Elena era una amante de los libros y novelas.Pero quien hubiera pensado que reencarnaría en un libro que leyó unos días antes del desafortunado accidente que le quito la vida.
La primera vez que abrió los ojos se dio cuenta de que estaba en un luga...
Elena tenia una mirada perdida mientras estaba sentada en un sofá al lado de un gran ventanal.
-Este pañuelo quedaría mejor...-
-Creo que mejor es este...-
Palabras animadas se podían escuchar de fondo, sin embargo Elena los ignoro totalmente.
Después de volver al palacio Peridoto se encerró en su habitación para calmar sus emociones turbulentas. No podía comprender bien algunas cosas y las dudas solo aumentaron en numero.
Aun así sintió que no podía ignorar o fingir ignorancia en el asunto del collar.
Algo muy grande rodeaba ese collar. Elena realmente deseaba tener ese collar en sus manos, desde lo mas profundo de su ser podía sentir que ese collar no le pertenecía realmente al Emperador, como si el no fuera su legitimo dueño.
Ese collar parecía solo esperar a alguien.
Elena poso su mano sobre su corazón que latía con furia...
De repente una mano se poso en el hombre derecho de Elena que hizo que apartara su mirada del ventanal.
Elena negó con la cabeza-No sucede nada, solo estaba pensando en algo-se levanto del sofá y aliso su falda-Debo empezar a prepararme para el evento de esta noche-
-Si, haz eso. El príncipe en este momento esta tomando su siesta y es mejor que descanse, después de todo esta noche todos deben mantenerse despierto hasta el amanecer-
-Si, déjalo dormir un poco mas-Elena dirigió su mirada a las doncellas que estaban emocionadas eligiendo los accesorios que llevaría esa noche el príncipe-Ustedes también deberían empezar a prepararse, recuerden que esta noche es importante y no debe haber ningún error-
Las mujeres que estaban charlando felizmente se calmaron en un pestañeo y asintieron la cabeza. Salieron de la habitación.
-Astrid tu también deberías ir a prepararte-
-Lo se-
En el momento que estaba por salir Elena la detuvo.
-Ah! casi lo olvido. Astrid acompáñame a mi recamara-
-Eh?-Astrid inclino la cabeza confundida.
-Tu solo acompáñame-Elena tomo su brazo y se dirigieron a su dormitorio.
Al entrar Elena se dirigió directamente a su vestuario donde tomo una caja rosa con moño blanco.
-Esto es algo que prepare para ti. Espero que se ajuste a tus gustos-Elena le entrego la caja a Astrid que lo tomo con manos temblorosas.
Astrid desato el moño y abrió la caja. Al ver su contenido se le escapo un jadeo.
-Esto.. esto y-yo no lo puedo aceptar...-
-No digas tal cosa, esto es un regalo desde lo mas profundo de mi corazón-Puso una ligera sonrisa en su hermoso rostro-O es.. que acaso no te gusta?-
-No, no no no-Astrid negó con la cabeza con vehemencia al ver su expresión lastimoso-Es muy hermoso-susurro mientras sacaba el vestido de la caja.
Un vestido color salmón con encaje beige, tenia los hombros caídos y volantes. El vestido era largo y tenia hermosos bordados en toda su falda.
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