Isabella Jones.
A veces las personas tratamos de mostrarnos fuertes para no responder preguntas básicas, fingimos que todo está bien...aunque tengamos un tornado dentro.
Al meterme en la industria musical estaba consiente de que a veces iba a tener muchos obstáculos, siempre he amado la música, desde chica cuando me propia algo me gustaba dejar mi alma para que sea increíble para tener un resultado donde este satisfecha conmigo misma.
Trataba con todas mis fuerzas no meterme en ninguna polémica quería que la gente me reconozca por mi música, por mi talento, y no por estar en discordias constantemente. Por eso mi entrada en la música fue clave y sé que estoy donde estoy por el público pero también sé que es por misma.
He necesitado a personas en varios momentos donde creía que no iba poder seguir adelante pero me vi obligada a hacerme amiga de la soledad y eso fue fácil porque una vez que estas sola todo el tiempo ya te acostumbras a sobrevivir a tu manera.
En mis 22 años he necesitado muchísimas veces a mis padres y en ningún momento se aparecieron y algo a lo que estaba acostumbrada era solamente a recibir llamados cuando más le convenía y la última vez que lo hicieron fue para reclamarle el haber confiado en Gael, pero ahora que estaba literalmente en el peor momento de mi vida creía que se iban a comunicar conmigo aunque sea por lástima, pero estaba claro que no tenían hijos y era algo que me dolía.
Cerré con cuidado la puerta de mi habitación y caminé por el pasillo hasta llegar a una de las puertas que me permitía subir al techo, escale los escalones con cuidado y me acerque a una banqueta que había. Podía escuchar el alboroto que había en los pisos de abajo como si supieran que podía escucharlo, y era algo que no entendía ¿qué era lo que querían de mí?, ¿disfrutaban las demás personas ver mal a otras?
Luz, mi amiga, se había puesto en contacto conmigo hace una hora y me había dado su apoyo desde New York y me pedía disculpas por no poder viajar pero aún así recalcaba que si necesitaba algo podía contar con ella. Malik también me mandó varios mensajes diciendo que entendía lo que estaba pasando y que me decidía darme mi espacio hasta que sea el juicio o lo que tenga que pasar y que se estaba ocupando de mi imagen no sea tan dañada.
Me acerqué hacia los bordes del edificio y me senté con cuidado para observar el lugar descampado que había en la parte de atrás de mi edificio, ya era de noche y no había dormido nada como venía siendo desde hace días, de lejos podía observar las luces de la ciudad y sentía como una brisa de viento movía suavemente mi cabello.
─ No saltaras ¿verdad?
Movi un poco mi rostro y observé al chico que se acercaba a mi en su rostro se veía preocupación, suspiré y negué a con mi cabeza.
─ No podría hacerlo ─murmuré.
Mi voz aún estaba débil, seguía afonica y trataba de no hablar mucho para recuperarme lo antes posible.
─ Eso es bueno porque no quisiera cargar con una posible muerte en donde podría ser el culpable.
Gael se acercó a mí y se sentó a mi lado dejando un corto espacio entre los dos, quise sonreír por ese comentario tan patético pero no pude porque no tenia fuerzas para eso.
Respire hondo y observé el cielo donde había pocas nubes pero aún así se podían ver algunas estrellas, Gael no habló por un rato y ambos nos quedamos apreciando el paisaje que era aburrido pero había aprendido algo cuando estaba con él, las cosas dejan de ser aburridas cuando estas con la persona indicada.
─ Veinte días ─murmuré concentrada en un árbol que tenía pocas hojas.
Sentí la mirada de Gael sobre mí pero no me atreví a mirarlo.
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Reputación Oculta. [✔Completa]
Ficção AdolescentePRIMER Y SEGUNDO LIBRO. Isabella Jones, una cantante influyente en todo el mundo, con el peso de su fama, de la presión y de la exigencia obsesiva, decide parar por unos días. Llevándola a un lugar donde conoce a una pequeña banda, sin experiencia...