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-Esta noche es la partida de captura la bandera- dijo Cuatro desde mi sofá-Max decidió ponerla después de las clasificaciones para que los iniciados se relajasen antes de comenzar la segunda fase

-¿Y por qué tú sí estás informado y yo no?- cuestioné escéptica, encima de que me habían obligado a ser instructora siquiera me contaban las cosas

Cuatro divertido cerró su portátil y lo dejó sobre la mesa- porque yo si fui esta mañana a la reunión con Max- puse los ojos en blanco con un bufido-¿Dónde estabas? Max mandó a buscarte y no te encontramos en toda la facción

Aparté la mirada con culpabilidad. Ya me había duchado tres veces intentando quitarme el olor de pólvora pero empezaba a pensar que todo eso era una forma que tenía mi cabeza de torturarme- No te va a gustar la respuesta así que mejor no preguntes- advertí dándole la espalda para que no viese cómo se hacía pedazos mi máscara. Solo necesitaba un momento para reconstruirla lo suficiente para Cuatro

-¿Dónde estabas, Leena?- insistió serio. Escuché sus pasos acercándose y luego puso con delicadeza una de sus enormes manos en mi brazo- llevamos años siendo amigos, puedes contarme que no será tan malo

-Estaba en Erudición-cogí aire rápido, todo lo que me permitía el nudo que notaba formarse en mi garganta-Eric y yo cazamos un divergente esta madrugada-confesé, en mitad de la oración se me quebró la voz y él de un tirón me hizo girar y esconderme en su pecho- ninguno de los dos queremos esto Cuatro pero no nos han dejado opción- seguí lamentándome

Notaba cómo corrían las lágrimas por mis mejillas, era una de esas veces que necesitaba un abrazo de Eric-¿Se lo llevasteis a Jeanine?-asentí al instante-¿Sabes qué han hecho con el divergente?

-Nos hicieron dispararle

Cuatro se apartó de mí casi como si fuese fuego-¿Le habéis matado vosotros?

-Jeanine me puso una pistola en la mano y me obligó a disparar si quería que no le hicieran nada a Eric- me abracé a mí misma intentando que el calor de mis brazos borrase la sensación del metal frío del arma de mis palmas- Él se ofreció a ser quién disparara pero esa zorra disfrutó obligándome a hacerlo, era su forma de reafirmar el poder que tiene en nosotros

Cuatro tensó los hombros y empezó a respirar agitadamente. Ni se acordó de llevarse su ordenador cuando se fue de mi piso casi corriendo

Un rato después cuando había logrado calmarme llamaron a la puerta. Cuando abrí me encontré a un demasiado sonriente Max, y a Eric-Leena tengo buenas noticias- me aparté para que pudiesen entrar. Mientras Max empezaba a andar con total confianza hasta mi salón cerré la puerta con Eric todavía sin moverse de mi lado

-¿Estás mejor?-preguntó preocupado y negué viéndome incapaz de mentirle- necesitamos unas putas vacaciones de esa zorra-gruñó pegando su frente a la mía- no volverás a apretar el gatillo- prometió y me aparté para poder abrazarlo

-Tú no vas a quitarme esa carga, Jeanine no lo permitirá y yo tampoco si vas a ser tú quien lo haga-susurré sintiendo sus fuertes brazos a mi alrededor- no quiero seguir cazando divergentes Eric, siento como si a quién estuviese matando fuera tu madre-confesé pegándome todo lo posible a él

Cogió aire y sabía que me respondería pero Max nos interrumpió-Chicos dejad eso para después, vamos a hablar del trato entre Osadía y Erudición

Suspiré pesadamente y caminamos hasta el salón con desgana-¿Qué ha ocurrido ahora?-gruñó Eric sentándose a mi lado en el sofá

-Erudición ha mandado nuevos dispositivos electrónicos para la facción. Nos han renovado toda la sala de control y han traído un par de regalos para vosotros- de su chaqueta sacó dos aparatos, tenían forma de pistola pero sin cañón y con una pantalla en la parte de arriba- sirven para comprobar si alguien es divergente o no. También señala su porcentaje pero con que lo sean en un uno por ciento ya son divergentes así que no dudéis en llevarles a Erudición. Jeanine ha prometido que lo que ha llegado es solo el principio si seguís cumpliendo sus órdenes, está en vuestra mano ayudar a la facción y como líderes haréis todo lo posible por ella-sentenció con una inmensa sonrisa volviendo a ponerse en pie- y no os preocupéis cuando la gente empiece a hablar de desapariciones ya me encargaré yo

Sentí un escalofrío por toda la columna y casi de forma instintiva me pegué a Eric buscando protección

-Que os divirtáis esta noche en captura la bandera- nos deseó antes de que se escuchase la puerta cerrándose

-Son unos putos enfermos todos- susurré pegada al cuello de Eric, en cuanto Max salió me hizo sentarme en sus piernas

-Vamos a dejar el tema todo lo que podamos-sugirió él apoyando la cabeza en el respaldo del sofá- bajemos a por la cena y preparemos nuestro equipo para captura la bandera

The other side- Eric CoulterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora