»» 𝙸𝚗 𝚂𝚎𝚊𝚛𝚌𝚑 𝙾𝚏 𝚃𝚑𝚎 𝙲𝚛𝚒𝚖𝚒𝚗𝚊𝚕 ««

34.adopcion

Hace casi treinta años atrás

Había quedado solo, en aquel orfanato donde estaba lleno de otros niños con la esperanza de algún día poder salir de ahí, tener una familia, madre, padre, hermanos tal vez y por fin ser felices como desde un principio debió ser. Pero taehyung no quería eso, sabía que muchos niños volvían por que en donde fueron llevados era peor que aquel lugar, tenía miedo, mucho miedo de terminar en un infierno peor que el de ese lugar, además de estar sin su kookie a su lado, nada era bueno desde que se fue.

Y empeoró.

Un hombre alto y de contextura grande, entrando al establecimiento con un cigarrillo en su boca había visto al pequeño taehyung de tan solo seis años parado junto a el, el pelinegro nunca entendió de que hablaban pero sin importar eso y sus quejas, llanto, había sido llevado por el.

- no! No quiero ir! - gritaba intentando soltarse de la gran mano del hombre que lo sujetaba con demasiada fuerza de su pequeña mano, chillando por el dolor - duele! Basta! Basta! - el hombre sin dudar le había golpeado con la palma abierta la mejilla, dejándola en un tono casi rojo, provocando que detuviera su llendo para poner su propia mano sobre la zona.

- escuchame bien, este lugar ya no te quiere por que haces muchos desastres, yo voy a enseñarte a pórtate bien - dijo bajando a su altura y tomandolo de los pequeños hombros con fuerza, sacuendolo sin cuidado - desde ahora soy Señor para ti, debes obedecer todo lo que yo digo y si digo que dejes de llorar lo harás! Entendido!? - alzó más su voz asustando al pequeño que solo pudo asentir sin soltar su maltratada mejilla.

El hombre volvió a pararse para igual volverlo a tomar del brazo y llevarlo a su camioneta algo oxidada por los años, lo subió al asiento de copiloto para luego igual subirse al otro lado. El camino fue largo si silencioso, el hombre no decía nada y solo tarareaba las canciones que pasaban en la vieja radio mientraz que el pequeño asustado se mantuvo pegado a la puerta todo el tiempo, no queriendo estar cerca de aquel hombre, al llegar lo siguió detrás, entrando en una casa muy descuidada, las paredes con el papel de rosas estaba despegado casi en su totalidad, el suelo estaba manchado de diferentes colores, sin saber de donde podrían provenir.

- ven, compartiras cuarto con uno de mis otros hijos - ordenó que lo siguiera, subiendo unas escaleras que hacían ruido incluso cuando el pisaba, lo siguió hasta entrar a una habitación pintada de blanco aunque igual estaban algo manchadas, dejó su mochila en una de las camas y se quedó viendo el lugar.

Se veía igual que el orfanato. Igual de horrible.

- mi esposa quiere conocerte así que baja cuando te llame - dijo para luego de mirarlo por últimas vez, irse del cuarto.

Taehyung se subió en la cama y se sentó en el medio abrazando su mochila, quería irse, quería a su kookie para no tener miedo. La puerta se abrió lentamente, viendo expectante cuando un niño entró salulandolo, era menor que el, tal vez tenía unos cuatro o cinco años.

- eres mi nuevo hermano? - preguntó dudoso a la vez que se acercaba con temor, el no dijo nada, solo lo miraba - señor papá dijo que ahora vivirás aquí hasta que el lo diga, yo también y eso nos hace hermanos, no? - preguntó volteando su cabeza a un lado como un cachorro y el contrario asintió dudoso, el pequeño aplaudió alegre, estaba feliz de tener a alguien con quien compartir - podremos jugar! Pero no se puede enterar por que rompe mis juguetes y luego no tengo con que jugar - formo un puchero luego haber sonreído en grande, taehyung apretó sus labios y estaba por decirle algo pero una ronca voz lo hizó altar en su lugar.

- bajen! Su madre esta aquí! - había gritado el hombre para que ambos niños lo escuchen, el más pequeño se bajo de la cama y fue hasta la puerta para luego voltear a verlo ya que aún no se movía de la cama.