The other side- Eric Coulter

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-¿Por fin te dignas a aparecer?-apunté con mi pistola a Cuatro, sin duda no estaba de humor-Baja el arma, princesa. Los dos sabemos que es la de verdad

-Estirado apartate, hoy está de gatillo fácil- le advirtió Eric saliendo de no sé dónde. Para nuestra suerte todos los iniciados acababan de salir del gimnasio para ir a comer

Dio un par de pasos atrás con las manos en alto- Escuché algo sobre Erudición

-Una zorra me inyectó a la fuerza un suero sin probar con el permiso de Max, no terminé bien- le conté brevemente bajando mi pistola, al fin y al cabo Cuatro era mi amigo

Me giré indiferente para salir e irme de una vez a comer, estaba hambrienta por culpa de Eric-es hora de ir al comedor- dijo siguiéndome, aunque yo tenía un humor de perros él parecía realmente contento, y relajado. Prueba de ello era que no le había saltado a Cuatro en toda la mañana

A las cuatro de la tarde ya consideraba que ninguno de mis iniciados vomitaría si les sacaba a correr de nuevo así que fui a su habitación para que levantaran de una vez sus culos de las literas

-¡Levantáos de una vez iniciados!- les desperté a la mayoría, a los que no fue porque ya estaban despiertos- en cinco minutos listos para coger el tren con ropa de deporte y bebed agua- advertí saliendo de la sala mientras todos comenzaban a cambiarse entusiasmados

-¿Cuanto vamos a correr?- me encogí de hombros mientras daba un paso al frente para separar a Eric de mi espalda- no hagas eso preciosa- gruñó en voz baja

-Los iniciados van a aparecer pronto- comenté empujándole esa vez para tener distancia- y voy lenta con ellos, solo cinco kilómetros- seguí hablando mientras clavaba la mirada en la gran puerta que conectaba la zona de los trenes con la facción

-A este paso vamos a perder nuestra forma física-advirtió algo molesto- pero es imposible que salgamos nosotros a entrenar estando de instructores

-Habla por ti, yo sigo haciéndolo-me burlé dándole un golpe en el brazo

Me miró entrecerrando los ojos y escondiendo una sonrisa divertida- con que esas tenemos...-intentó devolverme el golpe pero lo esquivé de milagro

Solté una carcajada ante mi hazaña picándole más todavía- estás perdiendo tu toque Eric

Empezamos a pelear entre nosotros intentando inmovilizarnos y que el otro se rindiera

Fue como cuando todavía éramos iniciados. Sonreía disimuladamente mientras intercambiábamos técnicas y sabía que él estaba disfrutando tanto como yo ese momento. En un descuido por su parte logré derribarlo y antes de darle opción me senté sobre su estómago intentando controlar sus piernas con las mías y sus brazos a nuestros lados-¿Se van a besar?

-Mi primo dice que llegaron juntos de su antigua facción

-Una trasladada de erudición les reconoció. Dice que era vecina de Leena y Eric siempre estaba con ella-dejé de forcejear con Eric al entender ese murmullo entre todos los que nos rodeaban. Él aprovechó su ventaja y giró la situación a su favor

Frunciendo el ceño molesta ahogué un gemido de incomodidad por cómo me sentía de aprisionada contra el suelo-Eric suéltame- dije en un tono bajo

-¿Te rindes?- se burló sin aflojar

-Luego seguimos entrenando, ya están los iniciados- ocultó la sorpresa, estaba tan concentrado en nuestro combate seguramente que no los percibió. Se levantó con agilidad tendiéndome  la mano para ayudarme a ponerme en pie- Vamos a correr otros cinco kilómetros- les avisé poniéndome frente a las vías del tren. Con poner el pie en el carril notaba la vibración del metal así que en poco llegaría

Al parecer tener a Eric corriendo con nosotros o les motivaba a esforzarse más e ir cada vez más rápido o les infundía el suficiente miedo a los iniciados como para que ninguno se quejara cuando incrementábamos el ritmo. En todo caso estuvimos de vuelta en Osadía un poco después de treinta y cinco minutos más tarde de cuando salimos

-Id a ducharos y comed algo, mañana repetimos- avisé seriamente para que me tomaran en serio- aprovechad lo que queda de tarde para hacer lo que queráis