Dos almas heridas (Lukloe) [TERMINADA]

10.

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Sólo estoy yo,
sólo estás tú

Se encontraba sentado en el sofá, sus piernas flectadas en mariposa, sus ojos cerrados y sus manos levemente apoyadas sobre sus rodillas. Controlaba su respiración de manera rítmica, llevaba tiempo que no se dedicaba a meditar, antes de comenzar su noviazgo con la franco-china lo hacía con regularidad, pero cuando se hicieron novios muchas cosas habían cambiado.
Hasta ese minuto no había notado lo perdido que estaba, lo ajeno a sí mismo que estuvo tanto tiempo, había extrañado ser él mismo.

El sonido de unos tacones entrar por la puerta lo sacaron de sus pensamientos, sonrió sin poder evitarlo, sabía perfectamente de quien se trataba, hace unas semanas él había sacado una copia a sus llaves para dárselas a la rubia.

- no encontré tus hambur...

La rubia se interrumpió al verlo tan concentrado en lo suyo, dió media vuelta e intentó hacer el menor ruido posible.
Él entre abrió los ojos, miraba divertido como la rubia caminaba de manera lenta y precisa para no desconcentrarlo. Luka intentó contener una pequeña carcajada que quizo salir de sus labios, le divertía ver a la rubia de esa forma, para él era muy tierno el cómo ella se comportaba con él.

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La rubia estaba muy concentrada en lo suyo, no se percataba de la insistente mirada cerceta sobre ella. Al terminar de acomodar todo se dió media vuelta y su ceño se frunció cuando notó que él la miraba con una sonrisa divertido.
La chica abrió la boca para reclamarle, pero antes que ella lo hiciera el teñido se acercó rápidamente a ella y la abrazó con fuerza, ella forcejeaba para zafarse.

- ¡suéltame, Couffaine!

Él negó con la cabeza sin despegarse de ella, mientras reía divertido.

- ¡eres un idiota! ¡me has dejado hacer semejante ridículo! - dijo mientras seguía forcejeando - ¡me has hecho ver como una tonta! ¡suéltame!

- ¡no! - dijo aferrándose más a ella de modo infantil

- ¡eres un bebé crecido! - forcejeó nuevamente - ¡ridículo, totamente ridículo!

Ambos perdieron el equilibrio y cayeron al suelo. El chico de mechas azules quedó sobre la rubia, un rubor intenso invadió el rostro de ambos.

- C-Chloe...- dijo casi en un susurro

- Lu-Luka...

Ambos permanecieron mirándose a los ojos por unos segundos, intentando decifrar que era lo que estaban sintiendo en ese momento, el cosquilleo interno que sentían, sus respiraciones levemente aceleradas, sus corazones latiendo con rápidez.

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- Chloe yo...

La chica posó su dedo índice en los labios del teñido para que se quedara en silencio.

- no te preocupes - dijo ella con una sonrisa - creo que fue la efusividad del momento

Luka sabía que no era eso, sabía que no había sido esa la razón para acercarse a besarla, él realmente quería hacerlo, desde hace tiempo lo deseaba.

- Chloe, yo no...

- lo sé - volvió a interrumpirlo - aún no la superas y lo entiendo, somos amigos, estamos bien así ¿verdad?