Giftig - SunKi♡

XVIII

-Quieres ser... no.... debe ser mejor, debo sonar más seguro al hablar... serás mi... ¡No! No le estoy imponiendo esto... agh...- Ni-ki se miraba al espejo del baño, Sunoo salió a comprar unas cosas y decidió que ese día lo llevaría a comer un helado y porfin proponerle noviazgo.

Ya estaba media hora sin saber qué decir cuando Sunoo llegue, ¿debería decirle que si pueden ir a comer helados? ¿O que es una cita?

No lo sabía, solo sabía que estaba hecho un desastre por pensar en eso todo el rato.

-¿Puedo... ser tu novio?- habló mirando un pequeño corazón que Sunoo hacía cuando el vapor empañaba el espejo.

Talvez, encontró las palabras correctas.

-¡Ni-ki! ¡Ya llegué!- la puerta sonó junto a esa voz tan conocida.

El nombrado cayó al piso por la sorpresa, se suponía que debía llegar en otros 30 minutos.

Se golpeó con el lavavo e hizo caer varias botellas de shampoo, jabón y acondicionador.

-¿Ni-ki?- Sunoo al escuchar aquel golpe fue al baño a ver que pasaba y ahí vio a Ni-ki acomodando todo rapidamente -¿Qué pasó?

-¡Nada! Solo me tropecé y ¡auch!- cuando Sunoo tocó su brazo, justo en la parte que se había golpeado, no pudo reprimir su queja de dolor.

-¿Seguro que estas bien?- trataba de no reir.

-Sip, ya sanará, solo es un golpe- se enderezó.

-¿Sabes? Cuando volvía vi un lugar que acaba de abrir, vende helados y--

-¿Quieres ir? Vamos, yo me cambio y en 5 minutos salimos- vio la oportunidad y la usó, besó su mejilla y salió del baño.

-¿Porque está tan nervioso?- habló para si mismo viendo a Nishimura ir a su habitación.

.

.

Ya estaban fuera de casa, Sunoo también aprovechó para cambiarse y arreglarse un poco más.

-Está haciendo algo de frío- Sunoo estaba con ropa abrigada, pero aún así el frío traspasaba. -Mis manos están heladas.

-Uhm... las mías están cálidas... ¿puedo calentar tus manos?- pidió el más alto con timidez.

-Se dice "Quiero tomar tu mano" pero si- lo agarró de la mano haciendo entrelazar sus dedos, vio las orejas rojas de Ni-ki e instintivamente el igual se puso nervioso, sintiendo sus mejillas enrojecer.

Llegaron al local, era una cafetería que vendía postres, helados, tés, cafés y esas cosas, era amplio, se sentaron en una mesa para dos en el segundo piso, con vista a la tranquila calle.

-¿Solo quieres un helado?- Ni-ki preguntó, usualmente Sunoo pedía postres y helado de dos o tres bolitas.

-Es que no traje mucho dinero- sonrió tímido.

-No, yo pago hoy, yo te invité, pide y come lo que quieras- le sonrio y con eso, Sunoo aumentó su pedido a helado de tres bolitas, cheesecake de frutilla y un pastel de chocolate.

Esperaron corto tiempo hasta que sus pedidos llegaron.

-Hoy te ves bien- Ni-ki habló viendo a Sunoo -No es que ayer no te hayas visto bien, tu naciste viendote bien; p-pero hoy t-tú... agh... te ves... especialmente lindo.

Sus palabras se trabaron en su lengua.

-Eres tan tierno- Sunoo se sentía tan feliz con todas las palabras de Ni-ki, sabía que cuando trataba de alagarlo o decirle piropos se ponía muy nervioso.

-¿Sabes?... cuando te conocí vi a un chico amable y gentil, lo reafirmé cuando nos hicimos cercanos, y cada una de tus sonrisas... era tan hermosa, tus mejillas, tus ojos, tus labios, todo en ti es hermoso.

Sunoo escuchaba sin decir nada, Ni-ki hablaba sin trabarse, como si esas palabras fuesen directo de su corazón.

-Cada día que estabas a mi lado trataba de alejar tus lágrimas y provocarte una sonrisa... desde la primera vez que tus ojos chocaron con los mios, me gustaste, me gustas- lo miró, no se puso nervioso, estaba seguro de sus palabras -me gusta el cómo me abrazas al dormir, el cómo tomas mi mano cuando tienes frio, el cómo me sonries, me gusta todo de ti.

-Ni-ki...

-Y... por eso... yo quisiera saber- volvió a ponerse mervioso pensando en qué decir -si tú... quieres...

Buscaba algo en su bolsillo, al encontrarlo lo agarró en su mano dandose a ver una pequeña caja negra la cual abrió dejando ver dos anillos de diferentes tamaños, de color plata y a juego.

-¿Puedo... ser tu pareja?

Cerró sus ojos esperando la respuesta que parecía nunca llegar.

Lo dije....

Cami~