Capítulo siete.

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Ya todo estaba empacado, ropa, cepillo de dientes, cremas, zapatos, la cámara de foto al igual que los lienzos y las pinturas que Taehyung utilizaba para pintar. Los de la mudanza habían ido ayer y se habían llevado las cosas más pesadas en camiones.

Ya era hora de irse, hora de decirle adiós a nuestro querido Daegu y a Busan también, era hora de ir a Seúl y crecer, intentar ser alguien entre tanta gente, encontrar lo que se llama felicidad y comenzar a crecer más, el castaño estaba asustado por este nuevo comiendo y por salir de su zona de confort, pero se sentía emocionado.

Su familia y el ya estaban en la estación de trenes, allí estaban esperando la línea que debía tomar Taehyung para ir a la ciudad. Podría haber ido en taxi o en bus, pero su favorito es viajar en tren, relajarse, ver paisajes, todo eso brindaba tranquilidad. Ya tenía sus maletas en el suelo y este llevaba sus manos en los bolsillos de su abrigo color beige, su madre no paraba de llorar ya que extrañaría mucho a su bebé Bear, su padre abrazaba a la señora Kim mientras que sus hermanitos jugaban con el castaño. Sus amigos también estaban, jóvenes que vivían en Busan se habían ido hasta Daegu para despedir a su gran amigo.

Taehyung estaba muy feliz y agradecido, pero... A el solo le importaba que una persona estuviera allí y aún así no estaba, debería acostumbrarse a ello ya que pasan cinco años desde que no se veían y un día vuelven a ser amigos como si nada.

El tren había llegado, el castaño se despidió de cada uno que había ido con un gran abrazo y antes de entrar completamente al tren se dio la media vuelta y les regaló a todos una bella sonrisa cuadrada mientras sacudía su mano. 

Y subió, tomó sus dos maletas y caminó dentro del tren buscando un asiento, al encontrar uno puso sus maletas arriba y se quitó su mochila de la espalda para luego sentarse, se colocó sus audífonos y se puso música relajante, sacó su libreta con su lápiz y dibujaba cosas tranquilamente. Un chico se había sentado al lado del castaño y se dió cuenta ya que golpeó su brazo e hizo que hiciera un rayón a aquel bello dibujo, Taehyung llevó su mirada furiosa a aquel chico y este le dió una leve sonrisa. Aquel chico tenía el pelo negro y largo con corte mullet, estaba todo vestido de negro, se veía bastante joven.

— ¿Por qué me miras así? -Preguntó el pelinegro mirando a aquel chico-.

— ¿No sabes sentarte tranquilamente? Te abalanzaste hacia mi e hiciste que rayara mi dibujo.

— Oh, lo siento mucho... -Dijo mientras se acomodaba en el asiento y aún miraba aquel chico que su mirada no muy amistosa-.

— Idiota... -Dijo en susurro mientras apoyaba su cabeza en el vidrio y borraba aquel rayón enojado-.

— Oye, que grosero, si te escuché...

— No me importa si me escuchaste o no, eres un mocoso que no puede sentarse tranquilamente sin empujar a la gente que esta sentada a tu lado.

Al escuchar aquello el pelinegro sonrió levemente y le quitó la libreta junto con el lápiz.

— Ya... Lo arreglaré entonces para que no estés tan enojado. -Dijo mientras seguía las líneas medio borradas de aquel dibujo-.

Taehyung lo miró con su ceño fruncido y sus brazos cruzados mientras bufaba, aquel chico había colocado mechones de su cabello detrás de su oreja y alguno que otro mechón caía frente a su cara... El perfil de aquel chico era realmente perfecto, este llevaba un piercing en su labio inferior y tenía varios lunares que se le veían muy lindos en su cara. El castaño debía concentrarse en que siguiera y pudiera hacer el dibujo pero se perdió en el aspecto de aquel chico que recién conocía.

— ¡Listo! Creo que quedó mejor que antes... -Dijo con una leve carcajada mientras llevaba su mirada al castaño y se sorprendió al notar la mirada fija de este-.

— Mmm, yo... Lo siento -Dijo mientras aclaraba su garganta y llevaba su mirada a la libreta-.

Al ver aquel dibujo se sorprendió pero aún así no dió brazo a torcer.

— Esta bien pero no es nada extravagante.

— Oye...

— Es verdad, esta bien, pero tampoco mejor que el mío.

El pelinegro rió al escucharlo y le devolvió aquella libreta para luego mirar hacia el frente y ponerse a jugar con su celular... Taehyung tomó la libreta y pasó la pagina para comenzar a dibujar nuevamente, esta vez no era algún paisaje, era aquel chico al que quería calcar en la hoja.

𝐒𝐨𝐮𝐥𝐦𝐚𝐭𝐞. |𝐕𝐌𝐈𝐍|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora