Reencarne como sirvienta del príncipe maldito

Parte 35 "El collar"

Elena al darse cuenta que casi su expresión mostraba sus emociones lo recompuso, no podía permitir que alguien viera a través de ella.

Afortunadamente la atención de los presentes estaba puesto en la pareja Imperial y nadie noto su pequeño desliz.

Sus ojos anteriormente temblorosos se calmaron y bajaron para mirar el suelo. Aun así su mente no podía evitar girar alrededor de lo vio y sintió.

Ella estaba 100% segura de que estaba en lo correcto.

El Emperador llevaba un objeto mágico con la magia de la oscuridad.

Y no solo era cualquier magia oscura, era una muy fuerte y por extraño que le pareciera a Elena le era algo familiar.

No sabia exactamente por que le era familiar, al pensar en ese echo solo concluyo que era por la magia oscura que contenía, además de que esta era la primera vez que estaba en contacto cercano con un objeto mágico de ese elemento.

Le picaban las manos por su deseo de tener tal objeto en sus manos, no podía reconocer que hechizo contenía el collar pero era innegablemente un hechizo fuerte.

Pero lo que mas la tenia nerviosa era la razón del por que el Emperador del Imperio Heredia que rechazaba completamente la magia del elemento oscuridad tenia un objeto mágico de ese mismo elemente.

Era muy contradictorio.

Elena de repente recordó que ese mismo collar siempre estaba en el cuello del Emperador, de todas las veces que lo vio nunca faltaba ese collar.

La primera vez que vino a ese lugar estaba justamente cerca del Emperador pero como en ese momento su magia aun no había despertado se le paso por alto ese collar, las otras veces que lo vio había una distancio considerable entre ambos así que nunca percibió algo anormal en ese collar negro.

Sin embargo ahora era diferente, esta vez tenia su magia despertada y estaba a una corta distancio. 

-Veo que esta algo inquieto el niño...-susurro en voz baja la Emperatriz con las manos unidas fuertemente y viendo al niño que estaba moviendo sus cortas piernas y soltando balbuceos.

-Debe estar feliz de verla Su Alteza-respondió Elena con voz suave.

-...-la Emperatriz se quedo en silencio y apretó aun mas sus manos hasta el punto en que sus nudillos se volvieron blancos.

-Su Alteza...-Marta que estaba al lado de la Emperatriz susurro para llamar su atención.

De repente la Emperatriz dio unos pasos hasta llegar al frente del pequeño príncipe y extendió sus brazos pero antes de tocar al niño sus brazos se detuvieron.

Elena que vio eso debatió si debería acercarlo o alejarlo de la mujer. A solo unos segundos decidió ponerla aprueba.

Ella ya había decidido tirar todos los prejuicios contra la mujer, era hora de que tratara conocer un poco mas a la mujer.

-Su Alteza-al hablar tomo al príncipe en sus brazos y lo extendió a la mujer que tenia una mirada llena de duda.

La Emperatriz lo vio y cambio su mirada al Emperador. El asintió la cabeza, con eso la mujer tomo al príncipe con sus brazos temblorosos.

Elena que vio eso se preparo por si le fallaba los brazos a la Emperatriz. Marta se acerco a la Emperatriz y la ayuda a acomodar sus brazos que estaban en una posición incomoda.

-Su Alteza debería mover este brazo... así-Marta la ayudaba con cuidado y con una sonrisa-Su pequeña alteza se ve muy cómodo ¿No lo crees señorita Elena?-