»» 𝙸𝚗 𝚂𝚎𝚊𝚛𝚌𝚑 𝙾𝚏 𝚃𝚑𝚎 𝙲𝚛𝚒𝚖𝚒𝚗𝚊𝚕 ««

16.Min

Sus pies se movían a gran velocidad, uno tras el otro, sus manos sostenían juntas y con fuerza el mango del arma, sus ojos se movían hacia todos lados al caminar entre los pasillos, una puerta cerrada de madera redujo la velocidad de su andar, está estaba entre abierta y el sin dudar dio una fuerte patada, abriendola con brutalidad.

Entró al cuarto, era solo una sala llena de muebles, vacia a la vista, esta sala conectaba a dos pasillos y estaba por ir al del frente cuando un ruido de pasos lo hizo apuntar a un lado de el y disparar.

- Ah! Duele! Duele! - el pelinegro abrió sus ojos en grande al ver quien era el que se retorcia en el suelo, sin dudar corrió a el.

- mierda jimin! Debías identificarte - grito dándole la vuelta y recostandolo boca arriba, jimin solo tocaba su pecho con un gesto de dolor.

- me...disparaste - dijo entrecortado por la falta de respiración, jungkook le dio un golpe en el brazo y se levantó.

- es tu culpa por estar en una escena del crimen, además como se te ocurre acercarte a mi de esa forma - lo ayudó a levantarse y vio las balas incrustadas en el chaleco de jimin.

- lo siento es que...te ví pasar y quize informarte que estaba aquí pero casi me matas! - a la vez que continuaba su frase, su tono de voz aumentaba, terminando por gritarle al pelinegro, quien rodo los ojos.

- caminabas sigiloso como si no quisieras ser escuchado, yo solo actúe - fruncio sus cejas molesto, en verdad solo se salvó por el chaleco, suerte que lo trajo; pensó, jimin resoplo rodando los ojos.

- si lo que digas - le dijo de mala gana mientras salía de la habitación con jungkook pisándole los talones.

- por cierto...por que estas aquí? - pregunto algo confundido, solo el sabía sobre esa ubicación y que jimin apareciera ahí era algo extraño.

- acaso no recuerdas que las casas de seguridad al ser descubiertas ya no tienen por que esconderla? - pregunto alzando una ceja, jungkook hizo una o con su boca al recordar ese pequeño detalle - además me llamaron por allamamiento pero no hay nadie, seguro era un indigente buscando donde pasar la noch- se corto a si mismo y ambos se pusieron alertas al mismo tiempo que tomaban sus armas, apuntaron a la puerta trasera cuando de ella salió corriendo un hombre con capucha.

- lo seguiré, tu síguenos con la patrulla - ordenó y sin esperar respuesta, ya que sabía que era más que afirmativa, corrió fuera la casa para después saltar sobre la reja con facilidad y seguir al hombre que corría por un callejón, rogaba por que no tuviera salida - detente! - grito sin dejar de correr, el hombre encapuchado lo miro de reojo para luego intentar obstruir su camino con un contenedor de basura, cosa que no sirvió ya que jungkook colocando una mano sobre este, salto con mucha agilidad y facilidad, volviendo a correr tras el otra vez.

Jungkook sonrió al verlo detenerse frente a una alta reja al final del callejón, esta daba a las calles más transitadas, se acercó lento y ser amenazante, aunque la placa y el arma en su cinturón ya lo hacían amenazante.

- pon tus manos donde pueda verlas - ordenó sin dejar de acercarse pero el hombre después de darle un corta mirada, trepó la reja con dificultad pero pasando al otro lado, jungkook se quejó entre balbuceos - carajo, mi trabajo sería mucho más fácil si me hicieran casa - dijo mientras tomaba impulso y así correr hacia la reja para colgarse, trepando y en cuestión de segundos cayendo al otro lado, para su suerte el extraño hombre aún no llegaba a las calles, eso no dejar pasar, podría dañar a alguien y eso era lo que menos quería.

Aumento su velocidad y justo en el momento de que el hombre casi llega a su objetivo, jungkook logró derribarlo ante de que eso pase.

- nadie puede contra jungkook gacela - festejo fingiendo que golpeaba algo invisible, dió brincos en su lugar a la vez que es tiraba sus músculos, dejó de hacer el ridículo cuando el hombre intento escapar pero su pie golpeando la zone detrás de sus rodillas lo hizo caer otra vez - a donde vas? Recién nos conocemos - dijo divertido a la vez que se colocaba tras el hombre y lo obligaba a colocar sus manos detrás de su espalda, lo esposo y luego lo levanto del suelo, quitándole la capucha y así poder ver su rostro.