Cierro el libro que Edward me regaló después de colocar el último post-it y limpio el rastro de lágrimas que hay en mi rostro. Sorbo mis mocos y la señora que está frente a mí en el transporte público me ve con desdén. Le regalo una sonrisa tensa y tomo mi mochila para guardar el libro en la caja que he traído, posteriormente saco mi celular a fin de reclamarle a Edward por haberme recomendado leer esa historia. Ahora mismo soy más llanto que persona y todo es culpa del tonto Golden retriever que tengo de mi casi-algo-en-ascenso.
No sé cómo llamarlo; no es mi novio, ni mi ex, ni mi amigo, así que es un poco complicado ponerle algún nombre. Edward dice que solo somos dos chicos que se gustan y yo agregué que somos dos chicos que se gustan y van lento, pero llamarlo de ese modo es muy largo. Edward-el-chico-que-gusta-de-mí-y-yo-de-él-sin-olvidar-que-vamos-lento no entra en el nombre de contacto, es larguísimo.
Casi-algo-en-ascenso es más corto y entendible, no es lindo, pero es lo único que tengo por el momento. Si tuviera algún apodo para referirme a él sería muchísimo más sencillo, sin embargo, no importa cuánto piense en uno, todos los apodos que se me ocurren son horribles y simples. Pasé de querer llorar por la simpleza del "peliblanco" a llorar de vergüenza por "bebé", ¿yo diciéndole bebé a alguien? ¡Hasta pensarlo suena ridículo! Pensé en buscar apodos en internet, no obstante, creí que no sería algo muy significativo ni mucho menos cursi.
Él me dio un lindo apodo con significado y todo, y no voy a dejar que me gane en eso. No tendré experiencia en las relaciones, pero tampoco soy de los que se rinden a la primera. Bueno, sí lo soy, sin embargo, mis ganas de demostrarle que soy igual de romántico que él superan cualquier otra cosa.
Desbloqueo mi celular con la huella de mi dedo y busco su nombre en WhatsApp para teclear:
Elmejorjaegerista
Te odio, terminamos
He sonado demasiado exagerado y me arrepiento al instante de haberlo enviado, pero ni siquiera tengo tiempo de eliminar los mensajes ya que estos son marcados por las dos palomitas azules, él debe tener el celular en la mano debido a que ya está en la escuela. Muerdo mis uñas cuando veo que Edward ha dejado de estar en línea y que me ha clavado el visto. Vale, él no comprende por qué le he puesto eso así que comienzo a escribir que he terminado de leer el libro para que no malinterprete mis palabras.
No termino de formular mi explicación debido a que en la pantalla de mi celular aparece una llamada entrante de su parte. Uh. Volteo a mirar a mi costado para ver si nadie está prestándome atención, sé cómo terminan mis llamadas con Edward y no quiero ser el típico chico empalagoso del transporte público que todos escuchan decir "cuelga tú". En estos días me he dado cuenta que sí sueno como ellos.
—¿Terminamos? —es lo primero que me dice cuando descuelgo.
—Buenos días, primero que nada —saludo y antes de que haga otra pregunta, añado—: Buenos para ti porque para mí no, el día inició horriblemente, he terminado de leer el libro y estoy llorando en el transporte público, una señora me vio feo y todo.
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Una perfecta confusión
Roman pour Adolescents«Conocerte fue descubrir un género musical diferente al que suelo escuchar, pero que al final me terminó gustando.» La vida de Andy está rodeada de decisiones. Jugar verdad o reto, declararse o no, el casillero tres o el cuatro, ser honesto con sus...