𝐀 𝐃𝐨𝐮𝐛𝐥𝐞 𝐁𝐞𝐝 ━━ 𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦

𝐅𝐢𝐟𝐭𝐲

—Se ve tan tímida- y es caliente porque es realmente muy atrevida. —Blaise dijo soñadoramente, caminando a mi lado mientras paseábamos por los pasillos.

—Bueno de saber. —dije riendo, un poco ansiosa ya que el cielo estaba completamente oscuro, y en este momento Hogwarts no era el lugar más seguro del mundo. —Estoy feliz por ti y Daphne, ustedes serían una pareja realmente linda.

—Sí. Lo seríamos. —dijo Blaise, todavía con los ojos un poco borrosos. —¿Cómo fueron las cosas cuando visitaste a Draco?

—Bastante bien. —dije sonriendo. Acababa de salir de la enfermería hace unos minutos, donde esperaba a que Draco se durmiera.

—Ni siquiera voy a preguntar. —Blaise dijo, metiendo las manos en los bolsillos, —Ustedes son desagradables, sin embargo, desearía no tener que estar a su lado. Toda la noche.

—Largarse. —dije riendo y sonrojándome.

—¡Oh Draco! —Blaise gimió en un tono agudo. —¡Justo ahí daddy! Me encanta cuando tu me aho-

Empujé a Blaise en las costillas mientras la profesora Mcgonagall caminaba hacia nosotros con una expresión bastante cautelosa en su rostro.

—¿Qué están haciendo ustedes dos? —Mcgonagall siseó, —¿Y qué eran esos ruidos?

—Lo siento profesora. —ahogó Blaise, tratando de no echarse a reír.

—¡A la cama, los dos! —dijo ella con firmeza.

En el momento en que Blaise y yo estuvimos fuera del alcance del oído, los dos nos derrumbamos de la risa.

—¡Ni siquiera estoy exagerando! —Blaise dijo, —En realidad suenas como...

—¿Podemos dejar de tener un debate sobre mis ruidos sexuales? —dije entre risas.

—Nunca. —Blaise dijo sonriendo, —Lamento ser tan raro, pero eres uno de esos amigos a los que siento que puedo decirles las mierdas más extrañas.

—Lo entiendo, es probable que- —mis ojos se abrieron cuando vi un destello de luz roja explotar detrás de una esquina.

—¿Qué diablos fue eso? —preguntó Blaise, acercándose más a mí con miedo.

—Estoy segura de que está bien. —dije con calma, sacando mi varita y avanzando por el pasillo. —Probablemente algún niño jugando con las cosas de esa tienda de bromas de los Weasley.

—Eso no está bien. —dijo Blaise, entrando en un gran pasillo que estaba lleno de mortífagos. Habían demasiados para contar, las figuras de ropa negra lanzando hechizos y maldiciones a todos los estudiantes y maestros a la vista.

—Definitivamente no está bien. —estuve de acuerdo cuando alguien con el pelo rojo brillante cayó al suelo cuando una figura grande y peluda le cortó la cara. —¿Qué hacemos?

—Buena pregu- ¡cuidado! —Blaise gritó mientras un mortífago maloliente me lanzaba un hechizo. Sentí mi estómago caer, pero tuve el cerebro para esquivarlo, gracias a la advertencia de Blaise.

—¿Qué están haciendo ustedes dos parados ahí? —nos gritó una chica pelirroja, que sabía que era la nueva novia de Harry, Ginny Weasley.

—Realmente no me apetece pelear tanto. —Blaise dijo en voz alta sobre el alboroto.
—Pero gracias, buena suerte.

—¡Por eso odio a los Slytherin! —Ginny gritó detrás de nosotros mientras esquivábamos los hechizos dirigidos a nuestras cabezas.

—Discúlpala. —Blaise dijo mientras me guiaba a un armario de escobas, cerrando la puerta detrás de él, asegurándonos en nuestro pequeño y tranquilo santuario, lejos de todo el mal exterior. —Estaba siendo educado.