Me gusta lo que teníamos.
Lo que hacíamos.
Lo que nos decíamos.
Lo que sentíamos.
Me gusta recordar esos momentos porque es lo único que me quedó de ti.
En cambio tú... tú no necesitas recordarlo porque te quedaste con casi todo mi ser; con mi corazón y con mi cabeza, con mis emociones y con mis pensamientos. Te quedaste con una gran parte de mí, porque yo soy tuyo.
Pero tú no eres mío.
Y me alegra tanto que sea de ese modo porque no eres de nadie más que de ti mismo. Nadie, pero absolutamente nadie, merece llamarte suyo, no lo valen.
No me gusta lo que tenemos.
Lo que ya no hacemos.
Lo que ya no decimos.
Lo que, probablemente, ya no sentimos.
No me gusta.
No me gusta saber que has llorado por mi culpa.
No me gusta verte desanimado, apagado.
No me gusta verte herido.
Y no me gusta ser yo el que nos llevó a ese punto.
Sí, me gusta lo que teníamos, pero, si esas cosas no hubieran sucedido, tú no te sentirías de esa horrible forma, tú no hubieras resultado herido. Así que, sin importar cuánto te quiera y cuánto ame esos momentos a tu lado, deseo con todo mi corazón que "lo que teníamos" nunca hubiera existido.
Ojalá nunca me hubieras conocido.
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Una perfecta confusión
Novela Juvenil«Conocerte fue descubrir un género musical diferente al que suelo escuchar, pero que al final me terminó gustando.» La vida de Andy está rodeada de decisiones. Jugar verdad o reto, declararse o no, el casillero tres o el cuatro, ser honesto con sus...