31.todo tuyo

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Sus borceos de color negro junto a su vestimenta del mismo color lo hacían camuflarse perfectamente mientras caminaba por los pasillos de aquel karaoke, en el cual la música era lo único que reinaba en el lugar, dos armas se dejaban ver bajo sus brazos, la chaqueta de cuero tapando suficiente como para no ser descubierto.

Los lugares de karaoke eran muy conocidos, tanto como para pasar el tiempo y disfrutar con amigos como también para mezclarse, teniendo reuniones de las cuales nadie se enteraría. Todos excepto el joven pelinegro que solo venía con un propósito.

Interrumpir una amistosa reunión.

Le había llegado la información de un sujeto anónimo de que en aquel lugar, aquella habitación, se daría a acabo una reunión de uno de ellos tantos grupos de secuaces. Planeaban algo y el los detendría a toda costa, más su podía sacar algún tipo de información.

Paso frente a la puerta de la habitación asignada, tomó ambos armas y en solo segundos había dado una fuerte patada a la puerta, asustando a los hombres que charlaban, estos sacando sus armas sin dudar al verlo armado.

- bien, esto puede ser a las buenas o a las malas - habló clavando su mirada en cada uno, inspeccionando de forma disimulada lo que traían - ustedes deciden chicos - se encogió de hombros y vio como ellos se miraron confusos antes de recargar sus armas, apuntándole, suspiro - supongo que mi día solo empeora, a las malas será -

Luego de dejar salir una sonrisa, los gatillos fueron apretados y balas volaban, explotaron vasos, sofás fueron destruidos, quedando los agujeros en estos. En un momento los hombres se quedaron sin municiones y el pelinegro sonriente, victorioso, intento acabar con los que aún seguían de pie pero al presionar el gatillo descubrió que el igual estaba acabado.

- bueno esto es...un poco oh - comenzo a decir con algo de duda pero se sorprendió cuando los contrarios sacaron cuchillos un poco más grandes de lo normal - eso es un poco injusto, no creen? - preguntó tomando algo de distancia de los hombres que se acercaban aún más.

Cuando lo intentaron atacar, en un movimiento rápido tomó una bandeja que estaba sobre la mesa para cubrirse, siendo exitoso, se la lanzó al rostro a otro hombre que se acercaba a unos pasos más atrás que el primero, se deslizó por la mesa hasta el otro lado pero no se espero que otro lo embistira, dejándolo recostado sobre el mesa mientras forcejaba con este, intentando evitar que aquel afilado cuchillo toque su rostro, algo que le fue casi imposible, dejándole un pequeño corte en su mejilla izquierda, grito por el ardor y con una fuerte patada a las costillas pudo sacarse al tipo de encima, dándole un duro golpe en la mandíbula que lo dejó noqueado.

Claro que no se salvó de todos los golpes, recibiendo uno que otro en su boca y estómago pero nada grave además de futuros moretones o eso esperaba. La música algo alegre no pegaba con el momento, pareciendo incluso algo cómico el escuchar la melodía en sus oídos mientras golpeaba a un tipo en el rostro, tal vez no debió enfocarse en eso por que otro tipo se le lanzo al cuello desde atrás, poco a poco acabando con el aire que sus pulmones necesitaban ante la fuerza que ejercía pero como pudo, con un último esfuerzo, llevo sus piernas a su pecho y con impulso se dejó caer, haciendo que el contrario rodará sobre el, cayendo de espaldas al duro suelo, retorcienose ante el dolor.

Luego tan solo eran tres de ellos contra el, todos con golpes en el rostro o troso y el pelinegro no tenía planeado dejar salir a aquellos de esa habitación sin obtener lo que quería.

Jeon Jungkook no se dejaba vencer fácilmente.

- aún podemos llegar a algún tipo de acuerdo - intentó convencer a los tres hombre, claro que ya estaba exhausto.

- que es lo que quieres? - preguntó el que parecía ser el líder de ese trío, jungkook se adelantó unos pasos manteniendo una serie expresión.

»» 𝙸𝚗 𝚂𝚎𝚊𝚛𝚌𝚑 𝙾𝚏 𝚃𝚑𝚎 𝙲𝚛𝚒𝚖𝚒𝚗𝚊𝚕 ««Donde viven las historias. Descúbrelo ahora