❦ 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 29

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~♡ (T/N)_____ pov.

Me encontraba en la casa de Ángela, estaba a punto de tocar la puerta cuando Ben la abrió antes de que yo dejara de llamar con los nudillos.
Daba la impresión de que estaba justo detrás.

-¡Hola, ______!.-exclamó, sorprendido.

-Hola, Ben. ¿Está Angela?.-Me pregunté si Ángela se había olvidado de nuestros planes.

-Claro.-repuso Ben justo antes de que ella apareciera en lo alto de las escaleras y me llamara.

-¡______!.-Ben echó un vistazo a mi alrededor cuando oímos el sonido de un coche en la carretera. El vehículo fue dando trompicones hasta detenerse en medio de un fuerte petardeo del tubo de escape. Ésa debía de ser la visita que Ben estaba esperando.

-Ya viene Austin.-anunció Ben cuando Angela llegó a su lado. El sonido de un bocinazo resonó en la calle.

-¡Adiós, Ang, te quiero!.-gritó Ben mientras pasaba corriendo junto a mí.
Angela se balanceó con el rostro levemente enrojecido, pero luego se recuperó y le despidió con la mano hasta que los perdimos de vista. Entonces se volvió hacia mí y me
sonrió con arrepentimiento.

-Te agradezco con toda mi alma este favor, ______. No sólo evitas que mis
manos sufran heridas irreparables, sino que además me ahorras dos horas de una película de artes marciales sin argumento y mal doblada.-dijo Ángela.

-Me encanta ser de ayuda.-por alguna razón sentí una mirada sobre mi.-¿Dónde está tu familia?.-le pregunte.

-Mis padres han llevado a los gemelos a un cumpleaños en Port Angeles. Aún no me creo que vayas a ayudarme en esto. Ben ha simulado una tendinitis.-
Hizo una mueca.

-No me importa en absoluto.-le aseguré hasta que entré en su cuarto y vi las pilas de sobres que nos esperaban. Angela se dio la vuelta para mirarme con la disculpa grabada en los ojos. Ahora entendía por qué lo había estado posponiendo y por qué Ben se había escabullido.-Pensé que exagerabas.-admití.

-¡Qué más quisiera! ¿Estás segura de querer hacerlo?.-preguntó insegura.

-Ponme a trabajar. Dispongo de todo el día.-Angela dividió en dos un montón y colocó la agenda de direcciones sobre el escritorio, en medio de nosotras dos. Nos concentramos en el trabajo durante un buen rato durante el que sólo se oyó el sordo rasguñar de nuestras plumas sobre el papel.

-¿Qué hace Edward esta noche?.-me preguntó al cabo de unos minutos.
La punta de mi pluma se hundió en el reverso del sobre.

-Pasa el fin de semana junto a sus hermanos.-respondí. Pasar todo él día con Ángela era agradable, logramos terminar todas la tarjetas y la verdad me dolía mi mano, pero por otra parte estaba feliz por poder ayudar.

Salí de su casa esperando a Edward, de nuevo volví a sentir esa mirada sobre mi voltee pero no había nadie, fruncí el ceño para mi alivio él Volvió de Edward se estacionó. Me subí y le di un casto beso en los labios.

-Supongo que te la pasaste bien con Angela.-comento Edward, Sonreí.

-Si la verdad es una persona agradable.-lo miré, parecía algo serio.-¿Qué pasa?.-pregunte.

-Al parecer Lydia ha estado por estos lugares.-respondió, me estremecí de solo pensarlo.

-¿Y Daniel?.-pregunte queriendo que todo esto terminara, tal vez con mi don....

-Ninguna señal de Daniel por él momento.-respondió apretando la mandíbula, solo hice una mueca, él era demasiado cauteloso.

-Cambiando de tema, necesito aprender a controlar mi don, quiero poder defenderme por mi cuenta.-dije mirándolo, él volteó a verme con una pequeña sonrisa pero también con preocupación.

𝕃𝕠𝕤 𝕙𝕖𝕣𝕞𝕒𝕟𝕠𝕤 𝕘𝕖𝕞𝕖𝕝𝕠𝕤 ℂ𝕦𝕝𝕝𝕖𝕟 (𝔼𝕕𝕨𝕒𝕣𝕕 𝕪 𝕋𝕦)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora