»» 𝙸𝚗 𝚂𝚎𝚊𝚛𝚌𝚑 𝙾𝚏 𝚃𝚑𝚎 𝙲𝚛𝚒𝚖𝚒𝚗𝚊𝚕 ««

33.Gang

El lugar estaba en un ambiente relajante aunque se escucharan los murmullos y copas chocando, incluso la baja música era espléndida para el momneto. El rubio de mechas rosadas y traje morado pegado a su hermosa figura, bebía un trago de whisky sentado en el taburete de la barra de aquel prestigioso bar, en el cual solo iban gente que tenían los bolsillos repletos de billetes, sonrió contra el borde de su vaso cuando una gran mano se poso en su cintura, volteo viendo a un hombre alto de grandes músculos y joyas de oro en su cuello, tambuen en sus muñecas, anillos plateados con grandes diamantes en ellos.

Le gustaban las cosas brillantes.

- hola preciosura - su tono de voz era grave y algo ronca pero tenía un deje sensual que le atraía, lamentablemente el tipo no era de su gusto pero no era lo que buscaba en el - puedo invitarte algo más fuerte? Veo que tienes resistencia - comentó recargandose sobre la barra a un lado de el y señalo con su cabeza las dos botellas que había a su lado, sonrió dulce hacia el hombre.

- me encantaria - dijo sin borrar su radiante sonrisa, coqueteando sin dudar, el hombre igual sonrió para hablarle al barman y pedir algo más fuerte, no logró escuchar que era pero aún así no le importaba.

Vio como dejaban el trago frente suyo, el hombre lo tomó con firmeza de la cintura para pegarlo a su cuerpo y acto seguido acercar su rostro, demasiado diría el, acercó tanto su rostro que podía sentir su caliente respiración contra sus gruesos labios, nunca despegó sus ojos de los contrarios, dejando en obviedad sus deseos mutuos por probar los labios contrarios. El tipo se alejó sonriendo, notando que había dejado esa semilla del deseo en el contrario, este río al entenderlo, tomando su trago y con solo mirarlo distinguió burbujas en el, sonrió de lado al verlo otra vez.

- que fue eso? Acaso no quieres besarme? - fingió estar triste, haciendo un puchero con sus gruesos labios, el hombre alto río.

- tal vez luego de algunos tragos podría probar más que solo tus labios - paso su pulgar por su labio inferior, el rubio los abrió y dejó salir su lengua, chocandola con la punta de su dedo sin dejar de verlo a los ojos.

- ya lo veremos - sonrió cuando se alejó, llevando el trago a sus labios, mirando el interior y notando una pequeña pastilla que aún no se había disuelto, su vista fue hacia el hombre que miraba atento sus movimientos, tomó el trago lentamente hasta que quedó vacío, lo alzó mostrandolo y lo dejó a un lado para luego acercarse colocando sus manos en su fuerte pecho y subiendolas hasta sus hombros.

- cual es tu nombre? - preguntó algo curioso a la vez que pegaba su cuerpo al del contrario.

- Mark, Shing Mark - su sonrisa nunca se borró, llevo sus manos a la cintura del contrario y pegarlo por completo a su cuerpo, colocando su pierna entre las ajenas - es un gusto conocerte -

- igualmente, Mark - llevo sus manos a la nuca de Mark y lo acercó a su rostro - no hace falta más tragos, puedes probar lo que quieras - susurro a la vez que sonrió sobre sus labios para luego unirlos, moviendolos con experiencia y agilidad, el más alto se sorprendió pero gustoso siguió su beso, apretando sus manos en su cintura, sacándole un quejido por la fuerza ejercida, río bajo al separar sus labios por unos segundos.

- besas como los ángeles - relamio sus labios viendo los rellenos del más bajo, notando que estaban algo rojos y brillantes.

- si me lo permites...puedo hacerte ver ángeles - y sin esperar respuesta se lanzó a sus labios con desespero, metiendo su lengua cuando había pedido permiso para entrar.

Y entre el deseo, las manos pasaban por sus cuerpos, su lengua se adentro con éxito a la vez que empujaba aquella pastilla que había guardado, apretando su entrepierna como distracción para poder lograr que tragara la pastilla con éxito cuando jadeo en su boca, pasando desapercibida con facilidad.