𝐅𝐚𝐮𝐫

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Cuando desperté de mi sueño, el chico rubio que se había quedado dormido a mi lado se había ido. Bostezando, estiré los brazos y me froté los ojos.

Me levanté de la cama, maldiciendo cuando noté que mi camiseta se había deslizado hacia un lado durante la noche, dejando la mitad de mis pechos desnudos expuestos. Odio cuando eso sucede.

—Las clases comienzan en dos minutos bella durmiente. —una voz arrastrada llamó desde detrás de la puerta. Por instinto, le arrojé una almohada a la figura, volviéndose rosa brillante cuando vi quién era.

Draco Malfoy ahora estaba de pie en el borde de mi cama, completamente vestido con su túnica de Slytherin, a excepción de su corbata verde, que estaba desabrochada y envuelta alrededor de su pálido cuello.

—¿Acabas de tirarme una almohada? —preguntó, mirando mi cabello desordenado con una sonrisa en su rostro.

—Sí, lo hice Malfoy. —dije con cansancio: —¿Necesitas un certificado? Déjame volver a la cama.

—No creo que hayas captado el mensaje. —dijo Draco, obviamente encontrando esto divertido. —Nuestra clase de pociones comienza en un minuto, y ni siquiera estás vestida de traidora de sangre.

—Oh. —dije, quedándome en silencio mientras el hecho se asimilaba. Draco se rió entre dientes mientras yo arrancaba el contenido de mi baúl, arrancando mi túnica. —No no no. —lloré, buscando frenéticamente. —¿Dónde está mi corbata?

—No lo sabría t/a. —Draco dijo con los brazos cruzados, una gran sonrisa en su rostro.

Rápidamente me puse la camiseta por encima de la camiseta, sin importarme cómo se veía. Luché hasta que me vi lo suficientemente presentable, excepto por una cosa, mi corbata.

—Draco Lucius Malfoy. —espeté, caminando hacia él con enojo. —Devuélveme mi corbata ahora mismo.

—¿Cómo sabes mi segundo nombre? —preguntó Draco, su sonrisa cada vez más grande.

—Ni siquiera lo sé, pero ahora no es el momento. Dame. Mi. Corbata. De vuelta.

—No creo que lo haga. —dijo Draco, sonriéndome.

Ya había tenido suficiente, caminé hacia él de modo que se vio obligado a chocar contra la pared de la habitación. —Devuélvela.

Draco me miró, sus ojos grises clavados en los míos.

—No.

𝐀 𝐃𝐚𝐮𝐛𝐥𝐞 𝐁𝐞𝐝 ━━ 𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora