Chico

7

POV Alex

Jordi se sentó y yo a su lado. La clase pasó relativamente corta, ya que llegué 20 minutos tarde. Cuando acabó la clase, todos se fueron a sus casas, menos Jordi y yo.

-Bueno, ¿ qué querías decirme Alex? -preguntó la profesora menos formal.

-Si he llegado tarde es por una buena razón.

-A ver, cuéntamela, a ver si me la creo.

Le conté lo sucedido, emitiendo lo que pasó con Jordi. La profesora se quedó boquiabierta.

-Jordi, usted se puede ir mientras hablo con Alex.

-Él no se irá, él es el que me ha dado fuerzas para contarle esto y ahora es parte de mi vida - Jordi me volvió a dar la mano, dando a entender lo que había sucedido entre nosotros.

-Entiendo, y no se preocupe, no llamaré a casa. Pero, ¿usted sabe quiénes son esos chicos o a que clase van?

-Sí, van todos a esta clase. Son los 5 chicos que han faltado hoy.

-Hablaré seriamente con ellos.

-Hable con ellos, pero por favor, no les diga que los he delatado, porque si no, irán a por mí.

-No se preocupe. Pueden irse.

Jordi y yo seguimos de la mano vuelta a casa.

-Alex, ¿tu padre sabe algo sobre tu cambio?

-No lo sabe.

-Tienes que decírselo. El apoyo de un padre es el más grande que hay.

-Lo sé, pero no estoy seguro de que esté de acuerdo.

Seguimos caminando y por fin llegamos a mi casa. Por "suerte" para mí, estaba mi padre. Entramos y le saludamos. Nos sentamos los tres a comer.

-Papá, quiero contarte algo...

-Dime, ¿ qué es lo que ocurre?

Y se lo conté, sin tapujo alguno.

- ¿Estás loca? Eso no puede ser cierto. ¿Tú? ¡¡¡Tú eres una aberración!!! Quizás por eso tu madre murió en el parto, porque sabía lo que iba a padecer con esta noticia. Hija - le interrumpí.

-Hijo.

- ¡Vete! ¡Vete de esta casa y no vuelvas! No quiero verte más la cara. Quedas repudiada de tu herencia. ¡LARGO!

Jordi y yo salimos corriendo, mientras yo lloraba y mi padre seguía gritándome. De tanto correr, me tropecé y caí al suelo. Jordi rápidamente me ayudó, pero yo no tenía fuerzas para levantarme, yo solo quería estar quieto, solo, llorando sin cesar.

-Alex, tranquilo, todo va a salir bien.

Yo solo me quedé callado, sin decir nada. De pronto, cosas empezaron a caer al suelo. Era mi padre tirando todo lo que tenía en mi habitación, ropa, libros, incluso tiró mi diario por la ventana. Jordi empezó a recoger las cosas.

-Muchas gracias...

-No te preocupes por nada, te vendrás a mi casa.

- ¿Y tus padres?

-No te preocupes, serás como uno más de la familia.

Me ayudó a levantarme y fuimos hasta su casa, la cual nunca había visto. Nos paramos delante de una casa realmente enorme, muy bonita.

- ¿Por qué paramos aquí? -pregunté.

-Está es mi casa, no te la había enseñado para que no pensarás que soy un pijo. Además, me gusta que la gente me quiera por lo que soy y no por lo que tengo. Venga, vamos a entrar.