Giftig - SunKi♡

XII

-¿Quieres otro helado?- Ni-ki  miraba con una sonrisa a Sunoo quien terminaba su postre.

-Sipi- en sus ojos se notaba la felicidad, si le hubieran dicho eso hace dos meses, ni siquiera habría comido el primero, pero ahora era diferente, Ni-ki lo hizo cambiar.

Aquel chico lo hacía tan feliz, sabía que era un lugar seguro porque lo hizo mejor, no, lo apoyó y ayudó a ser mejor, estuvo ahí en todo sus momentos, bonitos y tristes, cuando cualquier otra persona lo hubiera dejado hundirse en su miseria, Ni-ki tomó su mano enseñándole que no debe temer.

Ahora estaba disfrutando aquel helado de chocomenta que Niki le había comprado por segunda vez.

-¿Después podemos ir al parque?

-Claro que si- cualquier deseo que Sunoo tenga, Ni-ki estaba dispuesto a hacerlo realidad solamente para ver esa sonrisa brillar en su rostro.

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Caminaban juntos por una de las calles históricas de Corea, era un pequeño atajo para llegar al parque.

-Ni-ki.

-¿Si?- el más alto tenía una sonrisa en el rostro.

-¿Puedo tomar tu mano?- jugaba con sus dedos mientras hacía esa pregunta.

-No debes preguntar- esa frase ya se hizo común entre ellos -solo toma mi mano.

Sunoo entendió la referencia que hacía Ni-ki.

-Pero debo saber si tú igual quieres sostener la mía- sus dedos se entrelazaron.

-Yo siempre quiero tomar tu mano- y reforzó el agarre mientras seguían caminado.

El parque no estaba lejos, habían varios árboles y hojas en el suelo, todo era tan perfecto, pero nada es eterno.

-Sunoo- aquella voz, que causaba tanto temor en el nombrado, aquel tono que le advertía que algo malo pasaría.

Ni-ki se dio la vuelta, ahí vio a aquel chico, nunca hablaron, solo se miraron.

-S-Sunghoon...- por reflejo separó su mano de la de Ni-ki.

-Y ¿Quién es él? - Sunghoon señaló a Ni-Ki - ¿Tu nuevo novio?

Sunoo no tenía la valentía suficiente como para objetar las palabras de Sunghoon.

-Y qué si es así- Ni-ki rodeó el cuerpo de Sunoo con sus manos, cambiando su mirada a una más dominante.

-No estoy hablando contigo- Sunghoon le hizo de frente ignorándolo de inmediato -Mira, Sunoo, aún estás a tiempo para pedir disculpas, si lo haces ahora puedes volver a casa.

Pero yo no quiero volver.

-Anda, pídeme disculpas- Sunghoon esperaba -Ruega por volver como siempre, vamos- lo sujetó de la camisa -vamos, hazlo- tomó su rostro con una mano apretando sus mejillas

-No lo toques- de un fuerte y rápido manotazo Ni-ki alejó la mano de Sunghoon del rostro de Sunoo -Ya le hiciste suficiente daño estos dos últimos años, ¿a caso no te es suficiente?

-Tú también te aburrirás de él, recuerda mis palabras, él es una puta que ofrece su cuerpo a cualquiera que lo mire, es tan inútil que no puede ni cocinar bien, tan flojo como para hacer ejercicio y tan gordo para comer todo el tiempo.

-Hasta luego, Sunghoon- sin hacer caso a sus palabras, se llevó a Sunoo consigo hacia algún lugar lejos de Park.

Se sentaron en unas bancas cubiertas por un techo de teja antigua.

Ni-ki pronto se dio cuenta que de los antes brillantes y felices ojos de Sunoo, ahora bajaban gruesas lágrimas mientras sus labios estaban apretados.

-¿Qué pasa?- checó su rostro y cuerpo por si lo habían dañado.

-No debes quererme... yo solo soy... yo, no tengo nada especial... te cansarás de mi en cualquier momento- su labio inferior empezó a temblar y los sollozos empezaron -P-pero estaré a tu lado hasta que eso pase, te acompañaré hasta donde quieras que te acompañe.

-Sunoo...- Ni-ki tomó el rostro de su menor en sus manos -claro que eres especial, y nunca me cansaré de ti, eres suficiente, te prometo que eres suficiente.

-Pero Sunghoon dijo que...

-Su opninión no importa, déjalo irse de tu vida, no pienses en lo que dice ni lo que dijo, porque para mi eres más que suficiente- secó sus lágrimas.

Entonces sus ojos volvieron a conectar, esta vez lo tranquilizaron por completo, su llanto paró, sus mejillas se calentaron y sentía su corazón tan cálido.

-Así que déjame es-- las palabras de Ni-ki fueron interrumpidas, Sunoo acababa de atraer su rostro y besarlo.

-Me gustas tanto...- se separó luego de unos segundos -realmente me haces tan feliz...- su sonrisa salió a flote -eres ese "algo" que me da una razón para seguir aquí.

-Yo solo soy otra persona en este mundo- unió sus frentes -pero soy una persona que nunca te va a dejar solo, nunca te voy a abandonar, ni tampoco te voy a hacer daño.

-Y eso es lo que te hace especial.

-Tú me haces especial.

Cami~