𝐀 𝐃𝐨𝐮𝐛𝐥𝐞 𝐁𝐞𝐝 ━━ 𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦

𝐓𝐡𝐢𝐫𝐭𝐲 𝐒𝐢𝐱

—¿Qué tal estos? —preguntó Draco, pasando sus manos por el frío acero de un par de esposas.

Apreté mis muslos, obviamente pensando que sí. —Erm.

—Eso es un sí. —dijo Draco, colocándolos en la cesta de la compra.

Me sonrojé y me acerqué al otro lado de la tienda.

—Draco, probablemente deberíamos conseguir algo de esto. —dije, haciendo un gesto hacia una caja, anunciada como una píldora anticonceptiva que brinda protección durante todo el año, solo con una pequeña píldora.

—Sí, adelante. —dijo Draco despreocupadamente, mordiéndose el labio cuando vio un costoso cuchillo de cuero.

Noté que había algunas pruebas de embarazo colocadas al lado de las píldoras, así que solo para tener cuidado, las coloqué en la canasta junto con el método anticonceptivo.

—¿Tienes lo que quieres? —preguntó Draco, caminando hacia el mostrador.

Asentí con la cabeza, sosteniéndome de su brazo mientras colocaba la canasta en el mostrador.

Miré hacia abajo cuando noté que el cajero le dio a Draco una mirada bastante sugerente. Draco la ignoró, dándole una mirada de muerte y envolviendo su mano alrededor de mi cintura, con fuerza. Sentí que mi corazón latía un poco más rápido.

Me sonrojé cuando el cajero escaneó la prueba de embarazo. El agarre de Draco se hizo más fuerte alrededor de mi cintura.

—¿Para qué las compraste? —él susurró.

—Por si acaso. —dije. Incluso si estuviera embarazada, no sería un gran problema. Fue realmente difícil que se notara en el mundo mágico, ya que podíamos deshacernos de los bebés con el movimiento de una varita. Incluso con el lado positivo, no era realmente algo con lo que quisiera lidiar.

Draco y yo salimos de la tienda, su agarre todavía apretado alrededor de mi cintura. Mientras caminábamos por las calles, un chico moreno con el rostro pecoso prestó mucha atención a mi pecho.

Los ojos de Draco se entrecerraron, viendo al chico guiñarme un ojo. Antes de que el chico pasara, Draco me agarró por el cuello, llevando mis labios a los suyos con brusquedad. Gemí en estado de shock, sintiendo sus grandes manos deslizarse por mis piernas.

—Woah.

—Vayamos a casa y usemos estas cosas, ¿de acuerdo? —dijo Draco en voz alta, sonriendo al ver la expresión avergonzada del chico.

—Si. —dije sin aliento, siguiéndolo.

—¿Qué tal si tomamos el tren muggle? —Draco preguntó, —Siempre he querido tener sexo en un tren.

Tosí, tratando de ignorar a una anciana que nos miraba con disgusto.

—Draco, no puedes tener sexo en los trenes. —siseé, tratando de seguir su ritmo rápido. —Está lleno de gente.

—Ese es el punto, ¿no? —dijo Draco, su sonrisa cada vez más amplia.

Sonreí exasperada, fue esa sonrisa la que me hizo caer más fuerte que nunca.

—Vamos. —dije, ahora caminando más rápido que él, casi llegando al Caldero Chorreante.

Hice una mueca al ver los carteles de se busca en las paredes del pub. La expresión de Draco se endureció cuando sus ojos grises se encontraron con los apagados de su padre en uno de los carteles en la pared.

Besé su mejilla suavemente, tomando su mano. A veces, el nuevo exterior juguetón, sarcástico y terriblemente caliente de Draco me hacía olvidar la presión, el estrés y la ansiedad bajo la que estaba.

—¿Draco? —le pregunté, —¿Te importa si voy rápido al baño?

—Sin preocupaciones. —dijo Draco, con el rostro en blanco. Rápidamente saqué la prueba de embarazo de la bolsa de la compra y me dirigí al baño.

—La barba de Merlín, estoy jodida. —murmuré, corriendo hacia uno de los cubículos del baño y haciendo mis cosas. Cuando terminé, preparé la prueba y la dejé a un lado, esperando ansiosamente el resultado.

Respiré hondo, preparándome para lo que vendría después. Siempre había luchado con estar nerviosa. Puedes deshacerte de él fácilmente, me dije, Draco te ha apoyado mucho de todos modos.

"Positivo". Leyó. Y para ser honesta, no me sorprendió mucho.