𝐀 𝐃𝐨𝐮𝐛𝐥𝐞 𝐁𝐞𝐝 ━━ 𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦

𝐍𝐢𝐧𝐞

—Estoy seguro de que te gustó, ¿no? —Draco gruñó.

Estábamos de vuelta en nuestro pequeño dormitorio, la camisa de Draco estaba medio abotonada, estaba apoyado contra el marco de madera de la puerta.

—Por supuesto me gustó. —dije sin rodeos. —Potter es un gran besador.

Draco me miró como si quisiera inmovilizarme contra la pared y estrangularme.

—Sí claro. —él dijo.

—Como si pudieras hacerlo mejor. —rompí.

Draco se acercó más a mí donde yo estaba sentada en la cama de felpa, quitándome los tacones altos.

—En realidad. —dijo Draco sedosamente, —creo que podría hacerlo mucho mejor.

—¿Oh sí? —dije, mirándolo con irritación. —Demuéstralo.

Draco me miró, su expresión era algo que no podía identificar exactamente. Definitivamente estaba compuesto de ira, pero esta vez, algo más.

Su mano se encontró con mi barbilla con brusquedad, levantando mi cabeza para que tuviera una vista completa de sus ojos oscuros. —¿De verdad crees que voy a besarte traidora de la sangre? —susurró Draco, apretando su agarre alrededor de mi barbilla. —Porque tienes razón.

Mis mejillas se quemaron cuando Draco quitó su mano de mi barbilla y golpeó sus labios contra los míos. Sentí algo dentro de mí que nunca antes había sentido, algo oscuro, deseoso e inexplicable. Draco se subió encima de mí, sujetándome contra la suave cama mientras su lengua se deslizaba con fuerza dentro de mi boca, explorándome.

Dejé escapar un pequeño gemido cuando me mordió el labio dolorido. Sin previo aviso, Draco se apartó.

—Merlin. —respiró. —Realmente eres una puta.

—¿Perdóname? —espeté, empujándolo fuera de mí.

—Me escuchaste traidora de la sangre. —dijo Draco, sonriéndote. —Eso no significó nada para mí, absolutamente nada.

—Y no me digas que Potter podría haberlo hecho mejor, apuesto a que estás goteando-

Ya había tenido suficiente, dejé escapar toda mi ira y le di una bofetada en la cara. —No te atrevas a llamarme puta de nuevo. La única puta aquí eres tú.

Draco tocó el lugar donde mi mano había golpeado con una mezcla de asombro y furia. —¿Acabas de abofetearme?

—Puedes apostar que lo hice.