Elena al entrar al palacio de la Emperatriz fue directamente a la habitación de Asher donde encontró a Astrid bordando mientras estaba sentada al lado de la cuna del príncipe.
Astrid al escuchar la puerta abrirse levanto la vista de su bordado y vio entrar a Elena con sus maletas. Cuando la vio se levanto rápidamente con una gran sonrisa y dejo su bordado en una mesa.-Elena!! Bienvenida de vuelta-camino a su lado y tomo una de las maletas y la ayuda a llevarla a su habitación.
-Astrid!! no sabes cuanto te extrañe estos 3 días~-Elena agarro uno de los brazos de Astrid y actuó como una niña mimada. Pero antes de entrar a su habitación echo un vistazo a el príncipe que afortunadamente seguia durmiendo.
Astrid se rio al escucharla-Yo también te extrañe Elena, no sabes la falta que hiciste-
Ambas guardaron las pertenencias de Elena mientras conversaban de lo que había sucedido estos 3 días que estuvieron separadas.
-Vas a aprender a usar una espada??-pregunto sorprendida.
Elena se rio ligeramente al escuchar la sorpresa en su voz-Si, mi hermano será el que me enseñe los días en lo que este de visita-
-Por que de repente quieres aprender?-Astrid no pudo evitar preguntar.
-Siento que en algún momento lo que aprenda me podría servir, además de que realmente me interesa aprender-
-Pero tienes que tener mucho cuidado podrías lastimarte gravemente mientras entrenas-Astrid recordó amablemente, ya que ella había presenciado numerosas veces el entrenamiento de los caballeros Imperiales que eran todo menos tranquilas o amables. A ella le costaba imaginar a una niña tan delicada como Elena en esa situación, sentía que solo saldría gravemente herida.
-No necesitas preocuparte, se muy bien lo que hago-A Elena aprender esgrima no le asustaba o preocupaba en lo absoluto, ella ya sabia muy bien lo que era entrenar hasta sentir ganas de vomitar o estar al borde del colapso.
Para ella en realidad ese dolor era un recordatoria de que seguia viva en su vida pasada luego de escapar de dos psicópatas y de que poco a poco se volvía mas fuerte hasta el punto en el que cuando fue acosada pudo defenderse de su agresor y hacerle pagar el doble. Cada vez que ganaba sentía satisfacción por ver el fruto de su esfuerzo pero todo eso cambio cuando se convirtió en Elena Arcos.
El cuerpo de la niña como era esperar era delicado y tan débil que apenas tenia fuerza y ni hablar de su resistencia. Ese echo siempre la ponía nerviosa, sentía que todos sus esfuerzos se habían esfumado y también se sentía tan indefensa que inconscientemente le hacia recordar el sentimiento de impotencia y amargura que sintió mientras vivía con su "familia adoptiva".
Sabia que ahora tenia magia que podría usar para protegerse pero ella aun no sabia usarla correctamente así que sintió que usar su magia para defenderse era como una ruleta rusa y ella no se iba arriesgar. Así que decidió volver a practicar todo lo que aprendió y además aprender a usar una espada. De esa forma si se encontrara en una mala situación podría defenderse.
Ella ya había mejorado en gran medida la resistencia, agilidad, flexibilidad y fuerza de ese cuerpo. Llevaba casi 3 meses entrenando lo mas básico que había aprendido en su vida pasada así que ella estaba bastante tranquila. Además de que sabia perfectamente que Liam le había dado ejercicios bastante livianos. Cuando lo vio por primera vez lo que le paso por su cabeza fue ¡¡Esto ni siquiera me va a hacer sudar!!... así que ella había decidido multiplicar los ejercicios que le había dado.
-Astrid hubo "problemas" en el palacio mientras no estuve?-
Astrid al escucharla entendió completamente su significado oculto, tenia una expresión seria al contestar-La Emperatriz estos últimos días estuvo muy tranquila en realidad-
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Reencarne como sirvienta del príncipe maldito
FantasyElena era una amante de los libros y novelas.Pero quien hubiera pensado que reencarnaría en un libro que leyó unos días antes del desafortunado accidente que le quito la vida. La primera vez que abrió los ojos se dio cuenta de que estaba en un luga...