Dos almas heridas (Lukloe) [TERMINADA]

31.

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Luego de pensarlo demasiado, el Graham decidió responder aquel mensaje de la italiana.

Lila, mi respuesta sigue siendo la misma.
No formaré parte de tus tretas, es más, ahora mismo iré a contarle lo que planeas hacer.

No te atreverías, Graham

Claro que si, de hecho ahora mismo voy en camino. Después de todo, sé donde viven juntos.

Te conozco, Félix.
Y eres muchas cosas, pero un soplón nunca. Mira has lo que quieras, él irá a buscarme y caerá en mis encantos

En serio crees que él sería tan idiota?
Que teniendo a alguien como Chloe caería ante tí?
Él la ama.

Y? Eso no le impide tener una aventura con alguien.
Te sorprenderías la cantidad de infieles que existen en el mundo.

En serio serías capaz de lastimar a dos personas sólo porque si?

Tú también te beneficias con esto, Félix

El Grahan lanzó su móvil con molestia.

Odiaba que Lila fuera tan obstinada, y se odiaba a sí mismo porque en el fondo sabía que la Rossi tenía razón.

Sabía que si Lila lograba interferir, él podría estar con Chloe, que era lo que él anhelaba, pero por otro lado, no quería que fuese de esa manera.

Suspiró.

- no creo que sea tan estúpido - dijo el rubio

"-es una relación tóxica destinada al fracaso..."

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La rubia y el teñido se encontraban recostados sobre la cama con sus manos entrelazadas, mientras sus miradas estaban fijas en el techo, disfrutando de la compañía del otro.

El teñido dejó escapar un suspiro de sus labios, haciendo que la rubia volteara hacia él.

- y eso? - preguntó mirándolo con confusión

- nada es sólo que...- se interrumpió para luego negar con la cabeza - olvídalo, son sólo estupideces mías...

- estás seguro? - cuestionó alzando una ceja

- si, completamente - dijo asintiendo con la cabeza, para luego soltar su mano y abrazarse a ella con fuerza - me gustas demasiado

La rubia sintió sus mejillas arder ante eso.

- por qué siempre tienes que hacer este tipo de cosas tan repentinamente? - cuestionó avergonzada

- no te gusta, bonita? - preguntó buscando su mirada

- ese no es el punto - respondió sonrojada mientras evitaba la mirada del Couffaine, lo que hizo que el oji-cerceta esbozara una sonrisa

- eres adorable - dijo acercándose a ella, cuando sus labios estaban por rozarse, el móvil de la rubia comenzó a sonar

La rubia se separó rápidamente para ver de quién se trataba.