Capítulo treinta y tres.

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El pelinegro hacía movimientos cirulares encima del castaño mientras este, acariciaba  cada parte de su cuerpo, aquella piel aterciopelada que tenía el menor, este se estremecía al sentir las yemas del mayor en su cuerpo.

Seguían besándose y moviéndose juntos buscando estar más juntos. La ropa interior ya era incómoda, en la habitación ya hacía calor. Ambos se quitaron sus últimas prendas por quitar y siguieron con sus cosas, las manos de cada uno acariciaba el cuerpo del otro mientras sus labios se movían desesperadamente. Hasta que llegó el momento de la acción, ambos estaban muy exitados, Taehyung estimuló a Jungkook para luego ponerse un preservativo y luego usar un lubricante.

Y allí se encontraban los dos, jadeando y gimiendo como dos locos ante la cercanía que sentía el uno del otro, al sentir como el castaño llegaba al límite del pelinegro y lo hacía estremecer como si nada. La habitación hacía eco a aquellos ruidos que ambos hacían, Taehyung lo tomaba de las caderas, mientras que Jungkook se movía de arriba a abajo. Ambos se sentían en el paraíso, no querían salir de allí.

Las manos del pelinegro se dirigían al cabello de contrario para acariciarlo y tirar un poco de este por las estocadas, el castaño mientras jadeaba y se movía con el, se acercaba a sus labios para lamerlos y morderlos mientras el menor solo lo miraba.

- Taehyung... Dios. -Dijo gimiendo en los labios del contrario mientras el sonreía pícaro-.

- ¿Te gusta? -Preguntó mientras dejaba besos en la comisura de sus labios-.

- Me encanta. -Susurró para luego besar los labios del castaño eufóricamente-.

Mientras ahogaban sus jadeos en aquel beso, las manos de Taehyung bajaron a los glúteos del contrario para apretar estos y moverlos de arriba a abajo.

Luego de haber estado así unos minutos cambiaron de posición, y luego a otra, y otra, y otra. Se la pasaron toda la noche gimiendo sus nombres, teniendo órgasmos atrás de otros y disfrutando el placer que se daban mutuamente.

Ambos ya habían tenido su último orgasmo en el round cinco mas o menos... Después de tanto, estaba exhaustos, ambos fueron a darse una ducha juntos para que luego, Taehyung cambiara las sabanas y se acostaran en la cama juntos.

- ¿Por qué no te pones alguna de mis remeras? -Preguntó Taehyung mientras lo miraba-.

- ¿Por qué?

- Estás desnudo... Y hace frío, no quiero que te enfermes. -Dijo mientras acariciaba su cabello y el contrario se apoyaba en su pecho-.

- Tú también estás desnudo, idiota... Si tu no te vistes, yo tampoco lo haré.

Al escuchar aquello, el castaño dió un pequeño suspiro y se levantó de la cama, pero no a buscar ropa, sino a buscar mantas. Una vez que las encontró, enrrolló al pelinegro en ellas.

- ¡Oye! -Se quejó mientras trataba de moverse-.

- Listo, ahora no vas a enfermarte. -Rió burlón mientras se acostaba a su lado y lo abrazaba con todas las mantas- Eres como un arrolladito.

- Taehyung.

- Shhh... -Dijo para luego dejar besos en sus labios-.

Jungkook correspondió rendido y luego se quedó mirándolo a los ojos al castaño. Aquellos ojos rasgados eran tan hermosos, la forma de estos, el color de sus pupilas. Al notar cada detalle de este, su corazón latía a mil por hora mientras sentía calidez.

- Tae... -Susurró mientras aquellos ojos lo miraban-.

- ¿Que pasó arrolladito de Jungkook? -Dijo mientras ponía una de sus manos en su mejilla y sonreía-.

- ¿Ya te dije que eres un tonto? -Respondió mientras pataleaba, iba a decir algo serio y Taehyung bromeó así que prefirió no decir nada-.

- Ya ya, esta bien, te ayudo.

El contrario lo ayudó a safarse de esas mantas para luego, Jungkook acostarse al lado del castaño y abrazarlo, allí, Taehyung lo cubrió con las mantas hasta la cabeza.

- No soy un niño al que debas cuidar, soy todo un hombre. ¿Acaso no viste mis músculos?

- Claro que los vi.

- Son más grandes que los tuyos, así que, si me sigues tratando como a un niño voy a golpearte. Estas advertido, Kim Taehyung.

El castaño rió para luego asentir y dejar un beso en la naricita del contrario.

- Solo tu cuerpo es grande, tu eres un chiquito al que hay que cuidar.

- ¡Taehyung!

- Esta bien... No diré nada más. -Dijo entre risas mientras intentaba ponerse serio-.

Taehyung también lo abrazó y miró hacía el gran ventanal como amanecía.

- Ya está amaneciendo, deberíamos dormir. -Dijo mientras acariciaba el cabello del pelinegro y lo miraba-.

- Esta bien. -Ambos se acomodaron en la cama y se miraron fijamente por unos segundos- Tae... Te amo.

Al escuchar eso, el contrario sonrió mientras acariciaba su mejilla. El pelinegro también sonrió al terminar de decir aquello, pero, su sonrisa se desvaneció al no escuchar nada del castaño. Taehyung iba a contestarle, entreabrió sus labios para decir algo, pero fue interrumpido por un teléfono.

𝐒𝐨𝐮𝐥𝐦𝐚𝐭𝐞. |𝐕𝐌𝐈𝐍|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora