Capitulo 24.

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Ven a dormir conmigo: no haremos el amor, él nos lo hará.

By: Julio Cortázar

Soltó su mano por unos segundo acariciando su mejilla enrojecida.

Tomo su miembro, colocándolo sobre su entrada vaginal, tomó su mano nuevamente mirando sus ojos cristalinos.

-Si te duele házmelo saber y me detendré.

Ella asentó con la cabeza, sus ojos se encontraban cristalinos y sus pupilas dilatadas, sus cejas se encontraban fruncidas con los labios entre abiertos.
Sintiendo el miembro de éste siendo introducido en su entrada vaginal, sintiendo sus paredes uterinas abrirse con el paso a que esté entraba en ella.
Apretó las manos de el, girando su rostro con la mirada hacia la pared, soltando quejidos ahogados.
La tomó de la barbilla regresándole la mirada.

Termino por introducir su miembro dentro de ella, sintiendo lo estrecha y caliente que se sentía estar dentro.

-Ah! Estás tan caliente.

Tomo sus piernas colocándolas sobre sus ante brazos, está se enganchó de ellos doblando las piernas, comenzó a moverse de manera  lenta y suave, subiendo el nivel de velocidad con forme su entrada se dilataba.

Sus cuerpos empezaron a radiar calor, gotas de sudor comenzaron a presenciarse sobre la frente, pecho y cuello de el, teniendo su respiración un tanto acelerada.
Gemían simultáneamente, con forme las embestidas eran más profundas y rápidas.

El sudor que esté escurría cayendo sobre la silueta de los pechos de ella deslizándose sobre ellos.
El admiraba la forma en que estos se movían de arriba a abajo, los gestos de ella cerrando los ojos con la boca entre abierta escurriendo saliva de sus labios soltando un gemido tras gemido apretando sus manos con fuerza.

Se detuvo un momento dibujando en su rostro una expresión de sonrisa.

-No pares ah!
Le hablo en susurro.

-Tus deseos son órdenes.

Su espalda se arqueó ahogando un gemido con la boca entre abierta presionando las manos de el, este empezó a estimular su punto G con cada embestida que hacía, mirando cómo está se retorcía entre las sábanas.

-¿Te gusta?, ¿Quieres que siga?.
Le hablo con una voz agitada y dominante haciendo embestidas más profundas y bruscas.

-Ahh Ryunosuke...
Contesto esta emitiendo gemidos ahogados.

Se sentían como cosquillas en su abdomen sintiendo la adrenalina elevarse cada momento, mientras sus pálidas pieles se bañaban en gotas de sudor que salían de ellos.

Tras un par de minutos de embestidas toscas y profundas con el simple sonido emitido por ambas voces inundando la recámara de quejidos, entraron al climax sintiendo el orgasmo.

Ella expulsó de cuerpo un fluido viscoso y blanquecino, mientras él expulsaba de su miembro erecto el semen dentro de su entrada vaginal.

Se su entrada vaginal empezó a escurrir el semen viscoso goteando sobre las sábanas blancas se encontraban humedecidas por el sudor y ensuciadas por la mezcla de flujos que hace unos momentos fueron expulsados de sus cuerpos.

ULTRAVIOLENCE [Akutagawa x Higuchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora