Esta es la historia de Alex. Una historia fascinante, llena de romance, alguna que otra amistad, demasiados problemas, un pasado...triste, y un futuro incierto.
¿Estáis dispuestos a descubrirlo todo?
Bienvenid@s a Chico.
Abrí lentamente los ojos. Sentía los brazos de Jordi abrazándome por el abdomen. Me giré poco a poco hasta que quedé cara a cara con él. Jordi se despertó.
-Hola bebé - me dio un corto beso.
-Tengo un hambre...
-Ahora te preparo algo - dijo somnoliento.
Me incorporé y me puse de pie para ir al baño. Miré mi cuerpo desnudo, y algo fugaz pasó por mi cabeza, algo sumamente importante. Comencé a ponerme rápidamente la ropa.
- ¡Jordi vístete vamos!
- ¿Qué pasa?
-Hay que ir al hospital para que me den la pastilla.
- ¿La pastilla?
-No utilizamos precaución bobo.
-Pastilla...precaución... ¡Joder! -dijo por fin despierto - lo siento.
-Date prisa por favor.
Enseguida salimos de casa y fuimos al hospital. La misma doctora que me trató la última vez se encontraba allí, así que acudimos a ella.
- ¡Buenos días! - dijo alegremente.
-Hola, necesito la pastilla del día después.
-Entiendo...-sacó una pastilla del bolsillo de su bata - aquí tienes.
-Muchas gracias.
-No hay de qué. Por cierto, he consultado lo de tu operación de cambio de sexo, y está todo preparado. Solamente tienes que esperar a cumplir los 18.
- ¡Esos es genial!
-Deberías empezar ya con las hormonas, así que toma- sacó algunas pastillas de uno de los cajones de su escritorio.
-Está bien, muchas gracias.
Nos levantamos para irnos. La doctora se despidió y nosotros salimos.
Fuimos tranquilamente caminando hacia casa. Cuando llegamos y abrimos la puerta, casi nos morimos.
- ¿Qué coño ha pasado aquí? -preguntó Jordi.
Entramos dentro. Se habían llevado todos los muebles de todas las habitaciones.
- ¿Dónde estará Patrick? -pregunté mientras caminaba por los pasillos.
Y ojalá no lo hubiera preguntado. Vi un gran rastro de sangre hasta el baño. Empujé ligeramente la puerta para abrirla.
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Patrick yacía en el suelo, rodeado de sangre. Grité, y Jordi vino corriendo a mi lado.
-Tenemos que llamar a la policía.
-Espera un momento Jordi...- me adentré en el baño.
Miré el espejo, y en él había algo escrito con la propia sangre de Patrick, y lo leí en alto.
