»» 𝙸𝚗 𝚂𝚎𝚊𝚛𝚌𝚑 𝙾𝚏 𝚃𝚑𝚎 𝙲𝚛𝚒𝚖𝚒𝚗𝚊𝚕 ««

You And Me

Tal vez habían pasado alrededor de tres o cuatro años desde que la fuga de Vante era de lo único que se hablaba, el pánico del país solo iba en aumento con la desaparición del asesino en serie y ahora mafioso más buscado en todo corea. Pero al cabo y como todo, se olvidaron o pasó a ser un tema del cual ya nadie hablaba ya que en esos años, Vante, al igual que su banda, parecieron desaparecer de la fas de la tierra mientras que la ciudadanía se olvidaba por a poco de ellos, continuaban con sus vidas como si nunca hubieran pasado esa serie de asesinatos boracez que solo un psicópata fribolo y sin una pizca de remordimiento poadfia hacerlo, era claro que era algo planeado, Vante no sería tan idiota como para salir a la luz luego de que hasta la interpol había comenzado a buscarlo, no salió del país ni mucho menos porque esto sería muy obvio y el primer año tuvieron una gran seguridad en las afuera de la ciudad, para evitar que alguien saliera de la cuidad, no podían hacerlo sin ser atrapados y no era una opción.

A pesar de todo acá estaba casi cuatro años después en la fiesta de inauguración de unos de sus clubes nocturnos, uno de los cinco que ya había abierto, una tapadera perfecta para hacer tráfico de drogas y algunas sustancias ilegales junto con reuniones que se veían disimuladas por multitudes a su alrededor, sonrió con arrogancia llevando su bebida a sus labios para beber de un largo trago todo su contenido, su anillo en V reduciendo bajo los reflectores de las luces que por momentos le daban, el hombre frente a él estaba sorprendido y miro su bebida con nervios, temor o quizás hasta pánico, tragando con dificultad al ver la joya, vante se contuvo a reír.

- bebelo, así podremos tener una buena conversación entre adultos - ordenó con una sonrisa que aparentaba ser amable pero escondia más maldad de la que aparentaba y el hombre lo dudo haciéndolo apretar la mandíbula por el fuerte licor que le quemó hasta los pulmones, jadeando por aire ante el calor que su cuerpo experimentó de golpe.

Viendo con un gran molestia a vante antes de apretar su mano dentro de su saco, afianzando su agarré en un arma de fuego escondida entre su brazo y pecho, era tan pequeña que no fue perceptible por quienes le revisaron, además trajo una visible para no cometer errores como su jefe le ordenó.

Jimin, notando sus acciones y que pronto hecharia todo por la borda, soltó una risita risueña llamando la atención de aquel hombre y no tardó en ponerse de pie para acercarse hacia el, moviendo sus caderas sugerente pero sin parecer forzado, viéndose encanador e hipnotizante, tomandose el atrevimiento de sentarse en sus piernas para sujetarle de la mano, la cual hizo rodear su cintura al mismo tiempo que el lo hizo por sobre sus hombros para así pegar lo más que podía su cuerpo al suyo, le sonrió de aquella forma encantadora e inocente que sabía usar, acariciando sus hombros con sutileza.

- beberé contigo, que dices? Te dejaré invitarme un trago y luego...- dijo para acercarse y susurarle al oído con sensualidad, rozando sus rellenos labio contra su oreja - ...tu y yo podemos disfrutar en una de las habitaciones, que dices, mh? - cuestionó ladeando su rostro con falsa inocencia brillando en sus expresiones, algo que dejó hipnotizado a aquel hombre que solo asintió casi con desespero y el rubio sonrió para luego empujar el vaso de sus manos hacia su boca, obligándolo a beberlo todo y besó sus comisuras como recompensa por haberlo hecho.

El rubio volteo a ver a su jefe, amigo y cuñado recibiendo una sonrisa aprobatoria, la cual correspondió para volver a servir una gran cantidad de líquido en el vaso y así hacerlo beber otra vez, conectando miradas hasta que estuvo lo suficientemente distraído como para que sus manos se colaran dentro de su saco, tomando el arma con sus ágiles e inperctibles manos para quitársela. Los tragos solo aumentaban, todos bebian dándole más confianza a aquel hombre que recibió cada bebida de aquel hermoso rubio sin rechistar y Vante a pesar de ya haber tomado cuatro botellas enteras estaba más que sobrio, era un gran bebedor si contamos que lo hacía desde los catorce.