❦ 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 12

2.5K 154 1
                                    

~♡ Bella pov.

Flashback

Me habían estado conduciendo como al ganado. Me detuve por unos breves instantes, aunque me pareció mucho tiempo. Di media vuelta y me lancé como una flecha hacia el otro lado dé la acera. Tuve la funesta premonición de que era un intento estéril. Las pisadas que me seguían se oían más fuertes.

- ¡Ahí está!.-La voz atronadora del tipo rechoncho de pelo negro rompió la intensa quietud y me hizo saltar. En la creciente oscuridad parecía que iba a pasar de largo.

- ¡Sí!.-Gritó una voz a mis espaldas, haciéndome dar otro salto mientras intentaba correr calle abajo.- Apenas nos hemos desviado.Ahora debía andar despacio. Estaba acortando con demasiada rapidez la distancia
respecto a los dos que esperaban apoyados en la pared. Era capaz de chillar con mucha potencia e inspiré aire, preparándome para proferir un grito, pero tenía la garganta demasiado seca para estar segura del volumen que podría generar. Con un rápido movimiento deslicé el bolso por encima de la cabeza y aferré la correa con una mano, lista para dárselo o usarlo como arma, según lo dictasen las circunstancias. El gordo, ya lejos del muro, se encogió de hombros cuando me detuve con cautela y caminó lentamente por la calle.

-Apártese de mí.-le previne con voz que se suponía debía sonar fuerte y sin miedo, pero tenía razón en lo de la garganta seca, y salió... sin volumen.

-No seas así, ricura.-gritó, y una risa ronca estalló detrás de mí.

Separé los pies, me aseguré en el suelo e intenté recordar, a pesar del pánico, lo poco de autodefensa que sabía. La base de la mano hacia arriba para romperle la nariz, con suerte, o incrustándosela en el cerebro. Introducir los dedos en la cuenca del ojo, intentando engancharlos alrededor del hueso para sacarle el ojo. Y el habitual rodillazo a la ingle, por supuesto.

Esa misma vocecita pesimista habló de nuevo para recordarme que probablemente no tendría ninguna oportunidad contra uno, y eran cuatro. « ¡Cállate!», le ordené a la voz antes de que el pánico me incapacitara. No iba a caer sin llevarme a alguno conmigo. Intenté tragar saliva para ser capaz de proferir un grito aceptable. Súbitamente una moto negra aparecio.

-sube.-ordenó una voz furiosa.
Fue sorprendente cómo ese miedo asfixiante se desvaneció al momento, y sorprendente también la repentina sensación de seguridad que me invadió, incluso antes de abandonar la calle, en cuanto oí su voz. Subí rápidamente a la parte trasera agarrándome muy fuerte de Anthony. Los neumáticos chirriaron cuando rápidamente aceleró. Se desvió a la izquierda para avanzar a toda velocidad, saltándose varias señales de stop sin detenerse. Pero me sentía totalmente segura y, por el momento, daba igual adonde fuéramos. Hasta que nos detuvimos, ambos bajamos de su moto, no sabía exactamente en que parte estábamos pero agradecía en que hubiera aparecido.

-¿Estás enfadado conmigo?.-le pregunté, sorprendida de lo ronca que sonó mi voz.

-No.-respondió tajante, pero su tono era de furia. Lo escuche murmurar " necesito distraerme".-Dame razones para saber porque me odias.- ordenó fijando su vista en mi.

-odio que rompas las reglas y no tengas ningún castigo.- pareció dar resultado.

-si rompo las reglas, lo hago para llamar tu atención y por cierto mis padres me castigan.-se defendió.

-hay otras maneras.-repuse, Anthony puso sus manos en mi cintura.

-odio como crees que tienes algún derecho en mi vida.-dije intentando alejarlo de mi, el sonrió.

𝕃𝕠𝕤 𝕙𝕖𝕣𝕞𝕒𝕟𝕠𝕤 𝕘𝕖𝕞𝕖𝕝𝕠𝕤 ℂ𝕦𝕝𝕝𝕖𝕟 (𝔼𝕕𝕨𝕒𝕣𝕕 𝕪 𝕋𝕦)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora