Capítulo trece.

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Al verse ambos se quedaron sorprendidos... Quien iba a decir que aquella persona que conocieron en el tren hace unas horas, era su vecino.

— Así que... Yo soy tu vecino idiota. -Dijo con una leve carcajada y Taehyung solo miró-. Ya... Lo siento.

Taehyung caminó hasta la puerta de su apartamento y entró en este mientras dejaba en la puerta al pobre Jungkook confundido.

El castaño al entrar, tomó sus fideos instantáneos de los cuales no había probado no un bocado pero todavía estaban calientes. En cuánto abrió la puerta vió la cara del pelinegro preocupado por cómo se había ido, sin decir nada.

— Oye... ¿Que pasó?

— Vine... A buscar mis fideos. -Dijo mientras los extendía-. Ten, debes comer algo después de hacer tanto alboroto.

Jungkook se sonrojó ante tal acto y lo miró apenado.

— No, esta bien. Son tus fideos. -Bajó la mirada mientras jugaba con sus manos-. Yo lo siento, arreglaré ese agujero en la pared y no haré más ruido.

— Shh... Tranquilo, todo esta bien. Somos amigos, ¿No? No pasó nada. -Le regaló una sonrisa amablemente y nuevamente insistió con los fideos-. Acéptalos, están recién hechos, además son muy deliciosos.

— Tae...

— Me harás enojar y voy a patearte el trasero.

Aquel tomó rápidamente el recipiente con los fideos y los palillos para luego mirar a quien era su nuevo amigo.

— Los acepto, pero si tu aceptas comer conmigo.

— Jungko...

— No acepto un no como respuesta, sino el que te pateará el trasero seré yo.

Al escuchar aquello el castaño bufó y entró a su casa nuevamente para tomar unos fideos instantáneos y unos palillos para luego salir y cerrar la puerta.

— Vamos.

Entraron a la casa del pelinegro y al ver la decoración era parecida a la de Taehyung, todo encajaba muy bien estéticamente. Habían cuadros colgados con Jungkook pequeño y con muchas otras más personas que quizás eran sus amigos o algo así. El pelinegro le dijo que se sentara y el contrario obedeció. Fue hacia la cocina con los fideos y calentó agua, minutos después ya venía con los fideos.

— Gracias. -Dijo tranquilo mientras los tomaba-.

Jungkook prendió la televisión y luego se sentó a su lado para comenzar a comer aquellos fideos que realmente estaban deliciosos... Hacía mucho tiempo que no comía algo así por su rutina de ejercicio. Pero lo más importante, hacía mucho no comía con alguien.

— ¡Oh, amo este programa! -Dijo Taehyung felizmente mientras tenía comida en su boca, el contrario solo se le quedó mirando y sonrió-.

— También es mi favorito... -Dijo tranquilamente mientras lo seguía mirando-.

— Deja de observarme así, acosador. -Su rostro que mostraba felicidad ahora mostraba enojo-. Se karate, puedo dejarte en el suelo si me sigues molestando.

— Si que das miedo... -Susurró mientras desviaba su mirada hacía la televisión y comía aquellos fideos-.

Los minutos pasaron, ambos terminaron de comer y apoyaron sus espaldas en el sofá para estar más cómodos. Eligieron una película para ver juntos, "tierra de osos". Apagaron las luces y Jungkook fue por unas mantas ya que estaba algo frío, se taparon ambos y comenzaron a ver la película tranquilamente.  Era una película realmente linda, trataba de un chico que busca vengar la muerte de su hermano, se transforma en oso y hace amistad con un cachorro que acaba de perder a su madre... En las partes que cantaban Taehyung también lo hacía y Jungkook lo miraba y sonreía. Cuando pasaba algo triste el castaño lloraba y al pelinegro se le estrujaba el corazón.

— No llores...

— ¿Cómo quieres que no llore? Casi lo mata... -Dijo llorando mientras se acurrucaba con la manta y miraba la película-.

— Bueno... ¿Me dejas abrazarte? Me pone mal ver llorar a alguien y no poder hacer nada. -Dijo tranquilamente y el contrario asintió-.

Se sentó mas cerca de el y abrazó al castaño mientras el otro se acurrucaba en su pecho y seguía llorando mientras miraba aquella película. Jungkook sobó su espalda suavemente tratando de calmarlo mientras apoyaba su mentón en la cabeza del contrario. 

— ¿Por qué sigues llorando? Ya no lo mató... El esta bien.

— Lo sé, por eso estoy llorando... Ahora seguirá siendo feliz con su hermanito pequeño. -Dijo mientras sollozaba y escondía su cara en el pecho del contrario-.

Al sentir aquello, Jungkook se sonrojó levemente mientras desviaba la mirada y acariciaba el cabello de Taehyung.

La película estaba a punto de terminar, en cuánto pasaron los minutos, Jungkook iba a dejar de abrazarlo hasta que se dió cuenta que estaba dormido. ¿Tan rápido podía dormirse?

— Tae... -Susurró mientras lo miraba y peinaba el cabello de su frente-.

No había respuesta del otro lado, realmente se había quedado dormido. El pelinegro sonrió y se quedó un buen rato mirándolo mientras se acomodaba y lo acomodaba a el para que no estuviera incómodo.

Quien iba a decir que aquel chico que conoció en el tren era su vecino y ahora dormía en sus brazos...

𝐒𝐨𝐮𝐥𝐦𝐚𝐭𝐞. |𝐕𝐌𝐈𝐍|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora