-Es sobre... el príncipe-
-Que pasa con el?-Marta inconscientemente frunció el ceño cuando escucho.
-E notado que estas cansada y quisiera ayudarla a aliviar un poco su carga, se muy bien que usted esta muy ocupada-dijo con una voz suave.
Marta al escucharla no pudo evitar dar una sonrisa suave, ella había llegado a apreciar algo a Elena, ella era una niña muy trabajadora y amable que era casi imposible no llevarse bien con ella, ademas estaba educada correctamente y nunca había causado ningún problema cosa que ella vio favorable.
-Agradezco tu preocupación pero estoy bien, no quisiera que te sobre esforzaras-
*Quien se preocupa por ti?*pensó con ironía pero en el exterior mostró una expresión tímida y inocente.
-Pero con lo que a ocurrido creo que usted debería estar al lado de la Emperatriz para acompañarla y apoyarla-
-Eso es verdad pero...-Marta se sentía en conflicto.
-Por eso mismo me ofrezco para cuidar a su alteza el príncipe para que usted no tenga de que preocuparse-
-Elena acaso no le tienes miedo a la maldición?-le pregunto mientras le daba una mirada observadora.
Esa pregunta puso nerviosa a Elena, ella sabia que si decía la verdad Marta podría creer que ella era una no creyente cosa que era repudiada, no quería ponerse en el lado malo de Marta tan rápidamente ademas de que si era sabido por todos solo significaría un rechazo social así ella en los mejores de los casos y en el peor su muerte.Ella no deseaba morir nuevamente, una vez ya le había bastado y sobrado.
-Señora Marta aun que la verdad es que estoy algo asustado pero quisiera ayudarla en lo que mas pueda-Elena mintió mientras daba la mirada mas inocente que pudo.
Marta al escucharla suavizo su mirada-Elena no es necesario que te ofrezcas, no quisiera darte una tarea que no entre en tu trabajo asignado hasta ahora-
-Señora Marta a mi no me importa, yo estaría encantada de ayudarla-
-Pero cuidar al príncipe es....-Marta dudaba.
-Por favor déjemelo a mi, usted puede estar segura que me esforzare mucho-dijo con determinación.
-Elena... si tanto insistes entonces desde ahora el cuidado del príncipe quedara en tus manos hasta que le sea asignada a otra persona mientras tanto el sera cuidado únicamente por ti y se te absuelve de tus tareas hasta nuevo aviso-dijo seria.
-Señora Marta se lo agradezco y no la decepcionare-
-Lo se-
-El príncipe donde vivirá?-pregunto Elena curiosa.
-Eso lo tiene que decidir el Emperador hasta entonces el príncipe se quedara en unas de las habitaciones que hay disponibles en el palacio de la Emperatriz-
-Entendido-
-Elena si tienes alguna duda puedes buscarme-
-Comprendo y estoy agradecida por la confianza que deposito en mi-dijo con voz suave mientras hacia una leve reverencia.
-Elena no te tienes que sobre esforzar recuerda tomarte unos descansos si es necesario-
-No se preocupe-
-Entonces acompáñame-dijo Marta mientras daba media vuelta.
Mientras ambas caminaban en silencia, Elena estaba viendo los alrededores y se dio cuenta a donde se estaban dirigiendo, se dirigían a un área del palacio que estaba algo alejado del dormitorio de la Emperatriz.Cuando ella se dio cuenta de ese echo ella inconscientemente frunció el ceño pero rápidamente cambio su expresión.
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Reencarne como sirvienta del príncipe maldito
FantasyElena era una amante de los libros y novelas.Pero quien hubiera pensado que reencarnaría en un libro que leyó unos días antes del desafortunado accidente que le quito la vida. La primera vez que abrió los ojos se dio cuenta de que estaba en un luga...