𝐀 𝐃𝐨𝐮𝐛𝐥𝐞 𝐁𝐞𝐝 ━━ 𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦

𝐄𝐢𝐠𝐡𝐭

Sonreí mientras entraba a la fiesta, del brazo de una Goldie de aspecto glamoroso.

La sala común de Gryffindor estaba positivamente viva, llena de voces y música.

—¡Goldie! ¡T/n! —llamó una profunda voz masculina.

Goldie sonrió y me llevó a la voz, que resultó ser nada menos que Blaise Zabini. Llevaba una hermosa camisa negra con un par de botones desabrochados, dando una vista a su oscuro y delgado pecho, así como jeans a juego. Junto a él estaban Pansy Parkinson, Draco Malfoy y la chica de Slytherin con la que Blaise había estado hablando.

Draco puso los ojos en blanco cuando Goldie y yo nos acercábamos. Lo ignoré y me senté en el sofá directamente frente al que estaban sentados.

—Ah, no creo que hayas conocido a ella. —Blaise dijo alegremente, señalando a la chica de Slytherin que estaba acurrucada a su lado —Esta es Evelyn, mi nueva novia.

Goldie se puso pálida, pero puso una sonrisa falsa, sus perfectos dientes blancos brillaban. Puse un brazo tranquilizador alrededor de mi mejor amiga, sintiendo ya su tristeza.

—Encantado de conocerte Evelyn. —le dije con fuerza a la chica de cabello castaño rojizo y rizado y unos impresionantes ojos verdes. Ella me sonrió. —Igualmente.

Luché contra el impulso de abofetear a la chica en su hermoso rostro. Por supuesto que no lo hice. Después de todo, no fue culpa de Evelyn. Simplemente no quería que nadie lastimara a Goldie, ni física ni mentalmente.

Draco me estaba mirando, con una expresión de frustración en su rostro. No entendía por qué siempre me miraba con esa expresión de ira y disgusto en su rostro.

—¿Qué llevas puesto traidora de la sangre? —él espetó, mirándome.

—Un vestido. —respondí dulcemente.

Draco se mordió el labio con enojo. —Eso no es lo que quise decir, es pequeño.

—Muchas gracias. —dije, tirando del dobladillo hacia abajo mientras bajaba por mis muslos.

—Estoy aburrida. —Pansy gimió molesta. —¿Podemos jugar con los Gryffindors? Escuché que están jugando a girar la botella.

—Suena divertido. —dijo Blaise, tomando a Evelyn de la mano y dándole un rápido beso en la mejilla. Vi a Goldie estremecerse visiblemente.

Dejé que los demás fueran frente a nosotros en el camino hacia el gran círculo donde estaban reunidos los Gryffindors. Tirando de Goldie hacia atrás, le susurré. —Goldie, lo siento mucho.

Goldie me sonrió con tristeza. —Está bien. Voy a planear su asesinato, eso es todo. —sus ojos color miel se entrecerraron cuando vio a Evelyn pasar su mano por la camisa de Blaise, sonriendo y mirándolo a los ojos.

—Sigan con ustedes dos. —Draco espetó cuando llegamos al área llena de gente.

Pansy comenzó a reír cuando vio a Hermione Granger, murmurando algo sobre su tupido cabello. Por segunda vez esta noche, tenía muchas ganas de abofetear a alguien en la cara.

Me senté con las piernas cruzadas en medio de Blaise y Goldie, Draco y Pansy encontrando espacio al otro lado del círculo.

—Oh. —dijo un pequeño chico de Gryffindor, —Slytherins. ¿Qué están haciendo aquí?

—Estamos aquí para jugar el juego en caso de que no hayas notado enano. —Draco se burló. —Date prisa y sigue jugando.

El chico murmuró un ok intimidado. —¡Yo iré primero! —Goldie dijo, ansiosa por dejar de pensar en Blaise.

Le sonreí. Goldie hizo girar la botella, observando atentamente cómo giraba alrededor del círculo.

Su expresión emocionada se desvaneció cuando la botella apuntó hacia los ansiosos ojos verdes de Ron Weasley. Goldie lucía como si estuviera a punto de vomitar, pero siendo la persona determinada y con los pies en la tierra que era, dejó que Ron se inclinara para darle un beso.

Traté de no reírme mientras la pareja se besaba. Hermione Granger parecía como si estuviera a punto de romper algo, ese algo era el cuello de Goldie.

Mientras Goldie se deslizaba a mi lado, siseó, —Sabía a pescado.

Empecé a reír incontrolablemente, lo que provocó que Draco volteara la cabeza hacia mí.

—Traidora de la sangre. —dijo, mirándome con esa misma expresión irritada en su rostro. —Tu turno.

Me puse rosa. —No realmente, estoy bien.

Goldie sonrió. —Anda.

Resoplé y giré la botella sin entusiasmo. Para mi decepción, aterrizó nada menos que en Harry Potter.

Goldie comenzó a sonreír aún más. —Dedo meñique. —ella susurró, riendo.

Le lancé una mirada de muerte antes de inclinarme. Le sonreí tímidamente a Harry que también se sonrojaba.

—¿Estás de acuerdo con esto? —susurró, sus labios a centímetros de los míos. Asentí con la cabeza, conectando mis labios con los suyos. Los labios de Harry eran suaves y gentiles, sus manos agarraron tiernamente tu cintura. Su lengua se deslizó en mi boca, profundizando este beso.

Me di cuenta de que probablemente estábamos tardando demasiado, así que vacilante me aparté de sus labios.

Goldie ahora se reía incontrolablemente mientras nos acercamos a ella. —Ustedes dos estaban a punto de empezar a follar aquí y ahora.

Le di una palmada en la muñeca, consciente de que todos me miraban. Harry me miró de nuevo, sonriendo felizmente. Le devolví la sonrisa. Sus ojos verdes eran tan hermosos.

Me di la vuelta cuando el juego se reanudó, esta vez Hermione hizo girar la botella. Sentí los ojos de Draco sobre mí. Lo miré, sus manos estaban agarrando su vaso de whisky de fuego con tanta fuerza que sus nudillos eran de un blanco puro, temí que el vidrio se rompiera.

Los ojos grises de Malfoy se encontraron con los míos. Mientras que los míos eran aireados y románticos, los de él estaban enojados y apasionados. —Puta. —murmuró, una sonrisa amarga en su rostro.

Se me cayó la boca.