19

741 52 0
                                    

-¿Segura que quieres ir hoy a entrenarles?- negué mientras me acariciaba con suavidad la espalda.

-No, no quiero- gruñí separándome del estúpido váter en el que pasaba más tiempo vomitando del que debería- pero tengo que ir

-De eso nada, si queremos seguir protegiéndonos no puedes salir así y que empiecen a atar cabos. Quédate descansando y si estás mejor luego vamos a comer, sino traeré la comida aquí

Me ayudó a ponerme en pie y prácticamente me llevó en brazos hasta la cama. De la cocina trajo un cubo que dejó al lado de la cama y me tapó completamente hasta casi los ojos

-Inventaré alguna excusa, nadie se atreverá a contradecirme- Sonreí un poco mientras se me iban cerrando los ojos del cansancio

Me despertaron agitándome con cuidado y me removí intentando volver a dormirme-Leena, Jeanine está aquí y me ha mandado Eric a buscarte

-Déjame en paz Zeke, me encuentro fatal- susurré debajo de las mantas

-Es una reunión importante, por favor levántate de la cama

Reuniendo toda la fuerza de voluntad que tenía lo logré. Zeke me dio la ropa que tenía en la silla, la que me iba a poner esa mañana para entrenar a mis iniciados-¿A dónde tengo que ir?

-Al despacho de Max- asentí y empecé a andar como un zombie. Para el bien de nuestro secreto las sudaderas enormes de Eric lo disimulaban perfectamente mientras no estaba tan grande mi vientre

-¿Para qué me habéis hecho llamar?- cuestioné abriendo la puerta directamente sin pedir permiso

-¿Estás indispuesta querida?- ignoré a la líder de Erudición y me senté en la primera silla vacía que encontré echando hacia atrás la cabeza y cerrando los ojos, era capaz de dormirme sin problemas-¿Necesitas que te revise un médico?

Max se puso en pie y me tendió una tablet para que leyese una información- No te preocupes, es sólo que hemos vuelto a servir pizza y anoche comió demasiado- le dijo a la rubia que soltó una recatada risa más falsa que ella

-Nos ha pasado a todos alguna vez- comentó divertida- eso que tienes entre manos es el plan que se llevará a cabo en un par de semanas

-¿Cuando termine la iniciación?

-Exacto querida- evité poner los ojos en blanco por el dichoso apelativo y me centré en leerlo- Pondremos a todos los osados un localizador, y marcharéis a Abnegación para encontrar a todos los divergentes. Si demostramos que los ocultan el resto de facciones les verán como traidores y no seguirán permitiendo que gobiernen

Asentí devolviendo la tablet a Max y volví a mi postura de antes- vale, supongo que pondremos los localizadores después de la iniciación

-Sí, antes de la cena- confirmó Eric

Jeanine estuvo contándonos unos cuantos detalles más que no me importaron. Creí escuchar a alguien al otro lado de la puerta, claro que era la que estaba más cerca pero como nadie pareció oírlo decidí achacarlo a mi imaginación

Era fácil salir de esas reuniones, al considerarnos meros peones no se molestaban en que nos fuéramos cuando acordaban detalles, al fin y al cabo nuestro papel era el de cumplir sus órdenes

Fuimos de vuelta a mi apartamento, no estaba lo suficientemente repuesta como para comer con el resto de la facción

Eric en cuanto me tumbé se fue a por comida y yo decidí ponerme ropa más cómoda y volverme a dormir

-¿Cómo estás?-preguntó nada más abrir la puerta del piso

-Medio muerta- respondí cuando entró al cuarto. Olía a hamburguesas y pizza

-Es normal Leena, tienes unas trece semanas- dijo con una sonrisita tumbándose a mi lado. Pasó una mano cuidadosamente por debajo de mi camiseta hasta mi estómago algo crecido- ¿no es pequeño para el tiempo que tienes?- puntualizó frunciendo el ceño preocupado

-Claro que no Eric, deja de preocuparte por eso- repliqué acomodándome más aún

Sabíamos que debía llevar una dieta más sana pero era casi imposible lograrlo todos los días en nuestra facción. Tampoco me quejaba de vivir a base de hamburguesas, pizza y ensalada realmente

Cuatro llevaba una semana sin hablar conmigo y me extrañó, pero era incapaz de salir de la cama fuera de lo estrictamente esencial

Cuando casi llevaba dos semanas sin hablar con él, una después de aquella reunión con Jeanine me lo encontré en las escaleras de los apartamentos. Sin dudarlo le arrastré a mi piso-¿Cuanto más pretendes evitarme?

Se cruzó de brazos poniéndose excesivamente serio- No sé de que hablas, no estoy evitándote

- Era erudita, y tú lo suficientemente listo para saber que no me lo trago- gruñí cortándole el paso a la puerta- ¿Es por que no me cae bien tu noviecita?

-Eso es ridículo, y no es mi novia- me apartó del camino con un empujón que casi me tira al suelo y no me esperaba. Me choqué con la pared demasiado fuerte y solté un quejido

The other side- Eric CoulterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora