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- mucho tiempo ¿no? - dijo el oji-esmeralda con una sonrisa

- ¿Adrien? ¿qué haces aquí? - preguntó Chloe confundida

- eres muy difícil de encontrar ¿sabes? - dijo él ignorando la pregunta de la rubia - me costó trabajo, pero al final conseguí que tu madre soltara su lengua - una sonrisa se formó en sus labios

- ¿qué es lo que quieres? - preguntó la rubia a la defensiva

- ¿por qué eres tan evasiva, Chloe? - preguntó el Agreste mientras se acercaba a ella

- ¿tú, por qué crees? - respondió mientras retrocedía, hasta verse acorralada en la entrada de la tienda

- vamos, Chloe...sólo quiero hablar - dijo él y la rubia negó con la cabeza

- no hay de qué hablar

- sabes que aún me amas - afirmó el Agreste - un amor tan incondicional como el que me tenías no se olvida de la noche a la mañana... - dijo acercando una de sus manos al rostro de la blonda

- te recuerdo que ya casi ha pasado un año, Agreste - respondió Chloe esquivando su caricia - ¿tanto trabajo te cuesta asumir que no quiero tener nada que ver contigo?

El Agreste frunció el ceño y su sonrisa se borró de sus labios.

- deberías dejar esa actitud tan altanera. Sé que aún sientes algo por mí, Chloe - dijo con molestia, acomodando sus brazos a cada lado de la rubia, impidiéndole el paso

- sueña, Adrien - dijo ella - y si no quieres que mi rodilla vuelva a impactar con tu entrepiernas, ¡aléjate ahora mismo! - exigió con molestia

El Agreste sonrió de medio lado y tomó la barbilla de la rubia, ella se zafó con brusquedad.

La puerta de la tienda se abrió y Claude se asomó.

- Chloe, necesito que vuelvas a la tienda - dijo el castaño con seriedad

La rubia asintió y le dió un leve empujón al Agreste para que le dejara pasar.

Adrien tomó el brazo de la rubia detiniéndola.

- no creas que me iré así sin más - advirtió

- Chloe, apresúrate - dijo el castaño desde el umbral de la puerta

La rubia frunció el entrecejo y el Agreste la soltó.

- nos volveremos a ver, cariño - dijo para luego lanzar un beso al aire y guiñarle el ojo

La rubia frunció más el ceño y luego se adentró a la tienda.

- ¿segura que ese chico es amigo tuyo? parecías...incómoda

La rubia suspiró.

- es mi ex...no me apetece hablar al respecto - dijo la rubia adentrándose en la tienda - ¿qué es lo que necesitabas que hiciera?

- en realidad, nada - dijo encogiéndose de hombros - sólo te ví incómoda y quize salvarte - dijo dedicándole una sonrisa

- gracias, Claude

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- estás algo extraña...- dijo el Couffaine al verla tan distraída

- ¿eh? - fue la respuesta de la rubia

El Couffaine suspiró y se sentó junto a ella en el sofá para rodearla con sus brazos, ella instantáneamente apoyó su cabeza en el pecho del teñido, sin decir palabra alguna.

- ¿todo bien, bonita? - preguntó con suavidad mientras jugueteaba con sus mechones dorados

Ella dió un asentamiento de cabeza casi imperceptible. Lo cierto era que no estaba para nada segura de decirle lo que había sucedido en la tienda con Adrien, ahora que por fin estaban en una relación oficial no quería problemas.

- só-sólo estoy cansada...- dijo casi en un susurro mientras mordía su mejilla internamente por haberle mentido

- ¿por qué no vas a la cama a descansar? yo me preocupo de preparar la cena - propuso Luka con una sonrisa

- ¿por qué tienes que ser tan jodidamente perfecto? - preguntó la rubia haciéndolo sonrojar - te tomaré la palabra

La rubia se levantó del sofá y luego depositó un tierno beso en la mejilla del guitarrista y se dirigió hacia la habitación.

Por su parte el Couffaine, la observó hasta que desapareció de su vista mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro. Miró la hora en su móvil y al ver que aún tenía tiempo, se dispuso a ver un poco de televisión.

Con el control remoto en mano, comenzó a cambiar los canales. Al no encontrar nada, apagó la televisión y se estiró para luego levantarse del sofá y comenzar a preparar la cena.

El sonido de un móvil en el sofá lo desconcentró, al ver que se trataba del móvil de la rubia dudó si debía contestar.

Lo tomó en sus manos y una punzada se hizo presente en su pecho.

"Félix"

¿Quién demonios era Félix?
¿Por qué la llamaba?
¿Debía contestar?

Cuando al fin se decidió a contestar, el móvil había dejado de sonar.
Observó la pantalla unos segundos cuando un nuevo texto apareció.

¿Debería leerlo?

Negó con la cabeza. Era el móvil de Chloe. Ella no registraba su móvil, él no debería hacerlo tampoco.

Pero la incomodidad en su pecho, la sensación de que pudiera ocultarle algo lo estaba enloqueciendo.

Soltó el móvil con brusquedad y éste cayó nuevamente al sofá.
Caminó hacia la cocina, mientras llevaba ambas manos a su cabeza intentando tranquilizarse y dejar de pensar tonterías.

"- creo que te quiero, Luka..."

Una sonrisa se dibujó en sus labios y decidió dejar el asunto. Intentando evadir la sensación incómoda en su pecho.

Los conflictos que no se enfrentan...pronto se vuelven en un gran problema...

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Hola!
Aquí un nuevo capítulo, algo cortito. Pero espero que les guste💕💕

Dos almas heridas (Lukloe) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora