Giftig - SunKi♡

XI

Solo un toque de labios, algo corto pero tan significativo.

Al separarse, Niki estaba procesando todo, sin saber qué hacer o qué decir y eso desesperó a Sunoo al pensar que había cometido un gran error.

-L-lo siento... yo creí que....- sus ojos se llenaron de lágrimas, como siempre, otra vez se había equivocado.

Se separó sintiendo su respiración más rápida y sus manos temblar, sus piernas temblaban y su voz no salía de su garganta.

Estaba por tener otro ataque de pánico.

-No- Niki en realidad no reaccionó porque le pareció muy irreal ser besado por ese dulce chico, con rapidez, antes de que aquel ataque de ansiedad sea más fuerte, volvió a atraerlo a su cuerpo y con un suave beso con solo lentos movimientos, calmó la ansiedad del pelirubio.

-Y-yo creí que--

-Me gustas- no pensó poder confesarse en una situación así, en medio de la noche, estando ambos acostados en la cama.

Sunoo no habló.

-No estás obligado a corresponderme ni nada por el estilo.... aunque quisiera que lo hagas, pero para mi es suficiente tenerte a mi la--

-¿P-por qué te gusto?

-Me gustas... me gustas porque siempre estás brillando, aún cuando dices que no tienes brillo, y aún en tus momentos de obscuridad, me gustas, me gusta que tome mi mano sin darte cuenta, me gusta que me sonrías con tanto cariño, me gusta que estés progresando en ese horrible proceso de dejar a tu ex-novio, me gustan tus ojos, me gustan tus mejillas, y sé que terminaste tu relación hace menos de dos meses así que no te sientas presionado por estas palabras porq-- un repentino abrazo cortó sus palabras.

-Quiero estar contigo- lo miró a los ojos con una sonrisa en el rostro -por favor, permíteme corresponderte.

-Yo... quiero que te sientas especial cuando estés conmigo- Niki solamente hablaba, dejaba que sus palabras fluyan en su mente

Siempre me siento especial cuando estoy contigo.

-Así que... ¿quieres tener una cita...conmigo?

-Sí- ni siquiera lo dudó o pensó, estaba seguro de esa respuesta.

-E-entonces...- Niki estaba nervioso, demasiado nervioso -mañana en la mañana... como es día del estudiante y no hay clase... ¿Quieres que tengamos una cita?

-Sí, siempre querré tener una cita contigo- sus ojos brillaban y es que sus palabras eran tan sinceras como no lo eran desde hace tiempo. -¿Puedes darme un abrazo?

-Claro que puedo- extendiendo su brazo izquierdo, dejando a Sunoo acostarse ahí mientras que con su otro brazo abrazaba su cintura -buenas noches.

Fue más rápido de lo que pensaba.

.

.

-Te ves bien- Niki hablaba a su espejo -no, estás lindo hoy, agh, vamos, todos los días es lindo- practicaba qué decirle a Sunoo cuando salga vestido y listo para su cita -vamos Niki... solo sé tú.

Y salió del baño con una sonrisa en el rostro, cabello bien peinado, camisa planchada, pantalón de tela combinada con su saco por si hacía frío y zapatos limpios, tenía un perfume que se había comprado hace unas semanas y Sunoo dijo que era agradable, entonces la utilizó.

Se quedó fuera de su habitación otra vez, sin poder juntar la suficiente valentía como para tocar la puerta, respiró profundo y contó hasta tres pero justo antes de que sus nudillos choquen con la madera de la puerta, se arrepintió y dió un paso atrás poniéndose en cuclillas en el suelo mientras tapaba su rostro con sus manos.

-Soy todo un cobarde- susurró para si mismo.

-No lo creo- Sunoo salió de su habitación respondiendo lo que Niki había dicho para si mismo -sino nunca hubieras dicho que te gusto.

-¡Sunoo!- se paró acomodando sus ropas mientras miraba a Sunoo de arriba a abajo.

Su menor estaba vestido con un chaleco de lana celeste que dentro tenía una camisa blanca y pantalones de tela color capuchino, tan adorabke como siempre.

-Te ves muy bien hoy- y dijo justo lo que no debía decir -n-no es que otros días no te veas lindo, sino que hoy en especial te ves aún más lindo pero siempre te ves lindo y-- cortó sus propias palabras -lo siento.

-¿Por qué te disculpas?- tomó el valor para sostener su mano -no hiciste nada malo.

Niki sonrió caminando a su lado, reforzando el agarre mientras caminaban hasta la puerta de entrada, el perfume de Sunoo era de manzanas acarameladas, tan dulce como él.

-¿A dónde quieres ir primero?- era antes de medio día, así que o irías a pasear o a tomar un helado antes de almorzar.

-¿Puede ser el parque?

-El parque será- era su primera cita oficial como "pre-novios" y es que se gustaban y querían estar juntos pero ninguno dijo "¿quiéres ser mi pareja?" Y tampoco sabían cuándo alguno lo diría.

Caminaban tomados de la mano, tímidos y con una sonrisa en el rostro.

Pasaron por una calle rodeada de árboles de cerezo, era época de florecimento, así que los pétalos revoloteaban por el aire, uno de ellos se quedó atorado en el cabello de Sunoo.

-Sunoo- Niki llamó.

-¿Si?

-Tienes...- pararon sus pasos y le retiró aquel pétalo rosa del pelo -listo-le sonrió.

Deberían haber seguido sus pasos, pero ese era el escenario perfecto, Sunoo estaba con una sonrisa en el rostro mirandolo solamente a él, con pequeños petalos de cerezo revoloteando por el aire y sus ojos brillosos.

-Sunoo- repitió.

-¿Si?-volvió a contestar.

-¿Puedo darte un beso?- con su mano libre tomó su cintura.

-Adelante- cerró sus ojos esperando que Niki haga lo que dijo mientras sus labios estaban formados en un piquito.

Niki apreció su rostro, su adorable rostro, sin separar sus manos y acercando más sus cuerpos, lentamente se acercó a él hasta que sus labios chocaron suavemente.

Sus labios se movieron con lentitud, en una suave y armonomiosa parsimonía, sus labios bailaban a un ritmo inexplicable, como si estuvieran hechos para estar juntos.

En verdad me haces sentir especial.

Y al separarse, sus ojos se encontraron, entonces se creó una chispa, que recorrió sus columnas vertebrales y revolvió sus estómagos

-La próxima vez, no tienes que preguntar si puedes besarme o no- Sunoo hablaba apenado -puedes besarme cuando quieras.

-Pero debo saber si tu igual quieres.

-Yo siempre quiero besarte- sus mejillas enrojecieron.

¿Debería dar yo el siguiente paso?

Cami~