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-Leena, lo siento tanto- aparté bruscamente mi brazo del contacto de Max

-Si no me hubieras obligado a quedarme en esa estúpida fiesta, esto no habría pasado- sollocé intentando hundirme lo máximo posible en la camilla

-Lo siento, no imaginé que podría pasar

Solté una carcajada sarcástica-¿Él qué? ¿Una pelea entre borrachos osados? Menuda novedad en nuestra facción

Agachó la cabeza sin saber que responder. Estaba buscando con quién pagarlo y mientras no fuera posible enganchar al antiguo veraz Max ocuparía su puesto. Eric apareció de pronto con algunas heridas y pequeños cortes pero nada preocupante- me quedo yo- sentenció pegándose a la camilla y agachándose para darme un beso rápido

-¿Dónde estabas?

-Intentando tirar al abismo a ese imbécil pero Cuatro me lo ha impedido- gruñó furioso apretando tanto los puños que sus nudillos se pusieron blancos- he pensado en llevárselo a Jeanine diciendo que es un divergente. Si luego lo comprueban y sale negativo tendrán que ocuparse igualmente porque sabrá demasiado

-O podemos atarlo y tirarlo delante del primer tren que pase-sugerí. Preferíamos centrarnos en eso a nuestra reciente pérdida. Si nos hubiesen dado a escoger entre que se hubiese criado sin nosotros, en Cordialidad o esto, habría escogido sin duda la primera opción pero claro, nadie nos dejó elegir

Una enfermera llena de tatuajes me revisó para ver si habían complicaciones pero nos dijo que podía ir a seguir con el reposo a mi departamento mientras no estuviese sola en ningún momento. Eric me llevó con cuidado en brazos hasta allí y nadie se atrevió a interponerse en nuestro camino

Con la mayor delicadeza del mundo me tumbó sobre la cama y luego se puso a mi lado abrazándome. Lloré en su pecho y a veces no sabía si era que temblaba tanto mientras sollozaba que me confundía o él también lo estaba haciendo. Cuando reuní la suficiente fuerza levanté la cabeza y me encontré a Eric con los ojos rojos llorando tanto como yo

Estuvimos todo el día en la cama y nadie vino a molestar. Estaba segura de que toda la facción estaba enterada y que si Jeanine no lo sabía pronto le llegaría la información

De llorar me había dado fiebre y la cabeza me estallaría. Me sentía demasiado débil como para siquiera plantearme incorporarme

-Estás ardiendo Leena- comentó preocupado separándose de mí- nos vamos a Cordialidad que te cuiden mientras te recuperas- dijo sin dar oportunidad a otra propuesta. Corrió al baño supongo que a lavarse la cara, se vistió con ropa limpia y me ayudó a ponerme unos pantalones de deporte y otra de sus sudaderas

Cerramos el departamento con llave y me ayudó a caminar hasta la salida que cogimos el coche de siempre. La fiebre me hacía casi desmayarme a momentos

-Vamos a llegar en nada cariño- sentí la velocidad incrementar que me empujaba más contra el asiento y todo empezar a darme vueltas más rápido todavía- no cierres los ojos, estamos a dos minutos

En cuanto llegamos siguió conduciendo como un loco hasta casi el edificio central. Bajó con un portazo y la gente se congregaba intentando descubrir qué sucedía

-¿Dónde está Johanna?- casi gritó demandante mientras daba la vuelta al coche hasta mi puerta

-Aquí estoy, líder osado- vi penosamente cómo daba un paso destacándose entre la multitud. Las ventanillas eran polarizadas por lo que ellos a mí no me podían ver- ¿Vuelves a necesitar a mi gente?

-Sálvala, por favor- suplicó abriendo la puerta y sacándome con destreza. Escuché jadeos y murmullos, seguramente tenía un aspecto lamentable- no pudimos salvar a nuestro hijo, al menos dejame que la mantenga a ella- suplicó pegándome más a su pecho. Nunca creí que escucharía a Eric sollozar en público hasta ese momento

-Lo siento tanto, cariño- sentí una mano en mi frente, estaba demasiado fría para ser agradable incluso con la fiebre- nadie debería pasar por esto

Entraron corriendo al edificio y me dejaron sobre una camilla- te vas a poner bien, te lo prometo- susurró Eric sujetando con fuerza mi mano- tú no puedes dejarme Leena. Siempre hemos sido tú y yo, ahora no puedes irte de mi lado

-Solo es fiebre- respondí con trabajo devolviendo su gesto aunque apenas pude mantenerlo un segundo- no te dejaré

-Cariño sé que es doloroso pero tienes que decirme cuando perdiste al bebé

Apreté la mandíbula y antes de abrir la boca él ya había respondido- hace veinte horas

La mujer asintió y empezó a sacar jeringuillas, sueros y productos. Me concentraba en el agarre de Eric para no perder el conocimiento

-¡Siento interrumpir! Nos ha llegado un mensaje desde Erudición para ambos líderes

-Hay cosas más importantes que Erudición- casi rugió Eric y la pobre chica se encogió del miedo

-¿Qué dice el mensaje Emily?- preguntó Johanna mirando reprobatoria al rubio

-Que el plan empezará mañana. Por la situación entiende que Leena no vaya pero Eric sí debe presentarse en Osadía

The other side- Eric CoulterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora