi boca y me atraganté por lo que empecé a toser y por ello me pegaron con la culata de un arma en la mejilla haciendo de que marease. Seguía escupiendo sangre mientras me ataban las manos y los pies- Espero que nos dejes de dar problemas así- gruñó cerca de mi cara después de obligarme a ponerme en pie penosamente

-No somos enemigos-logré pronunciar con esfuerzo. Tenía la boca pastosa y todavía sangraba

-No hables o te amordazaré- me amenazó golpeándome de nuevo con su arma para que avanzara. Rendida fui hasta el coche con la zancada más grande que me permitían las cuerdas en mis tobillos- camina más rápido- empujó de nuevo y al tener las manos atadas a la espalda no pude evitar comerme el suelo una vez más

-¡Vuelve a hacerle eso a mi mujer y te mato!- alcancé a ver a Eric forcejeando con un par mientras seguía gritando antes de que me pusieran en pie de nuevo

Solo podía escuchar un horrible pitido en el oído derecho y por el otro las amenazas del que me arrastraba hasta el coche- no les hagas daño- supliqué cuando me sentó en la parte trasera del todoterreno

The other side- Eric CoulterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora