Mi celular no ha dejado de vibrar desde hace un buen rato, pero estoy tan agotado que no quiero moverme, todos estos días me he estado desvelando tanto que apenas cerré los ojos caí rendido como piedra sobre la cama. Mis ojos se sienten pesados al igual que mi cuerpo y por dentro me repito que siga durmiendo porque mi celular dejará de sonar, no obstante, este sigue vibrando por varios segundos.
Rezongo y, somnoliento, abro los ojos con lentitud. Tardo un instante en darme cuenta que ya los he abierto en su totalidad. La habitación está en completa oscuridad y el silencio reina, algo extraño ya que mamá siempre se levanta temprano. ¿Qué hora es? ¿Y por qué mi celular no deja de sonar?
Tallo mis ojos y me quedo quieto unos segundos mientras trato de mantener los ojos abiertos, si fuera capaz de verme juraría que soy como esos memes de "tú acabando de levantarte y mirando fijamente el zapato de tu habitación".
Doy la vuelta y al notar que la cama es más grande de lo normal, los recuerdos de estos días llegan a mi cabeza como flashazos y el peso de todas las emociones vuelve a colocarse sobre mí, recordándome el desgaste emocional que solo el sueño pudo quitarme. Lo olvidaba, estaba en casa de Alek, me quedé el fin de semana con él. Ojalá poder olvidar todo lo que ha pasado no solo en sueños.
Suelto un gran bostezo y muevo la mano por toda la cama en busca de mi celular, cuando doy con él, lo tomo. Ya ha dejado de vibrar y el brillo de la pantalla casi me deja ciego. Me sorprendo al ver que es muy temprano. Dos de la mañana. ¿Quién está jodiendo a esta hora? ¿Qué no saben que el sueño es sagrado? Si es alguna notificación de los juegos que tengo instalado me mato, en serio me mato.
Bajo la mirada hacia el montón de notificaciones que aparecen: mensajes de WhatsApp del grupo que tengo con mis amigos, una solicitud de amistad de Facebook y llamadas perdidas de Edward... ¡¿Llamadas perdidas de Edward?! Tengo que pestañear muchas veces para verificar si he visto bien o si el cansancio ha hecho que pierda la cordura, sin embargo, al leerlo seis veces lo confirmo, no es un sueño, sí ha estado marcándome.
El sueño que sentía se va apenas compruebo que me ha marcado y me siento en la cama a duras penas para poder procesar esto.
¿Por qué me está marcando? ¿Y a esta hora?
No sé si él sepa que la definición de "terminar" significa no molestar al otro, pero no lo está llevando a cabo. Lo que menos quiero en este momento es hablar con él, sobre todo porque me había propuesto a continuar después de ver que estaba en esa fiesta con ese tal Ben. Sé que no tengo por qué enfadarme ya que no somos nada, pero eso solo lo hace peor: para Edward soy nada y por eso está allá afuera comportándose como si nada hubiera pasado, siguiendo con su vida, haciéndome a un lado.
Además, no puede solo marcarme a las dos de la mañana después de lo que pasó, ¿qué no se acuerda que me dijo que iba a mentirme para que así yo siguiera a su lado? ¿Y que no siente nada por mí? De solo recordarlo la sangre me hierve, sé que él cree que tampoco me gusta, pero... Agh, no soy alguien al que pueda usar cuando se le dé la maldita gana.
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Una perfecta confusión
Teen Fiction«Conocerte fue descubrir un género musical diferente al que suelo escuchar, pero que al final me terminó gustando.» La vida de Andy está rodeada de decisiones. Jugar verdad o reto, declararse o no, el casillero tres o el cuatro, ser honesto con sus...