Dos almas heridas (Lukloe) [TERMINADA]

4.

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Recuerdo las estrellas fugaces, el paseo que dimos esa noche
Espero que tu deseo se haga realidad, el mío me traicionó.
sueltas mi mano y finges una sonrisa...

- ¿estás bien?

El chico alzó la mirada, claramente, no estaba bien. Habían pasado casi tres meses desde su ruptura con Marinette, pero seguía igual de mal. Sus ojeras eran más que notorias, su cabello estaba completamente desaliñado, su ropa apestaba a alcohol.

- deberías limpiar este lugar, apesta - dijo ella tapando su nariz - y tú también

- ¿qué hice mal, Juls? - dijo con angustia

Ella lo miró dolida, culpable. Como amiga de la azabache siempre supo que gustaba del Agreste, pero cuando la vió iniciar un noviazgo con su hermano pensó que Adrien sería cosa del pasado.

Solía estar enamorado, ahora estoy jodido

- lo lamento mucho - dijo la oji carmesí - de verdad creí que estaban bien juntos

- y lo estuvimos - dijo él - o al menos eso creí - suspiró - en fin, Juls no tienes la culpa de nada

La de mechas moradas asintió.

- ¿qué tal has estado tú? sé que después de lo de mamá...

- estoy bien - dijo la de mechas moradas encogiéndose de hombros - al menos ya no debo ir cada mes a esa clínica

La de mechas volvió a mirar a su alrededor e hizo una mueca de asco.

- de verdad no me molesta que vayas a mi apartamento a quedarte, Rose tampoco tendrá problemas - dijo la de mechas moradas con una sonrisa - si quieres podemos ayudarte a asear este lugar

- lo pensaré, Juls

La chica se acercó y lo abrazó para luego salir de aquel apartamento. El chico vió a su hermana desaparecer de su vista y su mano derecha apretó con fuerza aquel frasco que había logrado sacar del bolso de su hermana.

Él ya no podía más.

Falta la parte más grande de mi vida y ya no puedo

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Allí estaba él, se preguntaba cómo había logrado llegar hasta allá sin haber tenido un accidente. Poco importaba, ya que dentro de unos minutos acabaría al fin con su miserable existencia. Miró hacia abajo, eran casi 300 metros de caída.

Obsesionado con pensar en tí, el dolor crecía y crecía

Sacó de sus bolsillos el frasco de pastillas de su hermana, tomó un puñado de ellas y las metió en su boca dando otro trago a aquella botella. Ya estaba mentalizado.

Esto no es vivir, es existir
y no puedo soportar esta mierda...
duele...

Casi como una mala broma de la vida,  el sonido del ascensor subir y el eco de unos tacones lo desconcertaron. Volteó a mirar de quién se trataba, no logró identificarla, pero si pudo notar que aquella chica estaba igual o más alcoholizada que él.

Su caminar era inseguro, tambaleándose de un lado a otro con la amenaza de caer en cualquier momento, a pesar de su estado deplorable se podía notar la elegancia y sofisticación de aquella chica.

Finalmente el augurió que había visto venir ocurrió, aquella fémina tropezó con sus tacones pasando por el lado del chico, él sólo reaccionó, sujetó su cintura con fuerza y la atrajó hacia él evitando que cayera al vacío; el Couffaine cayó sentado y el cuerpo de la fémina sobre él. Aquel suceso le había devuelto casi por completo su sobriedad y fue entonces que pudo apreciar el rostro de aquella chica.

Tenía un cabello rubio tan brillante y sedoso que incitaba a cualquiera a querer acariciarlo, sus ojos de un azul hermoso, eran ese azul brillante como el de un día completamente soleado, sus mejillas estaban coloreadas por un leve rubor y sus labios pintados con un rojo tan intenso, tentadores para él.

Luka sintió la garganta seca, quizás el haber mezclado las pastillas y el alcohol lo estaban haciendo imaginar cosas, no podía ser posible que una chica con una belleza de revista pudiera ser real.

Fue entonces que ella alzó su vista para mirarlo, él no pudo evitar sonrojarse al sentir la mirada de ella sobre él y fue entonces cuando ella abrió la boca...

Y vomitó.
Vomitó sobre él.
Vomitó como el puto exorcista.

Ella era real.

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Hola!
Aquí el cuarto capítulo😊
Espero les guste!
Apenas tenga el siguiente listo lo subiré 😊❤