5. Una noche de chicas II

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Noche de chicas

Primero miré si mi padre estaba dormido, él era bastante dormilón así que no sentiría mis pasos. Luego, guardé unas prendas de ropa para el día siguiente y me volé por la ventana.

Mi cuarto quedaba en un segundo piso, pero afortunadamente la casa no era tan alta como para salir herida.

Me tiré sin pensarlo y por suerte no me rompí ninguna extremidad más que lastimar mis muñecas. Me levanté rápidamente, la caída había sonado como un costal de papás, esto podría despertar a mi padre.

Las calles estaban solas, solo alumbraban las tenues luces de los postes. El sector donde vivía no era tan peligroso, todos nos conocíamos, era imposible que alguno le ocurriera algo malo. Además, Ruby vivía cerca de mi casa, no corría peligro.

Al llegar encontré a Ruby estaba afuera de la casa sentada en la entrada.

─ Por un momento pensé que te había pasado algo. ─ Ella se acercó a mi dándome un cálido abrazo. ─ Ven, entra.

Al entrar no me llevé una decepción, la casa era enorme. Tenía un enorme candelabro en medio de la sala, con grandes ventanas hacia afuera, lo raro era que el lugar tenía una estructura extraña. Al lado de la sala había un patio afuera en donde dividía unas ventanas, a su lado había un gran pasillo y al final había una piscina.

Ruby nos subió por unas escaleras que nos llevaban a su habitación a su habitación.

Pensé que sería igual de lujosa que la casa, pero no, esta era un poco más pequeña. Las paredes estaban decoradas con fotos y con pinturas por todos lados. Su casa era como ella, emanaba su felicidad a donde iba.

─ ¡Chicas! Llegó Ambrosía. ─ Gritó Ruby jalándome para que entrara más a su habitación. Todas me saludaron con una sonrisa y continuaron con los suyo.

Ellas se encontraban en el suelo con mascarillas en su rostro viendo revistas... ¿Porno? Okey...eso estaba raro. Y había un olor raro en la habitación, olía igual a Evan.

─ Siéntate ahí. ─ Sacó un tarro con mascarillas y empezó aplicarlo en mi cara.

─ Sabe rico, ¿Es comida? ─ Había caído un poco dentro de mi boca y no había otra opción que comerla.

─ ¡No te lo comas! Te hará mal en el estómago. Es rico, pero no es comida. ─ Ella soltó una risita y quitó delicadamente el exceso que había quedado y otro cosquilleo sentí dentro de mi estómago.

─ Chicas... ─ Una morena con buen cuerpo, creo que se llamaba Ali, llamó nuestra atención. ─ Es hora de Jugar... ¡Verdad o Shot! ─ Ella sacó una botella de ron de su bolso.

─ Allison...no creo que sea una buena idea... ─ Ruby comenzó a hablar. ─ Ambrosía no toma.

En realidad, solo tomé un par de veces, es decir, nunca.

─ Cállate amargada. No entiendo por qué no quieres si tú eres promovedora de este juego y amas que te toque shot. Además, Ambrosía no ha dicho nada.

Todas estuvieron de acuerdo con Allison.
El juego empezó. Nunca había jugado estos juegos y menos si hubiera alcohol de por medio. No estaba nerviosa, más bien, ansiosa.

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