06. El señor de las aves te bendiga

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Anoche me dormí escuchando las canciones del artista favorito de Edward y descubrí que Harry Styles puede hacerte sentir como si fueras un dios inalcanzable y luego como si acabaras de divorciarte de tu tercera pareja en solo dos canciones

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Anoche me dormí escuchando las canciones del artista favorito de Edward y descubrí que Harry Styles puede hacerte sentir como si fueras un dios inalcanzable y luego como si acabaras de divorciarte de tu tercera pareja en solo dos canciones.

Y esas descripciones quedan a la perfección con lo que sentí ayer. El primer día siendo el novio de Edward públicamente fue sentirme como alguien famoso por tantas miradas y al mismo tiempo como alguien que hizo algo tan malo que lo han cancelado en Twitter, no me sorprendería encontrarme con hashtags como Andy-cancelado, Andy-is-over-party, Andy-a-dónde-tan-hetero o Andy-quiero-a-tu-novio.

Obviamente es broma, las personas de mi escuela ni siquiera deben conocer mi nombre, deben estar en plan «ni te topo». Lo más seguro es que me conocen por «el chico que sale con Edward» o «el chico sin dignidad que sale con el homofóbico» y para mí mejor, no necesito que personas odiosas sepan cómo me llamo, si no van a depositarme dinero entonces no me importa que sepan quien soy.

Además, ser conocido por salir con él no suena tan malo, pudo ser peor, ¿se imaginan ser conocido por «el segundo chico al que Edward mandó al hospital»? Jesús, María y José, estoy bien así, las personas me ven mal, pero al menos no me ven con lástima, aunque pudieron verme con envidia por la rinoplastia gratis.

El resto del día fui yo encerrado en el salón, hasta en la hora del almuerzo me quedé ahí porque, aunque decía que no tenía nada de qué temer, estaba cagado. A este punto necesitaré pañales de todas las cagadas que he hecho en menos de una semana. Lo único reconfortante del día fue que mis amigos decidieron quedarse conmigo en todo momento y pese a que le dije a Edward que se quedara con nosotros él se negó, creo que aún no se siente listo para convivir con los demás, aunque ese sea el principal motivo por el que salimos, aun así, no iba a presionarlo a socializar si él no quería, espero que pueda adaptarse poco a poco, debe ser difícil después de estar tanto tiempo sin hablar con alguien y es precisamente por eso que no fui insistente.

Luego de ello no hablamos, y cuando las clases finalizaron, Edward se fue solo, sin un adiós, sin un «salgamos juntos para que vean que somos novios», sin un mensaje diciendo «gracias por aceptar ser mi novio Andy, eres el mejor» ni nada por el estilo. Alguien dígale que no está cumpliendo su parte de ser un buen novio falso, gracias. No sé por qué ni siquiera se despidió, creía que estábamos avanzando y que ya éramos amigos o lo más cercano a ser amigos, y más allá de eso, irse sin decir nada no va con él. Sin embargo, también debo darle algo de mérito, gracias a que no estuvo conmigo la mayoría de las personas no me reconocieron y no llamé la atención.

Las ventajas de ser invisible.

Al menos lo más duro ya ha pasado. Solo es cuestión de tiempo para que me acostumbre a esta relación falsa, son solo tres semanas después de todo, no puede ser tan difícil fingir estar enamorado de alguien.

Sacudo la almohada del sillón un par de veces y toso un poco porque todo el polvo ha dado en mi rostro. Maldigo en voz baja un instante, esperando que mi mamá no me haya escuchado porque de lo contrario creería que estoy enojado por limpiar y me daría una catedra de dos horas de «no puedo pedirte que me ayudes porque al segundo te estás quejando, pero si tú me pidieras un favor yo lo haría sin problemas».

Una perfecta confusión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora