Me gusta creer...
Me gusta creer que el presente es la oportunidad que tenemos para sanar, para mejorar y para querernos sin miedo a caer, sin miedo a ser vulnerables, sin miedo a exponernos.
Me gusta creer que el pasado es la llaga que abrió los miedos más profundos de nuestro ser, pero que también fue la herida que, luego del daño, nos hizo querer sanar.
Me gusta creer que el futuro no es tan malo como solía pensar, después de todo tú estarás en el mío y nada podría verse mal si estás a mi lado.
Me gusta soñar...
Me gusta soñar con los ojos abiertos, sobre todo porque de ese modo no se siente como un sueño, sino como algo real que va a suceder.
Me gusta soñar aun si los sueños fueran casi imposibles de cumplir.
Me gusta soñar porque hacerlo es atreverse a imaginar que todavía hay cosas que quieres que sucedan; me gusta soñar porque eso significa que aún puedes esforzarte un poco más incluso si ya estás agotado; me gusta soñar porque hacerlo es el impulso que necesitas para continuar.
Me gusta soñar y me gusta creer porque hacerlo es sinónimo de esperanza...
Me gusta creer, me gusta soñar y me gusta esperar, y aunque las personas intentaron que dejara de hacerlo, aunque trataron de hundirme en la penumbra, no lo consiguieron ni tampoco lo conseguirán porque al final de todo sé que, sin importar cuánta oscuridad haya, siempre habrá un rayo de luz al final que alumbrará todo.
Así que sí, me gusta atreverme a tener esperanza, sobre todo porque tengo mil motivos para soñar, creer y esperar, y ya no tengo miedo de hundirme en la oscuridad porque sé que tú estarás ahí para iluminarme.
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Una perfecta confusión
Teen Fiction«Conocerte fue descubrir un género musical diferente al que suelo escuchar, pero que al final me terminó gustando.» La vida de Andy está rodeada de decisiones. Jugar verdad o reto, declararse o no, el casillero tres o el cuatro, ser honesto con sus...