»» 𝙸𝚗 𝚂𝚎𝚊𝚛𝚌𝚑 𝙾𝚏 𝚃𝚑𝚎 𝙲𝚛𝚒𝚖𝚒𝚗𝚊𝚕 ««

26.comprende

- y si pones algo de buena música? digo para mejorar el ambiente - habló el tipo desde los asientos de atrás, vante alzó la vista y la cruzó con el contrario a través de el espejo retrovisor, dandole un penetrante y nada amigable mirada - que amargado eres, detestable - se removió en su asiento y movio sus brazos intentando liberarse de sus ataduras pero era imposible - esa música es para viejos, que edad tienes? Treinta? Por dios viejo eres igual a mi idiota pad- vante freno de golpe, provocando que el tipo en los asientos de atrás golpeara su rostro contra el asintió de en frente, iba a protestar pero la voz del contrario lo interrumpió.

- Sabes no nesecitas tener tus brazos,   piernas y tus bonitos ojos para decirme lo que necesitó - dijo cuando dio vuelta en su asiento para verlo, tomándolo con rudeza y bastante fuerza de la mandíbula, el tipo no dijo nada, solo podía aguantar las ganas de quejarse ante el fuerte agarré - si me lo dices pronto, podrás irte antes - dijo soltandolo de manera brusca y volviendo a acomodarse en su lugar para seguir su camino.

- idiota - habló entre dientes a la vez que volteaba a ver por la ventanilla, vante sin contestar lo miro mal y decidió ignorarlo, sonrió a labios sellados y colocó sus música otra vez pero esta vez subiendole más el sonido, sus dedos golpeando el volante suavemente al ritmo de la clásica música.

En poco tiempo ya se encontraba entrando a su gran mansión rodeada de guardias con grandes habilidades de combate y sobre todo con armas de gran calibre, agust iba a paso lento detrás de el mientras procuraba que el tipo no haga movimientos extraños o intentara atacar a vante, quien caminaba unos pasos más adelante sin ninguna preocupación.

- llevalo abajo y puedes ir empezando pero no te diviertas tanto - le dijo sin voltear a verle, agust asintió sin rechistar y empujando al tipo se lo llevó al lugar acordado.

Vante subió sus escaleras a la vez que se quitaba su saco lleno de manchas de sangre y algún que otro corte en la fina tela, le gustaba ese saco pero ahora tendría que conseguir otro nuevo, entró a su habitación dispuesto a cambiarse aquella ropa pero lo que ven sus ojos, lo hace suspirar y lanzar la rota prenda a alguna parte del cuarto.

- es encerio? Que es lo que te dije niño bonito? - preguntó con una expresión de asco al ver a ambos cuerpos envueltos en sus rojas sabanas, uno de ellos con una piel un poco más lechosa y cabello rubio, el contrario siendo lo opuesto, cabellos negros y piel canela igual a la suya.

- es que tu cama es tan suave, no pude contenerme - habló dulce el de cabellos rubios, sentándose en la cama, dejando ver su torso completamente desnudo y con alguna que otra marca.

- yo estoy en busca de mi kookie y ustedes están follando en mi cama, no que esta mierda la ibas a acabar hace unos días? - espeto molesto mientras se acercaba a su armario por algo diferente, un chasquido lo hizo voltear a ver al contrario.

- hermanito, la vida es solo una y estar en una relación poliamorosa es mucho mejor que andar con solo alguien - dijo encogiendose de hombros mientras acariciaba con cariño la espalda del más pequeño - además no pude resistirme a esta preciosura - mordió su labio viendo al de labios rellenos, quien sonrió coqueto.

- lógico, si sus únicos trabajos son de protección y seducción para peces gordos - río bajó a la vez que terminaba de quitar su camisa, alzandola para tirarla a algún lugar lejano de la habitación pero un lindo cuchillo rosa brillante la dejó enganchada en la pared antes de siquiera soltarla - bueno también es bueno con los cuchillos, una gran habilidad sin duda - dijo tocando con su dedo aquel objeto y quitandolo para luego dejarlo en el suelo.

- mi yoonie ya volvió? - preguntó dulce para luego levantarse sin importarle que la ropa estuviera ausente de su cuerpo, tomó una corta remera para luego colocarsela y seguir con las demás prendas, siendo un jean azul apretado a sus fornidas piernas, teniendo algún que otro agujero en ellos, y unas convers blancas, vante asintió justo cuando término de cambiarse - Ah! Yoonie!! - su voz aguda sonando por los pasillos de aquella mansión como si saliera de un fuerte parlante.