»» 𝙸𝚗 𝚂𝚎𝚊𝚛𝚌𝚑 𝙾𝚏 𝚃𝚑𝚎 𝙲𝚛𝚒𝚖𝚒𝚗𝚊𝚕 ««

36.debes irte

Su andar era silencioso, al igual que la casa a excepción de la tv encendida y su madre tarareando una vieja canción mientras terminaba la cena con una sonrisa, sin darse cuenta del adolescente detrás de ella, ese que tenía una mirada vacia por más del enojo que lo cegaba y consumía su corazón como su mente.

Consumiendolo tan rápido como el fuego, destrozando todo a su paso.

Ella se acercó al refrigerador y tomó algunas verduras para la sopa antes de voltear para volver a la olla sobre el fuego, por un momento pareciendole que alguien había ahí pero estaba ella sola, así que ignorando aquel extraño sentimiento, siguió en lo suyo. Mientras que el hombre que disfrutaba del partido en su respectivo sofá viejo, queriendo ignorar la presencia del menor junto a el, no le interesaba y nunca lo haría.

- te perdono - habló por primera vez después de quedarse parado junto a el hombre sin decir nada por varios minutos, se sentía incómodo claro pero solo lo ignoro.

- perdonarme? Por que? Tu deberías rogar mi perdón, solo eres una máquina de llorriqueos desde que estas aquí - dijo alzando una ceja a la vez que llevaba la lata de cerveza a sus labios para tomar un largo trago.

- te perdono por ser un mal padre, por ser una basura en todo el sentido de la palabra, por ser...- lo miro de abajo a arriba, examinando su desastrosa ropa y la mugre que lo rodeaba, casquillos de cigarrillos al igual que latas arrugadas en el suelo, un asco total - ...lo que sea que eres, te perdono pero nunca dejaré de odiarte y para ello debes irte - apretó sus labios como si estuviera arrepentido de lo que decía, lo cual no era así, debía esconder su sonrisa para no ser obvio, para no dejar en evidencia sus acciones.

En ese mismo instante se escucho una fuerte tos a lo lejos, proveniente de la cocina haciendo que ambos voltearan con la mirada a esa dirección, en unos segundos se escucho un golpe seco y nada a los siguientes.

- que esta pasan-ahg - comenzó a decir al dejar de ver en dirección hacia la cocina y volviendo a ver al menor, buscando alguna explicación de los extraños ruidos pero no se espero que una presión en su cuello lo dejara sin habla y ese algo era un cuchillo presionando contra su piel.

- como dije, debes irte - le sonrió haciendo más presión con el objeto - te odio tanto y me gustaría que esto fuera más divertido, hacerte sentir lo que me hiciste sentir por tantos años pero no te mereces ni un segundo más - giro su cabeza de lado mientras presionaba aún más, sonriendo a labios sellados al ver como la sangre se hacia presente, bajando de forma espesa por su cuello.

Sus ojos siguieron el camino de la sangre que dejaba salir la herida, bajando por su pecho hasta perderse en sus rotas ropas, sonrió al ver como tragaba de forma dificultosa por los nervios, miro sobre su hombro en dirección a la cocina y logró ver a su madre sentada en la mesa con su rostro hacia un lado en el plato en donde había servido algo de comida con anterioridad, la espuma seguía saliendo de las comisuras de sus labios, nunca tuvieron ratas pero había veneno para ellas.

- cuantos habras lastimado? Sounwo  habrá sido el primero que perdiste? No lo creo - cuestionó con furia, su ceja alzada interrogante, lo observo y el hombre solo lo veía con ojos asustados, río divertido - tienes miedo? Pero mirate...eres tan patético - dijo agachandose a su altura como si fuera un niño pequeño, en un tono de voz que el tanto uso para burlarse de su sufrimiento.

- taehyung?! Estas ahí?! - la voz de hoseok lleno el lugar, estaba detrás de la puerta de entrada, la cual estaba cerrada con llave desde adentro y sería imposible entrar sin que taehyung la habrá - que esta pasando?! Habré la puerta! - mordió su labio inferior pensando que hacer y volteo a ver al hombre que intentaba hablar pero de su boca no salía nada ante el pánico.