Capitulo 13.

101 16 5
                                    

Akutagawa salió enfurecido por lo que los labios de Chuuya pronunciaron.

-¿Como voy a ser su maldita alma gemela!? Yo le hice esto, yo la lastime...
Yo no merezco su amor...

Camino por un pequeño jardín, se se sentó sobre el pasto recargando su espalda en un gran roble, el cielo lloraba en su lugar, el silencio le traía nostalgia, miedo a volver a perder a alguien importante lo abundaba completamente.

Su mente divagaba en el vacío, tocando un delicado recuerdo...
Aquella chica de cabellos obscuros como una noche estrellada, ojos azulados como el color del mar, recordó a aquella chica que no logró salvar...

El miedo de perder aquella mujer que hoy le acompañaba, teniendo cabellos como los rayos del sol en una mañana y los ojos mas hermosos que alguna vez llego a mirar... aquella mujer que sus mejillas eran rosadas como una flor en primavera.

Su impotencia comenzó a enloquecerlo, si pudiera rompería su trato para poder amarle a aquella mujer de cabellos rubios sin miedo a lastimarla.

-Parece que tu mente va a hacer que mates querido.
Una voz masculina se oía de algún lado.

-¿Que quieres? Es mejor que te vayas antes de que decida matarte tu causaste todo esto!

-¿Yo? No mi querido fuiste tú.
Tú decidiste venderme tu alma sabiendo que vivirías así, ¿Ya lo olvidaste?

-Cállate idiota tu tenías todo planeado sabias que esto pasaría!

-Puede ser, pero eres más predecible de lo que esperaba.

Akutagawa enfureció por esas palabras, activó su Rashomon, intentando herirlo este solo esquivó el ataque de Akutagawa tomándolo del cuello y arrojándolo al piso dejándolo en trance por la caída, se acercó a su oído susurrándole;

-No puedes matarme Akutagawa, yo soy tu creador, yo te di el poder y la inmortalidad que tanto buscabas a cambio de tu alma, tu corazón no puede sentir nada, si hubieras sido más fuerte hubieras podido protegerla y nada de esto hubiera pasado y vivirás muy feliz con tu amada.
Por cierto esa chica es muy linda, creo que me gusta.

Soltó su cuello y desapareció del lugar, dejando a Akutagawa inmóvil en el piso, recordando aquella mujer que en algún tiempo amo y perdió...

Sollozo por unos segundos y retomó la postura regresando a su hogar, llegó a su habitación, Mori no se encontraba ya en ella.

Tomó una silla sentándose del lado donde ella se encontraba, tomó su mano y comenzó a mirarla nostálgicamente.

-No dejare que nadie te lastime nunca, te protegeré así me cueste la vida...

Se quedó despierto toda la noche mirándola, se preguntaba si ella se encontraba soñando, y si lo hacía ¿En que soñaba? Oh tal vez se encontraría sola en una obscuridad...
No quería separarse de ella, quería seguir tomando su mano y mirarla hasta que viera sus ojos abrir y  ver el rojo vivo que lo miraban.

Se quedó así hasta las 2:00 de la tarde del día siguiente hasta que apreció Mori.

-¿Sigues ahí? No has dormido deberías dormir.

-No es indispensable dormir, si duermo lo hago por gusto pero no es indispensable.

-Entiendo, date una ducha aunque sea y después necesito que salgas con Chuuya a revisar unos embargos.

ULTRAVIOLENCE [Akutagawa x Higuchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora