𝐀 𝐃𝐨𝐮𝐛𝐥𝐞 𝐁𝐞𝐝 ━━ 𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦

𝐓𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲 𝐄𝐢𝐠𝐡𝐭

*Contenido maduro*

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Gemí cuando Draco apretó el cinturón alrededor de mis muñecas, sus manos se deslizaron sobre mi cuerpo antes de descansar en mi cuello en un fuerte agarre.

Sabía que estaba estropeada. No debería dejar que Draco hiciera lo que quisiera después de que simplemente alejó mis preguntas. Sin embargo, cada vez que sus dedos tocaban mi piel, no sentía nada más que placer.

—Dije que abras la boca. —Draco siguió adelante.

La abrí ansiosamente. Draco gimió de satisfacción y pasó su pulgar por mis preciados labios.

—Chúpame el dedo. —dijo Draco, sus ojos cubiertos de lujuria. —Sé una buena puta.

Gemí cuando su pulgar se deslizó en mi boca. La forma en que estaba mirando mi boca me empapó.

Draco se mordió el labio y reemplazó su pulgar con su polla. Me atraganté un poco cuando se deslizó en mi boca, era tan grande y duro.

—Mi patética pequeña puta. —Draco se rió entre dientes mientras comenzaba a mover sus caderas. —Toda tu saliva sobre mí, atragantándote con esta polla.

Me estremecí ante su ritmo áspero, gimiendo suavemente sobre él. Draco agarró mi cabeza con rudeza y se obligó a sí mismo más profundo, haciendo que su longitud llegara hasta la parte posterior de mi boca. Mis manos se movieron impotentes dentro del apretado cinturón de cuero de Draco.

—Sabes que me toco pensando en ti puta. —Draco gimió, —Me corro tantas veces pensando en ti, haciendo un completo desastre.

Sentí mis bragas completamente empapadas con esas palabras, tan jodidas como estaba.

—Joder, mírame. —espetó Draco, agarrando mi rostro con fuerza. —Mírame a los ojos, puta.

Gemí sobre su polla de nuevo, mirando a Draco. Gimió de satisfacción cuando nuestras miradas se encontraron.

Las pálidas mejillas de Draco estaban enrojecidas de un elegante rosa, sus ojos grises tan oscuros por la lujuria que hacían juego con el humo negro que salía del tren, su cabello rubio usualmente tan limpio caía de manera desigual en su rostro. A pesar de que Draco era hermoso todo el tiempo, se veía mejor sobre mí con esa misma expresión fuera de control y ligeramente maníaca en su rostro inmaculado.

Draco comenzó a follar mi boca más rápido, sus ojos nunca dejaron los míos. Su paso era tan áspero y áspero que el asiento en el que estábamos enredados emitía suaves chirridos.

Juro que escuché un golpe en la puerta cuando el rostro de Draco se contrajo de placer, indicando que estaba llegando a su punto máximo.

—Ignóralo. —él gimió, —Estoy bajando por tu garganta, no importa lo que digas puta.

Traté de protestar, pero sus rápidos empujes amortiguaron las palabras que escaparon de mis labios.

Sentí que comenzaba a sentirme mareada debido al poco aire que me permitía la polla palpitante de Draco, pero la sensación inquietantemente la hizo más placentera.

—Merlin. —Draco gruñó, su ritmo se volvió más descuidado. —Vas a hacer que me corra puta.

Gemí impotente, mis manos tratando de quitarme el cinturón que estaba dejando dolorosas marcas rojas; No sirvio.

Draco enarcó una ceja y me abofeteó furiosamente ante mi pequeño movimiento. Su arrogancia desapareció, siendo reemplazada por un placer extremo.

Sus manos se enredaron con mi cabello, demasiado apretadas. Draco movió desesperadamente sus caderas, antes de que una serie de gemidos escapara de sus labios. Sentí su polla contraerse tan profundamente en mi boca, segundos después llenándome con su semen caliente.

Jadeé cuando salió de mi boca, su carga se derramó fuera de mis labios.

—Trágatelo puta. —Draco espetó sin aliento, todavía recuperándose de su pico.

Con un tembloroso gemido, obedecí, disfrutando la forma en que Draco me vio lamer mis labios.

—Draco, ¿puedes dejarme entrar? —una voz enojada gritó, —Evelyn quiere que tenga sus bebés.