𝐀 𝐃𝐨𝐮𝐛𝐥𝐞 𝐁𝐞𝐝 ━━ 𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦

𝐅𝐨𝐫𝐭𝐲 𝐓𝐰𝐨

—Te ves impresionante. —dije, mirando a Draco vestido con jeans negros y una camisa blanca medio desabrochada.

—No tan sexy como tú. —dijo, atando los hilos de mi vestido rojo.

—Andiamo (vamos). —dije alegremente, agarrando su muñeca.

—¿Hablas italiano? —preguntó Draco, riendo.

—Bien- —dije, mis palabras fueron interrumpidas por Goldie y Pansy caminando de la mano por el pasillo.

Goldie se dio la vuelta, sus dientes blancos nacarados se curvaron en una sonrisa. Para mi decepción, se veía hermosa de nuevo. Sus rizos estaban de vuelta. Llevaba un vestido rojo, como el mío, lo que me enfureció aún más.

—¡Hola Draco! —ella llamó, ignorándome.

—¡Hola Baldie! —dijo Draco, fingiendo saludar pero luego levantando el dedo medio.

Le sonreí a Draco, me tomó de la mano y continuó caminando por el pasillo, siguiendo el fuerte bajo de la música en la sala común.

—Llevas mucho mejor el vestido. —dijo Draco, tocándome el trasero.

—No tocar. —dije, —Bueno, hasta que estemos borrachos.

—Sí, señora. —dijo Draco sarcásticamente, siguiéndome a la fiesta. —Supongo que tendré que conseguir esas bebidas muy pronto.

—¡Por aquí bellezas! —Blaise llamó, luciendo hermoso también. Era evidente que ya había tomado unas copas cuando se acercó a nosotros a trompicones.

Sonreí y lo abracé, a lo que me respondió agradecido. —Estás preciosa. —él me dijo.

Draco se mordió el labio y saludó rígidamente a Blaise.

—¿Quieren bebidas? —Blaise preguntó alegremente.

—No gr-

—Sí, por favor. —dijo Draco, interrumpiéndome. Le sonreí.

—Esperen aquí. —Blaise dijo en voz alta sobre la música.

—Te pones tan celoso. —me reí, descansando mi cabeza en el hombro de Draco.

—Es difícil no hacerlo cuando tengo a alguien tan perfecta como tú. —Draco respondió, arrastrándome hacia uno de los sofás.

Sonreí contra sus labios mientras me besaba suavemente, sin importarme realmente quién estaba mirando, todos estaban ocupados de todos modos.

—Bebidas. —Blaise dijo torpemente, sosteniendo tres vasos de whisky de fuego.

Draco sonrió y se apartó de mis labios, agradeciendo a Blaise y tomando el trago.

Tomé un sorbo y le guiñé un ojo a Draco. El sabor era fuerte y la ardiente sensación de ardor hacía justicia a su nombre.

—Voy a buscar otro. —dijo Draco, lamiendo sus labios.

Vi a Draco ir a la barra, luego regresar, luego ir a la barra de nuevo, cada vez que sus pasos se tambaleaban.

—Creo que has tenido suficiente Draco. —dije mirándolo deslizarse hacia el sofá.

—Quizás. —Draco arrastraba las palabras, riendo y jugando con mi cabello. —Blaise, sabes que tienes mis iniciales en-

—Eso es suficiente Draco. —dije, poniéndome rosa. Blaise se rió lentamente.

—Eso es tan- —Blaise hipo ebrio, —Kinky.

—No-

—Joder, tengo que orinar. —dijo Draco de repente, levantándose y sujetándose la entrepierna.

—Adelante. —dije sin rodeos, sonrojándome de vergüenza, tratando de evitar la mirada de Blaise.

Draco desapareció por las escaleras, tropezó con una, pero luego volvió a levantarse rápidamente, asegurándose de que nadie estuviera mirando. Me reí para mí.

—Podría ir a buscar un par de tragos más. —le dije a Blaise.

—Hazlo hermosa. —Blaise arrastraba las palabras, guiñando un ojo a una estatua.

—Esos dos están perdidos. —me reí entre dientes, cogí un vaso de whisky de fuego y lo bebí. El primero no lo hizo por mí, así que escondí otro.

Cuando estaba a punto de pasar al tercero, un dedo me tocó el hombro.

—Hey erm- —era la chica de mi clase de pociones, la que estaba en el baño del Caldero Chorreante.

—¡Oh hola! —dije alegremente, con la mente confusa. —No estoy embarazada por cierto, ajaja.

La chica me miró con curiosidad. —No dije nada sobre el embarazo, no importa. Draco te quiere, está en el baño, la primera habitación a la izquierda.

—Gracias cariño. —balbuceé, corriendo escaleras arriba. La chica parecía como si quisiera darme una bofetada en la cara, o llamar a un hospital psiquiátrico, o ambas cosas.

—¡Draco! —llamé, tropezando con la primera habitación a la derecha, ¿o estaba a la izquierda?

Abrí la puerta, sintiendo que mi corazón se hundía al ver a las dos personas en la habitación.

Juntos, en la cama, estaban Goldie y Draco Lucius Malfoy. Incluso borracha sabía que significaba malas noticias.