-No sé cómo querías acomodar tus cosas así que las dejé en sus cajas y solo armé esa cama y una mesa para que puedas estudiar, si hay algo que necesites armar... o es pesado o simplemente necesites ayuda, estaré en la sala- Niki hablaba con una sonrisa.
-Sí.. gracias- le sonrió levemente aún sin mirarlo- acababan de llegar a la que desde ahora sería su casa, todo era nuevo, todo se veía tan bonito, aunque era tan monótono para Niki, para Sunoo, el color café de las paredes era nuevo y hermoso, había una pequeña planta en la sala, un bonsái de tronco delgado que parecía un árbol pero miniatura.
Se sentó en la que ahora sería su cama y suspiró viendo las cajas ¿Cómo se supone que debe acomodarlo todo?
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Una semana, 7 días y medio eran en los que vivían juntos, Sunoo tenía permiso de la universidad para faltar a clase hasta que se recupere del todo bien, osea recuperar masa muscular y poder caminar sin sentir dolor en el tobillo.
Sunoo se sentía... raro, Niki siempre era tan brillante, su sonrisa lo hacía sentir bien, sus abrazos le hacían sentir seguro, nada comparado a lo que sentía cuando estaba con Sunghoon, Sunghoon era su infierno y Niki había bajado del cielo como un ángel para salvarlo de ese sufrimiento.
Niki era su salvador.
Pero tenía miedo de pedir cosas como salir a dar un paseo o pedir comida, mover adornos y en general, tenía miedo de hacerlo enojar, podría enojarse como Sunghoon, quién sabe.
Ahora era de noche, Sunoo seguía sin saber cómo acomodar su habitación, Niki le dijo que lo haga como quiere... pero nunca se tomó el tiempo para descubrir su propios gustos.
-¡Sunoo!- se escuchó desde la sala, el nombrado se asustó ¿Hizo algo malo? ¿Algo que le disgustó? probablemente sí y sí, siempre comete errores, siempre hace algo mal.
-N-Niki, lo siento, no sé que fue lo que hice mal pero yo no quiero qu-- fue directo a disculparse sin saber bien lo que estaba pasando, pero sus palabras fueron cortadas.
-¿Porqué te disculpas? yo te estaba llamando para que vengas a cenar- eso hizo a Sunoo abrir sus ojos para tener en su enfrente un Niki con un delantal café crema que salteaba unos pollos fritos.
-Oh... lo siento.
-Sunoo...- apagó la estufa e hizo que Sunoo lo mirase -No tienes que disculparte por todo ¿Está bien?- sujetó sus mejillas -Vamos, no tienes la culpa de nada.
Otra vez los ojos de Sunoo se cristalizaron, todo ese trato era tan bueno, sentía que Niki lo sacaba de ese infierno en el que había vivido por años cuando sus ojos conectaban, lo hacía sentir seguro de muchas maneras.
-N-Niki... ¿Puedo darte un abrazo?- sus manos temblaban.
-Claro que si... pero la próxima vez, no lo preguntes y solo abrázame- rodeó la cintura del más bajito y con una sonrisa sintió los brazos contrarios rodear su cuello. -Si tienes miedo- acomodó su rostro en la curvatura del cuello de Sunoo -Si te sientes solo...- aspiró su dulce y suave aroma natural -Abrázame.
Sunoo lloraba de nueva cuenta envuelto en esos brazos, brazos que nunca pensó conocer, pero vino a salvarlo, justo en ese momento tan necesario, donde necesitaba tanta ayuda pero su voz no era lo suficientemente fuerte como para ser escuchada.
-Sunghoon...- Sunoo habló -No me quiere ¿Verdad?
-Lamento decirte que no lo hace... pero hay muchas personas en el mundo que en verdad te quieren.
-Mentiroso... ¿Cómo alguien podría siquiera quererme?...
-Sí, hay personas que te quieren.
-¿Cómo quién?- su voz era apagada, se notaba la baja autoestima que tenía, se separó del abrazo un poco para poder ver el rostro de Niki.
-Pues... yo- Le sonrió -Me tienes a mi- secó sus lágrimas -y alguien llegará a amarte con todo su corazón, todos pueden amarte si eres tú mismo, si te expresas como quieres, si eres así de lindo, porque tu sonrisa es realmente bonita, así que--
-¿Crees... crees que yo pueda amar a alguien sin que me lastimen?
-Claro que si, sólo tienes que encontrar a la persona correcta, una persona que ponga tu bienestar antes que todo, que te cuide y nunca te lastime, que sea cariñoso, atento y lo más importante, que siempre te haga una sonrisa y te haga feliz.
Sunoo sonrió y soltó una pequeña risa.
-¿Te estás describiendo?
-¿Qué? no, describí a alguien perfecto, yo no soy alguien perfecto ¿Sabes? tengo muchos errores- secaba esas pequeñas lágrimas que caían de sus perlados ojos. -Pero yo creo que puedes encontrar a alguien perfecto para ti, alguien que te haga sentir seguro, alguien que te ame sin condiciones y--
-¿Tú me amarías?
Niki se quedó quieto, ¿Cómo debería responder a eso? Sunoo le gustaba, le encantaba, pero... no podía aprovecharse de su debilidad sentimental para poder salir con él o algo así, pero tampoco podía mentirle.
-Yo... sí, sí te amaría- seguía sosteniendo sus mejillas. -Pero no sé si tú me consideras el hombre perfecto.
¿Sunoo había escuchado bien? Niki dijo que lo amaría, se sentía extraño recibir esas palabras, pero de algún modo se sentía extremadamente feliz.
El silencio era largo, Niki empezó a preocuparse ¿Había respondido mal?
-¿Quieres cenar?- Niki cambió de tema soltando el abrazo.
-S-sí- de repente, se sentía nervioso.
Creo que si te conozco mejor... puedes ser la persona perfecta para mí, así yo igual te voy a amar.
La cena transcurrió con normalidad, al menos en esa mesa.
Porque en la habitación de Sunoo, encima de su cama, su teléfono vibraba sin parar, era un número desconocido para el celular mismo, pues había cambiado de número, pero tan conocido y aterrador para Sunoo.
Número desconocido +82 42******
10:33 Sunoo ¿Eres tú? ¿Por qué cambiaste de número?
10:33 Vuelve a casa, te eh estado esperando.
10.33 Mensaje eliminado.
10:34 Sunoo, responde de una vez, sigues perteneciéndome, no puedes irte así de fácil.
10:34 ¿Sabes que eh estado preocupado por ti?
Cami~
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Giftig - SunKi♡
FanfictionKim Sunoo estaba en una relación de dos años con Park Sunghoon, una tóxica y horrible relación que lo obligaba a estar a su lado sin darse cuenta del daño que recibía día con día, pero una mañana en la universidad, cuando Sunoo esperaba a ser atendi...