Capítulo veintidós.

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- Tae...

Aquel se levantó de la cama y empezó a caminar de un lado a otro nervioso, la sangre le hervía. El sólo pensar de que aquel idiota le tocara un pelo al rubio lo volvía loco, sabía que algo raro había, que algo estaba pasando. Desde el principio que Euno le daba mala espina, había algo raro en el pero nunca lo dijo ya que Jimin estaba tan embobado que no me creería a su amigo.

Quería salir corriendo y molerlo a golpes a aquel idiota... Ahora recuerda aquellas veces que aquel venía con golpes y moretones, cuándo le preguntaba que le había pasado inventaba excusas sobre que se había caído mientras practicaba o cosas así.

Estaba metido en sus pensamientos, en todas esas ocasiones que pasaron. En todo lo que habrá sufrido su amigo solo, sin poder hacer nada. En las veces que aquel pedazo de mierda lo habrá golpeado y violado...  Mientras tanto, Jimin se levantó de la cama y lo seguía tratando de que el castaño se tranquilizara, pero era imposible.

- Tae... Por favor, cálmate. -Dijo mientras se paraba frente a el y lo tomaba de las mejillas- Mírame, por favor.

- Jimin...

- ¡Mírame!

El castaño llevó su mirada al rubio para después comenzar a llorar.

- Tae... No llores, por favor. -Acarició sus mejillas mientras lo miraba-.

- No puedo no hacerlo... Me siento culpable de no haberme fijado de esto...

- Oye no, no es tu culpa, no digas eso. -Limpió sus lágrimas mientras lo miraba para luego abrazarlo-.

Taehyung se aferró a este mientras hundía su nariz en su cuello y seguía llorando. Jimin sobó la espalda del alto mientras lloraba también... Era la primera vez que le contaba aquello a alguien, jamás pensó que lo diría tan normal y que lo que más me dolió fue que su mejor amigo llorara culpándose.

- Perdón Jimin... De verdad, perdóname.

- Tae... Por favor. -Dijo sollozando mientras se abraza más a el-.

Estuvieron así varios minutos, el castaño era muy sensible cuando se trataba de su amigo... Cuando iban a la preparatoria a veces a Jimin solían golpearle por ser débil o verse "femenino" y Taehyung iba a golpear a esos chicos enojado, con la sangre hervida, pero, cuándo veía a su amigo tirado en el suelo, todo lastimado, lloraba sin parar. Al final, era el rubio quién lo terminaba consolando al contrario para que se tranquilizara.

- Juro que voy a matarlo... -Dijo con un hilo de voz mientras cerraba sus ojos y llevaba una de sus manos a la cabellera rubia del contrario-.

- No, claro que no harás eso... -Preocupado, cerró sus ojos y se aferró a aquel-.

- No puedo dejar que las cosas queden así...

- Lo sé, pero si te conté, fue porque confío en ti... Pero, yo debo terminar esto, no tú.

- ¿Cómo lo harás?

- Yo... Le pediré que me muestre su cicatriz, si no es como la mía... Entonces, le diré que terminemos.

- ¿Y crees que el te hará caso? Por más que no tengan la misma cicatriz, el no te dejará ir.

- Pero...

- Dejamelo a mi, por favor.

- ¡Claro que no! Ya te dije que yo terminaré esto, es mi relación, se cuidarme solo.

- Jimin...

- No, me haz tratado como un niño toda mi maldita vida, siempre me has protegido como si fiera un cristal... Y no lo soy, puedo soportar mucho más de lo que crees.

Al escuchar aquello, Taehyung solo se quedó en silencio. El rubio tenía razón, siempre lo trató como un cristal... Pero, para el castaño el era una esmeralda, algo tan lindo y frágil, que a cualquier toque es capaz de romperse. Aun que Jimin no creyera que fuera así, se sentía una piedra gris, de esas que por las que las golpees contra el piso, jamás se destruyen, que soportan cualquier peso que les caiga encima... El se sentía eso.

- Yo... Lo siento, Jimin. -Suspiró para luego calmarse un poco y acariciar el cabello de el-.

- Tranquilo, yo me disculpo...

Ambos se separaron del abrazo y se sentaron en la cama, Taehyung tomaba la mano del rubio mientras este, como podía, le contaba los malos momentos que pasaba con Euno.

Jimin jamás pensó que podría contar lo que le ocurría, y más a su amigo, aquella persona que por culpa de su pareja se distanciaron y rompieron una relación de amistad de años y años... Pero, ni todo lo que hizo aquel hombre, fue capaz de separarlos, porque por más que ya ninguno estaba en la vida del otro, aún se mantenían conectados, acordándose siempre del otro.

𝐒𝐨𝐮𝐥𝐦𝐚𝐭𝐞. |𝐕𝐌𝐈𝐍|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora